Caracas.-“Valentía", esa es la cualidad que los manifestantes del sector salud y de la educación que se concentraron este miércoles, 18 de noviembre, pedían a sus compañeros en hospitales, escuelas y universidades del país para que se sumen a las protestas que por tercera semana consecutiva mantienen ambos gremios en conjunto.
Esta vez la convocatoria unificada de las federaciones fue en las afueras del Hospital Clínico Universitario, al que llegaron docentes jubilados y activos con pancartas para encontrarse con los trabajadores del centro de salud que se animaron a bajar para ser parte de la protesta.
Con un megáfono, los dirigentes de distintos sectores, incluidos en las áreas de salud y educación, plantearon sus quejas e inconformidades con las políticas de la administración de Nicolás Maduro a los trabajadores públicos y convocaron a sus colegas a activar la queja desde sus puestos de trabajo para hacer valer sus derechos laborales.
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“Es necesaria la unión de abajo hacia arriba porque cuando las bases se mueven, lo que está encima se cae y es necesario que lo entendamos para que avancemos", dijo Pablo Zambrano, dirigente de Fetrasalud, quien les recordó a los trabajadores que los aguinaldos en épocas anteriores alcanzaban para comprar hasta inmuebles, pero que los que fueron cancelados al sector sanitario esta semana solo alcanzaron para comprar tres harinas de maíz.
Para Zambrano, es necesario que los sectores de la sociedad civil en el país “eviten la mezquindad" y apuesten por una lucha que obligue a quienes están en el poder a escuchar sus quejas.
Trabajadores del Clínico Universitario recibieron a los docentes activos y jubilados que respaldaron la protesta de este 18 de noviembre | Foto: Ronald Peña Los voceros tomaron un megáfono para dirigirse a sus compañeros y pedir a otros que se sumen a la lucha | Foto: Ronald Peña La protesta terminó cuando dos camiones de desinfección pasaron reiteradamente por la plaza de Las Tres Gracias y empaparon a los manifestantes | Foto: Ronald Peña
Ana Rosario Contreras, dirigente del Colegio de Enfermeras de Caracas, estuvo presente en la manifestación y tomó la palabra para aclarar que “no van a venir los extraterrestres a defendernos", y que la solución de los problemas del país estaba en manos de los trabajadores, a quienes les pidió mantenerse movilizados y activados en las quejas públicas y notorias por la violación a los Derechos Humanos que representan los salarios y las condiciones en las que trabajan los empleados públicos.
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Quienes acompañaron la manifestación este miércoles llevaron pancartas, banderas y hasta disfraces para mostrar su descontento por la situación que viven. Fue el caso de la enfermera Francis Guillén, quien tiene ocho años como instrumentista en el Hospital Doctor Miguel Pérez Carreño, y acudió a la protesta vestida del “grinch", para dejar ver que el Ejecutivo nacional “robó la navidad a los trabajadores públicos".
Guillén contó que con su bono navideño solo pudo comprar algo de charcutería y huevos para una semana. La crisis y el bajo salario la obligaron a iniciarse como trabajadora informal y vender productos de higiene personal en Catia. “El señor Maduro nos dice que tendremos navidades felices, pero la verdad es que felices serán las que habrá en su casa, porque aquí los venezolanos de a pie no tendremos como celebrar nada", apuntó.
Los docentes, enfermeros, profesores, trabajadores administrativos, obreros y dirigentes que acompañaron la manifestación caminaron hasta la plaza de Las Tres Gracias, en Ciudad Universitaria, para decir algunas consignas y cerrar la protesta. Sin embargo, la protesta terminó cuando dos camiones de desinfección de la Alcaldía de Caracas pasaron al menos en cuatro ocasiones por la plaza rociando a los manifestantes y mojándolos completamente.