Luego de superar con muchas dificultades la fase de postulación de candidaturas ante el Consejo Nacional Electoral (CNE) y denunciar un bloqueo deliberado del sistema, las tarjetas autorizadas para inscribir nombres por la Plataforma Unitaria Democrática, léase Un Nuevo Tiempo (UNT) y la MUD, finalmente pasaron el filtro, aunque con opciones separadas: Manuel Rosales y Edmundo González Urrutia.
Pese al escenario catastrófico que se dibujaba con Rosales, inscribiendo su candidatura por separado y la MUD quedando fuera del proceso electoral hasta la media noche del 25 de marzo, un nuevo día arrojó la promesa de María Corina Machado de no apartarse de la ruta electoral pese la “indignación” y una prórroga del CNE que permitió el reingreso de la tarjeta de la manito con una candidatura “provisional” que se podrá modificar hasta el 18 de julio.
Para politólogos consultados por Efecto Cocuyo el escenario del poder político en Miraflores, “jugando duro” a favor de la fragmentación de la oposición, esta vez con impedimentos para que inscribieran una candidatura unitaria, era previsible. Señalan la “urgencia” de que, a pesar de los obstáculos, tanto Machado como la Plataforma Unitaria superen las diferencias y tracen en conjunto una estrategia que permita “colarse” en las rendijas del sistema electoral, que advirtieron, son mínimas.
Gobierno busca fractura definitiva
“El escenario para la oposición es la estrategia, es el momento de jugar estratégicamente, sabes a quiénes tienes en frente, sabes a lo que estás jugando, entonces debes procurar mantener la unidad por encima de todo, el foco electoral y mantener la fuerza suficiente como para pasar por esa rendija mínima que te han impuesto como condiciones electorales en el país”, señaló el politólogo Piero Trepiccione.
El también consultor en opinión pública e incidencia recalcó que el gobierno sigue buscando “la fractura definitiva” de la oposición venezolana y la fragmentación de ese deseo de cambio de los venezolanos (alrededor de 80%) que reflejan encuestas, porque subrayó, es la manera de que el gobernante Nicolás Maduro vuelva a ganar unas elecciones, con baja intención de voto pero con una maquinaria partidista “aceitada”.
Para Trepiccione, las inscripciones tanto de Rosales como de otros factores como el exvicepresidente del CNE, Enrique Márquez, aún no representan esa fractura definitiva.
“Muchas veces los juegos políticos generan indignación en las personas, pero en este momento hay que apostar a un objetivo superior y para ello es clave que se mantengan conversaciones, el diálogo, entre los diferentes sectores de oposición para hacer los movimientos estratégicos necesarios que las circunstancias actuales demandan. Hay que ser un piloto demasiado precavido y con un pulso extraordinario de la situación, porque la rendija que la arquitectura institucional montó para este proceso comicial es demasiado microscópica”, sostuvo.
De una votación a una elección
Tras lo ocurrido en el último día de las postulaciones, la presidenta de Encuentro Ciudadano, Delsa Solórzano, aseguró que la coalición opositora y el liderazgo de Machado, seguirán trabajando por una fórmula unitaria de cara a la sustitución de candidaturas entre abril y julio. Recalcó, pese a las opciones separadas de Rosales y Urrutia, que por ahora la candidata unitaria sigue siendo la académica, Corina Yoris.
La politóloga Francine Jácome subrayó que pese a los obstáculos impuestos por el poder político que se venían profundizando desde las inhabilitaciones políticas, la estrategia y unidad opositora aún tiene oportunidad de concretarse para que las presidenciales previstas para el 28 de julio no se reduzcan a una simple votación y la ciudadanía tenga verdadera oportunidad de elegir.
“Puede haber cambios, esperaríamos que se pueda lograr algún tipo de unidad, aunque en este momento se vea un poco difícil. Está en pleno desarrollo, el juego del gobierno de dividir a la oposición”, apuntó.
Sobre la posibilidad de que negociaciones entre gobierno y oposición, con la participación de factores externos como Estados Unidos, aún puedan influir en agrandar o mantener las rendijas electorales, la politóloga señaló que más allá de Barbados, cuyos acuerdos parecieran estancados, se estarían dando otros tipos de contactos que no se muestran a la opinión pública y con reglas poco claras que podrían tener algún efecto.
Machado y la Plataforma “se necesitan”
Ambos politólogos coinciden en que tanto la popularidad de Machado como la experiencia de los factores políticos que hacen vida en la Plataforma Unitaria Democrática “se necesitan” para aumentar las posibilidades de derrotar electoralmente a Maduro aun con condiciones mínimas.
“El hambre se está juntando con las ganas de comer. En este momento se necesita el liderazgo, la conexión emocional y popular que tiene María Corina Machado, pero también se necesita la astucia y la experticia que tienen las organizaciones políticas venezolanas”, afirmó Trepiccione.
Para Jácome no será posible una transición hacia la democracia sin los partidos y sin liderazgo.