Cerca de 55 millones de personas en todo el mundo tienen demencia. Esta condición que “roba la mente” de las personas tiene un gran impacto en la sociedad y la economía mundial. Por tanto, los científicos están trabajando arduamente para encontrar formas de tratarla o prevenirla. Una de las vías que se está explorando es la aplicación de un medicamento inyectable conocido como Wegovy, usualmente empleado para bajar de peso.

Wegovy también se usa para tratar la diabetes tipo 2 y contiene un principio activo llamado semaglutida. La semaglutida imita la acción de la hormona GLP-1 que normalmente se libera en el intestino después de ingerir una comida. La hormona se adhiere a los receptores del páncreas que estimulan la liberación de insulina, lo que ayuda a reducir los niveles de azúcar en la sangre. Estos receptores también se encuentran en los “centros de recompensa” del cerebro, incluidas las áreas que controlan la alimentación. Dado que la semaglutida puede atravesar la capa protectora que rodea el cerebro, es probable que modifique directamente la actividad cerebral para que las personas sientan menos hambre.

En un estudio reciente, que evaluó a personas con diabetes tipo 2 durante cinco años, se encontró que aquellos que tomaban semaglutida o liraglutida (otro medicamento para la diabetes) tenían una menor incidencia de demencia. La diabetes tipo 2 está más asociada con la demencia vascular y no con la enfermedad de Alzheimer (la forma más común de demencia), por lo que se planteó que la semaglutida solo podía reducir ciertas formas de demencia.

Sin embargo, dos ensayos clínicos, que comenzaron en 2021, están probando si las dosis orales diarias de semaglutida retrasan la progresión de la enfermedad en personas en las primeras etapas de la enfermedad de Alzheimer. Dado que lleva mucho tiempo en desarrollarse la enfermedad, se espera que los ensayos finalicen en 2026.

Se cree que la enfermedad de Alzheimer se origina en regiones específicas de la corteza cerebral, la región responsable de los recuerdos y la orientación espacial. Pero no se han detectado receptores para GLP-1 en la corteza cerebral, siendo poco probable que la semaglutida active directamente las redes de memoria.

Entonces, ¿cómo podrían tratar la enfermedad estos medicamentos? Los cerebros de los pacientes con enfermedad de Alzheimer acumulan placas pegajosas de beta amiloide, así como grupos de proteínas tau dentro de las células cerebrales y se considera que estos alteran la cognición. Inspirados en estas ideas, un grupo de investigadores están llevando a cabo un ensayo clínico en la Universidad de Oxford que examina específicamente los niveles de tau en personas que tienen altas concentraciones de beta amiloide, pero que todavía no han desarrollado demencia. Se espera que la semaglutida reduzca los niveles corticales de tau, lo que conducirá a tasas reducidas de deterioro cognitivo.

Varios medicamentos han sido aprobados recientemente para tratar las placas beta-amiloide responsable del Alzheimer. Pero estos medicamentos han resultado controvertidos, ya que los pacientes requieren aplicaciones de una hora cada dos o cuatro semanas.

Es probable que este tipo de medicamentos también tenga efectos sobre la beta amiloide que se encuentran en los alrededores de los vasos sanguíneos, lo que provoca efectos secundarios potencialmente mortales como hemorragias en el cerebro. Por lo tanto, son deseables estrategias alternativas y aquí es donde puede brillar la semaglutida.

El vínculo clave entre la semaglutida y la reducción de la enfermedad de Alzheimer podría ser la neuroinflamación, un estado en el que el cerebro está crónicamente inflamado. La neuroinflamación daña la barrera hematoencefálica que se altera tanto en la enfermedad de Alzheimer como en la demencia vascular. El ensayo de Oxford que examina tau también está analizando cómo la semaglutida afecta la neuroinflamación, hay reportes de que la semaglutida es antiinflamatoria en las personas con obesidad. También reduce la neuroinflamación en el cerebro de los ratones y restaura el transporte de glucosa a través de la barrera hematoencefálica (algo que se interrumpe en las personas con Alzheimer).

Otro fármaco, la Memantina, desarrollado originalmente para tratar la diabetes, se volvió a usar para aliviar los síntomas de la enfermedad de Alzheimer y todavía se prescribe para ese uso.

Mientras tanto, hay cambios en el estilo de vida que se pueden hacer para reducir el riesgo de desarrollar la afección. Estos incluyen mantenerse física y mentalmente activos, comer una dieta balanceada, mantener un peso saludable y dejar de fumar. Ahora esperamos los resultados de la próxima generación de medicamentos para la diabetes y la pérdida de peso, tratando de prevenir o curar la enfermedad de Alzheimer.

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