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Credit: La Opinión de Colombia

En alianza con La Opinión de Colombia

Por: María José Salcedo

La medida de cierre de frontera adoptada por las autoridades de Venezuela este jueves al final del día, tomó por sorpresa a muchos ciudadanos venezolanos que quedaron varados en Colombia, luego de viajar desde el interior del país y otros lugares del mundo, con la intención de participar en las elecciones presidenciales, a celebrarse este domingo 28 de julio. 

Algunos llegaron en avión, pero otros llegaron hasta la frontera colombo – venezolana luego de viajar por horas vía terrestre.

Luego de un recorrido por los puentes internacionales que se ubican en el perímetro del Área Metropolitana de Cúcuta, la presencia más importante de ciudadanos venezolanos se observó en el puente internacional Simón Bolívar, entre La Parada y San Antonio del Táchira; mientras que en el Francisco de Paula Santander y el Atanasio Girardot, el flujo de personas particulares era escaso, solo había presencia de funcionarios de seguridad y migración tanto de Colombia como de Venezuela.

La esperanza de votar 

La historia de las personas que iban llegando tenía como común denominador el hecho de haber salido de su país casi que obligados por la crisis, ahora estaban de regreso con la esperanza de generar un cambio a través del voto.

Personas se quedaron varadas en la mitad del puente por el cierre de frontera.

Diana Luz Montoya, una venezolana radicada en Bogotá, llegó a La Parada a las dos de la mañana de este  viernes, tras viajar por dos días. “Yo voy camino a Caracas y me consigo con esta situación aquí en la frontera, es una falta de respeto”, dijo la mujer, quien aseguró no tener más opción que esperar una ligera apertura, pues no tiene dinero para regresar. 

Otro de los ciudadanos venezolanos que vieron interrumpido su viaje a Venezuela por cuenta del cierre de frontera fue José Almada, un barbero profesional que viajó desde Cali con su familia, su esposa y tres hijos, y esperaba poder llegar a su natal estado Portuguesa. 

José salió de Venezuela hace seis años y se radicó en la ciudad de Cali, donde pudo establecer su negocio de barbería pero ahora, decidió volver a su país con las ganar de votar como principal votación. 

“Vine a votar, pero también quiero quedarme un tiempo, por lo menos hasta diciembre, a ver cómo nos va”, dijo Almada, quien esperaba poder pasar por el puente, porque si no “toca por el monte”, afirmó, en referencia a las trochas. 

Andrés Falla es otro joven que buscaba llegar a Venezuela, específicamente a la ciudad de Barquisimeto, luego de cinco días de viaje desde Perú. “He pasado mucho tiempo en el exterior”, dijo este ciudadano, recordando que ya eran seis años fuera de su país. 

“Vengo a ver mi familia, a mi hijo, a mis adres, pero principalmente a votar. Ya estamos cansados de tanta injusticia, por eso vine a ejercer mi derecho al voto”, expresó Falla, quien no duda de que en esta ocasión sí puedan cambiar el rumbo de Venezuela. 

“Es imposible ocultar tanta verdad, el descontento es tan evidente que hasta los funcionarios públicos  están dispuestos a votar en contra de este  régimen genocida”, dijo el venezolano. 

Tras permanecer varias horas en el puente, un grupo de casi 100 personas pudo pasar a Venezuela, luego de que por medidas de seguridad, funcionarios de migración gestionaran los permisos de ingreso ante las autoridades militares del vecino país. 
“Se hizo para evitar accidentes con las personas en la mitad del puente, pero ya no se va a habilitar más el paso hasta el lunes”, dijo un efectivo de la Policía Nacional de Colombia.

Corredor humanitario 

Las únicas personas a las que se les estaban permitiendo el paso por los puentes, principalmente por el Simón Bolívar, era a aquellas con enfermedades oncológicas y renales, quienes reciben sus tratamientos médicos en Cúcuta. 
 

Por razones de seguidad, autoridades venezolanas permitieron paso de algunas personas.

Esto fue posible porque Venezuela habilitó un canal humanitario para este tipo de casos, y para ello dispuso un equipo médico que se encargaba de verificar las historias clínicas de los pacientes y posteriormente autorizar el paso de las personas. 

Las trochas como último recurso

Sobre el mediodía del viernes seguían llegando ciudadanos venezolanos a La Parada con la intención de cruzar, sin embargo, se encontraron con barandas de Migración Colombia atravesadas en los módulos de la Dian, para impedir el paso de las personas hasta la mitad del puente y generar un nuevo congestionamiento en el lugar. 

Las opciones para esas personas ya eran escasas. Impedidos de cruzar por los puentes, se debatían entre quedarse en Cúcuta, regresar a las ciudades de residencia o recurrir a las trochas como último recurso. 

Y es que esta alternativa además de costosa, representa un riesgo muy alto para las personas, dado el perfil de quienes controlan estos pasos ilegales, sin contar con el hecho de que también están siendo custodiados y monitoreados por la fuerza pública colombiana y venezolana, desplegada a los largo del corredor fronterizo. 

Un canal humanitario fue habilitado para el paso de personas con enfermedades de alto riesgo.

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