Semilleros de libertad
Foto: Comisión de Derechos Humanos del estado Zulia (Codhez)

Artículo publicado originalmente el 15 de febrero de 2024

Tal como se presagiaba, el 2024 abrió las puertas al debate político. Ante la realidad, nos toca a cada uno de nosotros tomar la decisión sobre lo que debemos hacer en nuestros espacios  para que nuestros niños, niñas y adolescentes cuenten con las herramientas para enfrentar la compleja situación que se vive en el país.  

Compartiremos algunas pistas que aplicamos en nuestro trabajo de formación ciudadana.

Escucharlos

Indagar qué piensan y sienten. No están ajenos a la realidad política y social. Es importante  escucharlos para conocer sus puntos de vista sobre lo que conocen, piensan y sienten del conflicto que vivimos. ¿Qué  piensan de los problemas que vivimos, del alto costo de la vida, de la inseguridad, de los servicios públicos y qué se debería hacer para mejorar  nuestra calidad de  vida y gozar de nuestros derechos?. 

Valorar sus comentarios y opiniones. Aunque sus relatos, aparentemente sean una repetición de información que han recibido a través de los diferentes agentes de socialización, es importante partir de lo que captan, propiciando espacios para la orientación, a través del intercambio para hacer de la crisis un momento educable. 

Tomar en cuenta la edad y momento de desarrollo. La formación y participación se deben adecuar a las características y condiciones del niño, su madurez y etapa de desarrollo. 

Estar atentos al entorno. La manipulación está permanentemente al acecho y más en un año electoral. Si  se realiza con y entre las personas adultas, también se hace con los niños. Allí es donde hay que poner la lupa e insistir que la participación sea genuina y en condiciones  que no pongan en riesgo su integridad. 

Brindar apoyo emocional. Perciben y reciben informaciones de todo tipo, siendo necesario ofrecerles las herramientas y oportunidades para comprender, en función a su edad, los momentos que vivimos y brindar un adecuado  apoyo frente a cualquier estado de estrés, ansiedad, temor, preocupación, rabia, depresión o euforia que los afecte. 

Los padres, madres y familiares son determinantes en lograr la estabilidad emocional de sus hijos y deben orientar o aclarar cualquier duda que puedan tener sin que ello implique una sobreexposición de información e imposición de opiniones. 

Prohibición de proselitismo político

Promover la libertad de pensamiento.  Una  cosa es  formar para la ciudadanía y otra es hacer proselitismo político en los centros educativos. La  Ley Orgánica de Educación (LOE. 2009),  establece claramente: la  prohibición de propaganda partidista en las instituciones y centros educativos y establece  que no  está permitida la realización de actividades de proselitismo o propaganda partidista en la educación básica (desde inicial a media), por cualquier medio de difusión, sea oral, impreso, eléctrico, radiofónico, telemático o audiovisual (Art.12). 

Prohibir la incitación al odio. La Ley  prohíbe en todas las instituciones y centros educativos del país, la publicación y divulgación de programas, mensajes, publicidad, propaganda y promociones de cualquier índole, a través de medios impresos, audiovisuales u otros que inciten al odio, violencia, inseguridad, intolerancia, deformación del lenguaje; que atenten contra los valores, la paz, la moral, la ética, las buenas costumbres, la salud y la convivencia humana.

Asimismo, los que promuevan el terror, la discriminación de cualquier tipo, el deterioro del medio ambiente y el menoscabo de los principios democráticos, de soberanía nacional e identidad nacional, regional y local (Art. 10 LOE). 

Principios y valores

Poner en práctica  los principios y valores. La Ley establece como principios la formación en una cultura para la paz, la justicia social, el respeto a los derechos humanos, la práctica de la equidad y la inclusión (Art. 3 LOE).
 
Promover el derecho a la libertad de pensamiento, conciencia y religión. Todos los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a la libertad de pensamiento, conciencia y religión. Como padre, madre, representantes o responsables tenemos el derecho y el deber de orientar a los niños, niñas y adolescentes en el ejercicio de este derecho, de modo que contribuya a su desarrollo integral (Art. 35. LOPNNA). 

Formarlos para el ejercicio de su ciudadanía exige poner en práctica lo que establecen las leyes. Para  que vivan  la democracia participando, opinando, recibiendo información acorde a su proceso de desarrollo evolutivo, defendiendo  sus derechos y cumpliendo  con sus deberes y  responsabilidades. 

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Las opiniones expresadas en esta sección son de entera responsabilidad de sus autores.

Del mismo autor: Tensión post electoral y su efecto en niños y adolescentes

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