Banco de leche HUC
El banco de leche del HUC ya no funciona como antes | Foto: Efecto Cocuyo

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Garantizar el correcto funcionamiento de los lactarios y bancos de leche humana sigue siendo una tarea pendiente en Venezuela. En Caracas, el alcance de los servicios en los bancos de leche y lactarios es cada vez menor, pues no cumplen con los requisitos para trabajar en óptimas condiciones.

Venezuela cuenta con 10 bancos de leche humana. Sin embargo, según estimaciones de la Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría (Svpp), solo funcionan dos: uno en el Hospital Universitario de Caracas (HUC, Clínico) y otro en el Hospital Ruíz y Páez en Ciudad Bolívar.

El Banco de Leche del HUC fue el primero que se fundó en Venezuela. A pesar de ser el centro de referencia en el sector público, en la actualidad no opera al máximo de sus capacidades.

Para 2016, según un análisis realizado por Unicef y el Ministerio de Salud (Mpps), de nueve servicios estudiados en país, el Banco de Leche del HUC fue el único en ser calificado como “bueno” por tener los procedimientos más apegados a la norma.

Pero siete años después de la publicación del estudio, su funcionamiento cotidiano se asemeja al de un lactario.

Los bancos aseguran leche materna a los bebés que no pueden recibir alimento directamente del pecho de sus madres. Se diferencian de los lactarios por tener un funcionamiento más complejo: mientras los lactarios tratan la leche materna de manera sencilla (solo congelan o refrigeran), los bancos de leche realizan análisis y pasteurizan la leche.

Este proceso de pasteurización hace posible que los bancos reciban donaciones de leche de madres externas para alimentar a bebés que no son su hijos. En cambio, en los lactarios solo se extrae la leche directamente de la madre para suministrarla a su bebé, sin procesamiento.

Queda en el piso 10 del Clínico | Foto: Efecto Cocuyo

En el Banco de Leche del HUC, antes contaban con recipientes adecuados para almacenar y entregar la leche, pero este 2023 ya no poseen envases de vidrio.

Ahora guardan y entregan la leche materna en “urolab“, frascos de plástico que usualmente se utilizan para recolectar muestras de orina.

Otra de las fallas actuales en el Clínico es la ausencia de equipos operativos para la pasteurización de la leche. Además, solo tienen pequeños equipos básicos donados para esterilizar y calentar.

No se está pasteurizando porque el equipo está dañado. Solo se trabaja el día a día con las mamás y las tomas de los bebés hospitalizados”, contó personal del hospital a Efecto Cocuyo.

En el Banco del Leche del Clínico trabajan dos auxiliares y dos ayudantes. La consultoría en lactancia materna sí funciona y para conseguir una cita deben acudir al servicio de Nutrición en el piso 4.

La donación de leche materna dependerá del estado del servicio. Quienes tengan interés en donar leche deben acudir a solicitar información al Banco de Leche, que trabaja de lunes a viernes de 8 a 3:30 pm. Cuando el proceso de donación sí está activo, la madre debe llevar resultados recientes del examen Vdrl (prueba para sífilis) y VIH.

De bancos de leche a lactarios

El Banco de Leche Humana de la Maternidad Concepción Palacios, la principal maternidad de la capital, es el segundo de su tipo creado Caracas.

Para la fecha de publicación del mencionado estudio de Unicef y el Mpps, aunque contaban con el equipamiento para funcionar como banco de leche desde 2012, este no se había activado para iniciar la pasteurización, por lo cual operaban como un lactario institucional.

Esa realidad se mantiene en 2023, según personal del hospital. Para este año, todavía no han podido establecerse como banco de leche, ya que no cuentan con pasteurizadora para procesar la leche después de su extracción. Igualmente tienen otros equipos que aún no están funcionales.

El lactario, ubicado en el piso 2, trabaja para extraer y conservar la leche de las madres que tienen a sus bebés en áreas especiales, como atención a prematuros, unidad de cuidados intensivos pediátricos o quirófanos, para que así puedan alimentarlos en diferentes horarios y descongestionar las mamas.

La consulta de lactancia funciona en el programa Mamá Canguro. Los miércoles y viernes reciben a madres de cualquier sector. Allí pueden extraerles la leche si tienen alguna obstrucción o necesitan apoyo para ordeñarse, además de recibir orientación.

Ya no hay hospitales amigos del niño

En 1991, la Organización Mundial de la Salud y Unicef lanzaron la Iniciativa Hospital Amigo del Niño (Ihan), con el fin de proteger, promover y apoyar la lactancia materna y garantizar los “Diez pasos para una lactancia exitosa”. La Ihan se actualizó en 2009.

Venezuela llegó a contar con 19 hospitales acreditados como amigos del niño para 2005, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), pero en la actualidad ninguno de sus centros públicos está certificado como un hospital amigo del niño.

“Perdimos la acreditación de los hospitales amigos de los niños. Ya no tenemos hospitales acreditados en el país, pero yo les pido a los médicos que sean amigos de los niños”, destacó Elvia Badell, presidenta de la Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría.

No solamente se han perdido acreditaciones, sino que también han cerrado lactarios.

“Debería haber lactarios en todas partes, eso garantiza la alimentación del lactante o niño pequeño en emergencia, en la cual estamos nosotros, porque estamos en emergencia humanitaria desde 2016. Eso habla de seguridad alimentaria. Que tú eduques a una mamá en dar lactancia habla de seguridad alimentaria”, añadió la pediatra.

El caso más emblemático es el centro de lactancia Mi Gota de Leche, del Hospital J.M. de los Ríos, que contaba con su lactario institucional.

Después de constantes reubicaciones, ausencia de un espacio idóneo e insumos y reducción de personal, el servicio entró en cierre técnico en 2022 tras haber atendido casi 80.000 personas durante poco más de 20 años. Sin embargo, el lactario ya había dejado de funcionar previamente por la falta de condiciones para almacenar la leche.

El centro de lactancia del J. M. ya no figura en la cartelera de servicios del hospital | Foto: Efecto Cocuyo

A finales del 2022, el hospital además jubiló a la jefa del servicio, la gastroenteróloga Evelyn Niño, luego de décadas de actividad en distintas áreas del hospital.

“La situación del servicio Mi Gota de Leche Centro de Lactancia sigue siendo incierta en virtud de que ahora no cuenta con jefe de servicio y no hay quien dé información sobre su reubicación”, comentó la doctora al entregar su informe de gestión.

Para agosto de 2023, el servicio Mi Gota de Leche sigue cerrado, a pesar de contar con una medida cautelar de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Cidh).

Al acercarse al hospital a preguntar por el servicio, sus trabajadores responden que ya no está activo. Desde el servicio de Nutrición, indican a las madres que vayan al centro nutricional de la organización no gubernamental Prepara Familia.

“Tenemos que garantizar los bancos de leche, los lactarios, que en los hospitales haya salas donde las mamás puedan extraer su leche, donde el bebé en terapia intensiva a la mamá le sacan la leche y se la pueden dar con la jeringa con lo que tengan en la boquita y mejorar”, destacó Badell.

Educar y proteger la lactancia

De acuerdo con la presidenta de la Svpp, la educación en lactancia sigue siendo insuficiente para las familias y para profesionales de la salud, pues en algunos establecimientos sanitarios piden fórmulas y teteros para bebés aunque no los necesiten.

Por ello, desde la sociedad médica organizaron el primer congreso presencial sobre lactancia materna, entre el 4 y el 5 de agosto, para fomentar la educación en lactancia y nutrición.

“La lactancia es el estándar de oro de la nutrición infantil”, expresó. “Debe ser exclusiva los primeros seis meses, y con alimentación complementaria desde los seis meses hasta los dos años o más, pero en Venezuela ya a los cuatro meses se nos ocurre empezar a dar comida para poder salir a trabajar”.

Desde la Svpp quieren formar a más médicos en lactancia materna | Foto cortesía Svpp

La experta resaltó que la lactancia materna evita la muerte súbita, la muerte infantil por enfermedades infecciosas y diarreas, aleja a los bebés de la desnutrición y la emaciación y evita enfermedades crónicas no transmisibles, además de mejorar el capital humano.

En el caso de las madres, explicó que reduce el riesgo de padecer cáncer de ovario y mama e hipertensión, restablece su peso después del embarazo y mejora el apego con el bebé.

“Si tienes una mamá embarazada que tiene meses viéndose con el obstetra, desde la semana 30 debe ir con el pediatra para que le diga qué va a pasar cuando el bebé nazca y ella comience la lactancia. Todas dicen lo mismo: ‘No me sale leche las primeras 48 horas’. Sí les sale, les sale calostro, que es riquísimo en proteína y anticuerpos pero es escaso, es como una vacuna porque es en gotitas”, indicó.

Para este 2023, el mes de la lactancia materna, que comenzó con la Semana Mundial de Lactancia Materna (del 1 al 7 de agosto), se enfoca en la mamá que trabaja, con el lema: “¡Hagamos que la lactancia materna y el trabajo funcionen!”.

En el caso de Venezuela, existen diferencias en sus estadísticas. Hasta 2015, la tasa de lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses (reportada a nivel internacional) llegaba a 28%, menos de tres de cada 10 bebés, según Unicef. De acuerdo con el Ministerio de Alimentación, en cambio, la cifra era de 76,6% en 2019.

“La ley tiene que proteger a la mamá para que se quede 6 meses en casa cuidando a su bebé y cuando vuelva al trabajo, en el trabajo debe haber una guardería donde pueda dejar a su bebé. Todo eso es el ideal de un país que estoy dibujando pero que no tenemos”, expresó Badell.