Recorrido | Estas son algunas sugerencias para rendir el nuevo salario mínimo

El venezolano que está en la escala mas baja de la tabla salarial debe hacer malabares para rendir el dinero

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Caracas.- Una de las consecuencias de la hiperinflación, proceso que ya tiene dos años en Venezuela, es el efecto pulverizador en el ingreso de los trabajadores.

Los cálculos de cuál será el índice inflacionario de 2019 son diversos. El más reciente fue el que estimó el Fondo Monetario Internacional, de 200.000%, luego de ajustar la cifra que se suministró a principios de año, de 10.000.000%. En todo caso, son cifras que salen de toda racionalidad.

Algunos analistas del mercado consideran que el cuestionado gobierno de Nicolás Maduro no tiene una política económica que combata la hiperinflación. “La política salarial chavista es populista y se ha concentrado en subir el salario mínimo sistemáticamente cuando la productividad del país no crece, lo cual trae como consecuencia que no hay demanda de empleo», afirma Oscar Torrealba, investigador del Observatorio del Gasto Público del Centro de Divulgación del Conocimiento Económico para la Libertad (Cedice), quien analizó para El Pitazo el entorno macroeconómico del país.

Torrealba explicó que el crecimiento del ingreso mínimo es absolutamente ficticio, pero siempre va a tener una repercusión en el alza de los precio, aunque poco. En este punto coincide con sus colegas economistas, quienes han expresado que el incremento del salario mínimo integral, que pasó de 40.000 a 300.000 bolívares, tendrá poco impacto inflacionario. “Esta cifra de 40.000 bolívares es tan irrisoria que prácticamente no alcanzaba para nada; por eso las empresas privadas comenzaron a pagar mucho más de los 40.000 e incluso de los actuales 300.000", indicó Torrealba.

Poder de compra

En un recorrido hecho por El Pitazo en varios comercios, se constató que el nuevo ingreso mínimo integral de 300.000 bolívares tiene un poder de compra bastante escaso. Se observó que las opciones de precios relativamente accesibles son varias, pero la accesibilidad la impone en estos momentos la caída del consumo, razón por la cual los vendedores se las ingenian para atraer compradores.

Los mercados a cielo abierto

Desde varios estados del país, en especial desde los andinos, llegan camiones medianos y pequeños a Caracas.

José Roa, comerciante tachirense, dijo a El Pitazo: “Tenemos que pagar la gasolina bien cara en el mercado negro para poder viajar a Caracas. El tanque de 60 litros de mi camión 350 se llena con 70.000 bolívares. Salimos de La Grita, pero si no tenemos el dinero o la gasolina suficiente, tenemos que parar en Cojedes para vender algo de la mercancía, reunir efectivo y pagar carísima la gasolina y poder llegar a la capital. Acá hay más plata, mucho más efectivo y vendemos todo. Ya tengo dos puntos de venta y he podido cambiar dos cauchos".

Roa se coloca en varios puntos de Caracas y vende verduras, plátanos, cambures, patilla, compuesto, papa, zanahoria, café, entre otros artículos. “Los plátanos a 10.000 bolívares el kilo vuelan; en otras partes están en 15.000 y 18.000. La verdura la tengo en 14.000, la yuca en 6.000 y los cambures en 5.500", manifestó. Ciertamente, esta es una opción para el trabajador que está en la escala salarial más baja.

Cadenas de supermercados que activan ofertas

Ante la caída del consumo en el país, las cadenas de supermercados establecidas activaron ofertas en estos momentos de crisis, e incluso están ofreciendo productos empacados en presentaciones pequeñas. Una porción de jabón en polvo para lavar, por ejemplo, cuesta 16.500 bolívares.

Otra opción de presentación de las mercancías es ofrecer bolsas de plástico sin identificación. Se trata de las ventas al granel, modalidad muy usada en Colombia y Panamá. Hay bolsas selladas sin la identificación de marca, lo cual reduce los precios. Hay café en 24.000 bolívares el medio kilo y cereales a 13.500 el kilo.

Mercados municipales

Los mercados municipales de Caracas compiten entre sí para llevarse a los clientes. También hacen ofertas y combos, además de bolsas solidarias, con cinco o seis productos en mercancía seca o en carne.

En el mercado de Quinta Crespo se organizan combos de cinco kilos de carne a un precio de 150.000 bolívares, lo que representa el monto completo de la pensión de jubilados del seguro social.

Compra a emprendedores

En estos tiempos de crisis, el emprendimiento surge como alternativa para los venezolanos que quieran ofrecer servicios o productos. En redes sociales y en cadenas de WhatsAap hay grupos de venezolanos que anuncian ofertas en los precios de comida, licores, venta de ropa, zapatos, artículos para el hogar y repuestos de vehículos.

Otros ofrecen hacer a domicilio servicios de peluquería, manicure, barbería, entre otros. En varias plazas caraqueñas, como la Diego Ibarra, Santa Capilla, así como en el bulevar de Catia, hay quienes improvisan barberías populares. Un corte de pelo para caballero puede estar entre los 45.000 y 50.000 bolívares.

Reparación de artículos

En la Venezuela de 2019 es casi imposible comprar ropa, zapatos, electrodomésticos y repuestos de autos, entre otros. Esta situación ha potenciado el fortalecimiento de talleres de reparación. Es así como coser y pegar un par de zapatos cuesta 100.000 bolívares, y cambiar la suela entera está en el orden de los 250.000 bolívares. Un par de zapatos de goma sencillos, de imitación, está en el orden de los 650.000 bolívares.

Estas son algunas opciones para rendir los ingresos del trabajador venezolano, sobre todo para el que está en el escalón salarial más bajo.

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