Caracas. – Un total de 20 horas permaneció el cadáver del médico Juan Bautista Tovar, de 78 años, en su apartamento del conjunto Parque Residencial Terrazas de La Vega, en Caracas. El médico falleció por causa del COVID-19 durante la madrugada del pasado 1 de abril.
Bautista, un profesional de la medicina muy apreciado por los vecinos del complejo residencial, fue una de las personas que prestó ayuda a la presidenta del condominio del edificio 40, Doris Linares, cuando cayó enferma también por causa del coronavirus.
Presumen que esta fue la causa del contagio de Bautista, pues días antes de su muerte, la señora Linares había fallecido en el Centro Médico Docente La Trinidad.
«No conocíamos la magnitud de esta enfermedad hasta que vimos morir a estas dos personas de nuestra comunidad. A los pocos días de fallecer la presidenta de la junta de condominio, el doctor Bautista comenzó a presentar los síntomas, y fue en la madrugada del jueves cuando su esposa nos llama e informa la lamentable noticia», contó Marcos Bastidas, uno de los habitantes del conjunto residencial.
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«Apenas supimos de su muerte empezó el calvario porque la ayuda se tardó bastante en llegar y eso nos preocupó mucho», señaló Bastidas. Contactaron a la Policía Nacional, organismo que se comprometió a mediar para conseguir el traslado, pero no tuvo éxito.
Después de esa primera gestión, los vecinos contactaron al dirigente político Leocenis García, quien se comunicó con la Alcaldía de Caracas, y así fue como llegó una llamada del Servicio Nacional de Medicatura y Ciencias Forenses (Senamecf), que prometió el envío de una unidad para retirar el cadáver. «Llegaron como a las 10 pm del jueves, y por fin el cuerpo del doctor Bautista fue sacado del inmueble», indicó el residente Bastidas.
Familia contagiada
En Terrazas de La Vega habitan 1.730 familias y hay varios casos de contagios por COVID-19. «Gracias a la unión que hemos desarrollado, los mismos afectados han alertado a los demás vecinos para que tomen precauciones», sostuvo el vecino.
Uno de los casos alarmantes es la de otro habitante del urbanismo, Roberto Marrero, quien se contagió e inevitablemente también afectó a su esposa e hijos, situación que resulta complicada. «Soy una persona responsable, me cuido y cuido a mi familia. Como todos, comencé a protegerme con las medidas de seguridad y creo que a veces exageré en su aplicación. Sin embargo, eso no bastó y me contagié no sé cómo ni dónde», narró.
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Esta experiencia llevó a Marrero a elaborar una serie de recomendaciones y reflexiones, que divulga por WhatsApp u otros medios entre los demás habitantes, como una manera de orientarlos sobre lo que significa padecer el contagio. Recomienda buscar apoyo para quienes padecen la enfermedad, y luego darlo, si la superan, a quienes la sufren.
Este vecino también exhorta a todos los habitantes a colaborar con los gastos médicos y la alimentación de los afectados por el coronavirus, así como a tener paciencia y seguir ciertas recomendaciones mientras persisten los síntomas.