close

OPINIÓN · 22 JULIO, 2023 05:30

Mujeres al poder

Ver más de

Leoncio Barrios | @Leonciobarrios

¿Cómo valoras esta información?

2
QUÉ CHÉVERE
QUÉ INDIGNANTE
QUÉ CHIMBO

Cada vez es más remoto que una mujer llegue al más alto cargo de su país –la presidencia– por ser la hija, la esposa o la viuda de un líder que, por supuesto, es hombre. Ahora son más las mujeres que ocupan estos espacios por méritos propios.

Más mujeres están ascendiendo por su esfuerzo, participación, formación académica, capacidad de liderazgo. Sin embargo, la condición de ser mujer aún pesa.

Ser mujer no es fácil

En la carrera política, ser mujer no es fácil. En esa carrera, por razones socioculturales del falocentrismo, los hombres tienen ventaja. El estereotipo de género hace creer que ellos son más racionales, fuertes de carácter, confiables y decididos que ellas, quienes son vistas como emocionales, débiles de carácter, miedosas, indecisas. Se cree que a ellos les corresponde el más alto cargo de poder y a ellas se les considera cuando no queda de otra.

Afortunadamente, los estereotipos de género han cambiado y hoy se asume que hay mujeres que pueden ser racionales, fuertes de carácter, valientes, decididas y, habría que agregar otras dos características de su formación clásica como mujer: tienen capacidad de organización y de atender varias tareas simultáneamente con eficiencia.

A la mujer se le prepara para ser pareja de uno, madre de varios, y desde hace algunas décadas, para colaborar económicamente en el hogar o hacerse autónoma. Así, clásicamente, le corresponden tres funciones simultáneas. Mientras que, en el esquema conservador de las sociedades, a los hombres se les capacita para dos funciones prácticas: ser proveedor y protector de la familia, y una simbólica, relacionada con la representación social dada por el apellido, que es ser el “pater familias”.

En teoría, hombres y mujeres estarían en equidad de distribución de funciones familiares, digamos que tres y tres; pero en la práctica, sabemos que la función del proveedor principal también es asumida por millones de mujeres en todo el mundo sin que esto implique descuidar las tareas clásicas como parir, criar y atender el hogar.

Las mujeres han estado por siglos, en algunas sociedades y grupos, confinadas a las labores domésticas mientras que los hombres compiten en el plano de lo público por los cargos de poder.

Mujeres presidentas o primeras ministras

Históricamente, las mujeres han ejercido el poder en el ámbito doméstico, mientras los hombres en el público. Dado el avance social de las mujeres durante el último siglo, esas barreras se han roto y ellas han salido a competir con ellos en los espacios públicos.

En la competencia por cargos de alta responsabilidad, actualmente, la mujer entra con una fortaleza: su formación académica. Cada año, las mujeres son mayoría en las aulas universitarias aunque, al graduarse, ellas suelen quedar rezagadas por la demanda de obligaciones domésticas y los estereotipos que pesan sobre ellas, mientras los hombres cabalgan hacia sus metas con más facilidad.

En los espacios profesionales y en la política es más difícil la equidad de género. Las mujeres tienen que pagar un alto costo personal para ocupar altos cargos en el gobierno o en la empresa privada. Además del sacrificio personal, las mujeres entran en campos donde el machismo y los estereotipos sobre ellas siguen teniendo mucho peso.

A algunos hombres, e inclusive a algunas mujeres, les pudiera dar vergüenza o desconfianza ser dirigidos por una mujer. Remontar el machismo es fuerte.

Cambio de planos

En un siglo, en el mundo occidental, las mujeres han pasado de la invisibilidad pública a representar papeles corales, papeles secundarios y algunas asumen los protagónicos. En otros mundos siguen encerradas, limitadas socialmente, como en los tiempos de las cavernas.

Las mujeres han llegado al más alto cargo de su país, la presidencia, de la misma manera que los hombres, ya sea por un legado familiar o por sus propios méritos; pero en ellas el legado familiar ha sido más frecuente. Es parte del papel segundón que se les ha asignado históricamente y que está cambiando.

Una presidenta del país no garantiza nada, pero simboliza mucho

El que una mujer llegue a la primera magistratura de un país no garantiza que se tenga un mejor gobierno, como tampoco lo garantiza el que sea electo un hombre. La ventaja de una mujer, de entrada, es una señal de nuevos tiempos, de cambios socioculturales, de nuevos valores, de admitir que ellas son capaces y pueden ocupar el más alto cargo de su país, algo que hasta hace poco era exclusivamente papel de los hombres.

Inglaterra, Italia, algunos países nórdicos y varios de Europa oriental han tenido o tienen primeras ministras. En los demás, inclusive algunos de avanzada social, como España y Francia hay resistencia a pesar de haber mujeres muy capaces y destacadas en la política de esos países.

Chile, Argentina, Brasil, Costa Rica, Perú, Ecuador, Honduras son países latinoamericanos en los que una mujer ha sido presidenta, con disímiles resultados. Parece que en México se sumará a la lista, ¿un país famoso por su cultura machista elegirá a una mujer presidenta?

La vieja cultura machista pesa mucho, pero va cediendo. A pesar de los pesares, vienen tiempos de más equidad de género aún en campos muy rudos como el de la política.

***

Las opiniones expresadas en esta sección son de entera responsabilidad de sus autores.

Del mismo autor:  La llamada «ideología de género»

ESPECIALES · 19 MARZO, 2023

20 presas políticas

Texto por Efecto Cocuyo | @efectococuyo

ESPECIALES · 15 MARZO, 2023

Ser docente en Venezuela, un oficio en quiebre

Texto por Albany Andara, Reynaldo Mozo y Ronny Rodríguez

ESPECIALES · 5 MARZO, 2023

10 años de la muerte de Hugo Chávez

Texto por Efecto Cocuyo

ESPECIALES · 19 FEBRERO, 2023

Nicaragüenses en el destierro

Texto por Luz Mely Reyes | @LuzMelyReyes

ESPECIALES · 25 SEPTIEMBRE, 2021

Qué pasa en la frontera sur de Estados Unidos

Texto por Ivan Reyes | @IvanEReyes

ESPECIALES · 4 SEPTIEMBRE, 2021

Salud sexual en Venezuela: guía para jóvenes

Texto por Albany Andara Meza | @AlbanyAndara

ESPECIALES · 28 AGOSTO, 2019

Informe Bachelet

Texto por Julett Pineda Sleinan | @JulePineda

ESPECIALES · 29 JUNIO, 2021

#PandemiaEnVenezuela

Texto por Efecto Cocuyo | @efectococuyo

ESPECIALES · 15 MARZO, 2021

#UnAñoDePandemia

Texto por Efecto Cocuyo | @efectococuyo

ESPECIALES · 20 FEBRERO, 2021

Explosión Monagas

Texto por Ronny Rodríguez Rosas | @ronnyrodriguez

ESPECIALES · 4 FEBRERO, 2021

Cáncer en Venezuela

Texto por Mariana Souquett Gil | @nanasouquett

ESPECIALES · 7 NOVIEMBRE, 2020

INVESTIGACIÓN | Finanzas dispersas: el rompecabezas del Gobierno interino

Texto por Equipo de Investigación (*)

ESPECIALES · 5 JULIO, 2020

Civiles que hicieron historia

Texto por Efecto Cocuyo

ESPECIALES · 14 ENERO, 2020

INVESTIGACIÓN | Metro Dirección Colapso

Texto por María Victoria Fermín Kancev | @vickyfermin

ESPECIALES · 17 DICIEMBRE, 2019

INVESTIGACIÓN | 102 toneladas de droga esfumadas en manos del Estado

Texto por Cristina González | @twdecristina

ESPECIALES · 16 DICIEMBRE, 2019

INVESTIGACIÓN | Vargas: Tragedia y olvido

Texto por Efecto Cocuyo

ESPECIALES · 22 OCTUBRE, 2019

INVESTIGACIÓN | Infancia de luto

Texto por Efecto Cocuyo | @efectococuyo

ESPECIALES · 24 ENERO, 2019

Parir y nacer en la Venezuela del hambre

Texto por Efecto Cocuyo | @efectococuyo

ESPECIALES · 24 ENERO, 2019

Misses y santos

Texto por Ana Griffin y Reynaldo Mozo Zambrano

ESPECIALES · 15 JULIO, 2020

INVESTIGACIÓN | Arco Minero del Orinoco: crimen, corrupción y cianuro

Texto por Julett Pineda y Edgar López

ESPECIALES · 30 MAYO, 2019

El amargo cacao venezolano: entre el delito y el asedio oficial

Texto por Vanessa Moreno Losada | @MoreLosada24

ESPECIALES · 1 JULIO, 2021

Venezolanos en el Río Grande

Texto por Luz Mely Reyes | @LuzMelyReyes

OPINIÓN · 21 JULIO, 2023 05:30

La inteligencia artificial llegó a Venezuela

Oha.ai es una iniciativa venezolana que permite acceder al controvertido ChatGPT y ChatGPT4, sin necesidad de usar un VPN

OPINIÓN · 20 JULIO, 2023 05:30

Cierre de año y brecha escolar

68,7% de las escuelas públicas son más afectadas por la escasez de docentes.

OPINIÓN · 19 JULIO, 2023 05:30

Corrupción, azote del Estado

La corrupción es enemiga de la gobernabilidad y la democracia.

OPINIÓN · 18 JULIO, 2023 05:30

Elecciones bajo presión

En la compleja contienda electoral existe la tentación de divorciar la oferta del plan de gobierno.

OPINIÓN · 22 JULIO, 2023

Mujeres al poder

Texto por Leoncio Barrios | @Leonciobarrios
Foto por Mairet Chourio

Cada vez es más remoto que una mujer llegue al más alto cargo de su país –la presidencia– por ser la hija, la esposa o la viuda de un líder que, por supuesto, es hombre. Ahora son más las mujeres que ocupan estos espacios por méritos propios.

Más mujeres están ascendiendo por su esfuerzo, participación, formación académica, capacidad de liderazgo. Sin embargo, la condición de ser mujer aún pesa.

Ser mujer no es fácil

En la carrera política, ser mujer no es fácil. En esa carrera, por razones socioculturales del falocentrismo, los hombres tienen ventaja. El estereotipo de género hace creer que ellos son más racionales, fuertes de carácter, confiables y decididos que ellas, quienes son vistas como emocionales, débiles de carácter, miedosas, indecisas. Se cree que a ellos les corresponde el más alto cargo de poder y a ellas se les considera cuando no queda de otra.

Afortunadamente, los estereotipos de género han cambiado y hoy se asume que hay mujeres que pueden ser racionales, fuertes de carácter, valientes, decididas y, habría que agregar otras dos características de su formación clásica como mujer: tienen capacidad de organización y de atender varias tareas simultáneamente con eficiencia.

A la mujer se le prepara para ser pareja de uno, madre de varios, y desde hace algunas décadas, para colaborar económicamente en el hogar o hacerse autónoma. Así, clásicamente, le corresponden tres funciones simultáneas. Mientras que, en el esquema conservador de las sociedades, a los hombres se les capacita para dos funciones prácticas: ser proveedor y protector de la familia, y una simbólica, relacionada con la representación social dada por el apellido, que es ser el “pater familias”.

En teoría, hombres y mujeres estarían en equidad de distribución de funciones familiares, digamos que tres y tres; pero en la práctica, sabemos que la función del proveedor principal también es asumida por millones de mujeres en todo el mundo sin que esto implique descuidar las tareas clásicas como parir, criar y atender el hogar.

Las mujeres han estado por siglos, en algunas sociedades y grupos, confinadas a las labores domésticas mientras que los hombres compiten en el plano de lo público por los cargos de poder.

Mujeres presidentas o primeras ministras

Históricamente, las mujeres han ejercido el poder en el ámbito doméstico, mientras los hombres en el público. Dado el avance social de las mujeres durante el último siglo, esas barreras se han roto y ellas han salido a competir con ellos en los espacios públicos.

En la competencia por cargos de alta responsabilidad, actualmente, la mujer entra con una fortaleza: su formación académica. Cada año, las mujeres son mayoría en las aulas universitarias aunque, al graduarse, ellas suelen quedar rezagadas por la demanda de obligaciones domésticas y los estereotipos que pesan sobre ellas, mientras los hombres cabalgan hacia sus metas con más facilidad.

En los espacios profesionales y en la política es más difícil la equidad de género. Las mujeres tienen que pagar un alto costo personal para ocupar altos cargos en el gobierno o en la empresa privada. Además del sacrificio personal, las mujeres entran en campos donde el machismo y los estereotipos sobre ellas siguen teniendo mucho peso.

A algunos hombres, e inclusive a algunas mujeres, les pudiera dar vergüenza o desconfianza ser dirigidos por una mujer. Remontar el machismo es fuerte.

Cambio de planos

En un siglo, en el mundo occidental, las mujeres han pasado de la invisibilidad pública a representar papeles corales, papeles secundarios y algunas asumen los protagónicos. En otros mundos siguen encerradas, limitadas socialmente, como en los tiempos de las cavernas.

Las mujeres han llegado al más alto cargo de su país, la presidencia, de la misma manera que los hombres, ya sea por un legado familiar o por sus propios méritos; pero en ellas el legado familiar ha sido más frecuente. Es parte del papel segundón que se les ha asignado históricamente y que está cambiando.

Una presidenta del país no garantiza nada, pero simboliza mucho

El que una mujer llegue a la primera magistratura de un país no garantiza que se tenga un mejor gobierno, como tampoco lo garantiza el que sea electo un hombre. La ventaja de una mujer, de entrada, es una señal de nuevos tiempos, de cambios socioculturales, de nuevos valores, de admitir que ellas son capaces y pueden ocupar el más alto cargo de su país, algo que hasta hace poco era exclusivamente papel de los hombres.

Inglaterra, Italia, algunos países nórdicos y varios de Europa oriental han tenido o tienen primeras ministras. En los demás, inclusive algunos de avanzada social, como España y Francia hay resistencia a pesar de haber mujeres muy capaces y destacadas en la política de esos países.

Chile, Argentina, Brasil, Costa Rica, Perú, Ecuador, Honduras son países latinoamericanos en los que una mujer ha sido presidenta, con disímiles resultados. Parece que en México se sumará a la lista, ¿un país famoso por su cultura machista elegirá a una mujer presidenta?

La vieja cultura machista pesa mucho, pero va cediendo. A pesar de los pesares, vienen tiempos de más equidad de género aún en campos muy rudos como el de la política.

***

Las opiniones expresadas en esta sección son de entera responsabilidad de sus autores.

Del mismo autor:  La llamada «ideología de género»

¿Cómo valoras esta información?

2

QUÉ CHÉVERE

QUÉ INDIGNANTE

QUÉ CHIMBO

OPINIÓN · 21 JULIO, 2023 05:30

La inteligencia artificial llegó a Venezuela

OPINIÓN · 20 JULIO, 2023 05:30

Cierre de año y brecha escolar

OPINIÓN · 19 JULIO, 2023 05:30

Corrupción, azote del Estado