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Por Génesis Marior Figueroa
Maracay – El joven catequista de 19 años residente de Samán de Güere, en el municipio Santiago Mariño, Ángel Isaac Ortega Romero, salió de su residencia el 17 de octubre de 2019 y jamás regresó. Su cuerpo fue hallado calcinado el sábado 9 de enero por miembros del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalistas (Cicpc).
Un total de 14 meses pasaron desde la última vez que la familia Ortega supo del paradero de su pariente, quien salió de su residencia con la intención de visitar a una amiga y luego se dirigía a San Jacinto; sin embargo, nunca se presentó en ninguno de los dos lugares donde era esperado.
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Familiares del joven reconocieron su cuerpo, que aún conservaba rastros de la ropa con la que fue visto por última vez: un suéter negro, jeans y un bolso, luego de que sabuesos del Cicpc lo hallaran en un galpón ubicado en la avenida Intercomunal Turmero-Maracay el 9 de enero en horas de la noche.
Los efectivos dieron con la ubicación de Ortega Romero después de rastrear su teléfono celular y localizar a uno de los victimarios, quien fue puesto a las órdenes de la Fiscalía 22° del Ministerio Público.
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Efectivos castrenses siguen las averiguaciones a fin de dar con el paradero de otros posibles involucrados en el homicidio del joven aragüeño. La desaparición de Ángel Isaac Ortega fue de gran resonancia en el estado debido a que el joven era catequista de la parroquia San Pedro Apóstol de Maracay, además de trabajar en un local de comida en el centro de Turmero y ser estudiante del tercer semestre de publicidad y mercadeo en el Instituto Universitario de Tecnología Antonio Ricaurte.
A través de sus cuentas en plataformas digitales, la Diócesis de Maracay lamentó el hallazgo del cuerpo sin vida de Ortega Romero.
