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Caracas.- El Pitazo pudo constatar en un recorrido que la mayoría de los usuarios del sistema Metro de Caracas cumple con la medida de obligatoriedad del uso del tapabocas impuesta por el gobierno de Nicolás Maduro el pasado 13 de marzo. Esta disposición fue ordenada al confirmarse los primeros dos casos de coronavirus en Venezuela, pero no está contemplada en las normas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para contener la propagación de la enfermedad.
El cumplimiento es supervisado por funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana y de la Guardia Nacional. La milicia no fue incorporada al operativo, pese a que antes de la contingencia tenían funciones de seguridad en el sistema.
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En varias farmacias visitadas por el equipo reporteril de este medio de comunicación, no todas las personas portaban las mascarillas. Manifestaban que, precisamente, acudían a comprar algún tipo de protección, pero sin éxito. En al menos cinco farmacias visitadas, dos de ellas de las cadenas más importantes del país, no hay tapabocas, guantes, alcohol ni gel antibacterial.
Pasajeros del metro que no portaban mascarilla aseguraron a El Pitazo que no la adquirieron por su alto precio o porque está agotada en las farmacias. «Pregunté en varias farmacias y no bajaban de 300.000 bolívares. Si es obligatorio el uso deberían darlas gratis», señaló Sandra Villalobos, cocinera y usuaria habitual del subterráneo.
Dentro de los vagones, quienes no disponen del implemento optan por cubrirse el rostro con pedazos de tela o franelas. Incluso, los vendedores ambulantes llevan tapaboca. No se observó ninguna medida adicional del protocolo para garantizar la higiene de las manos o torniquetes, como se implementó en países que han reportado la propagación del coronavirus.
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El control de acceso al metro no es uniforme en todas las estaciones del subterráneo. En algunas, como Chacao, Altamira, La California, Bellas Artes y La Bandera, solo hay personal mínimo del sistema de transporte.
Desde 2005 la OMS ha actualizado normas sobre el uso de la mascarilla. En todas pide reservarlas para personal de salud, pacientes crónicos o contagiados, pues no evita el contagio. En 2012, en ocasión de la propagación del MERS-CoV, cepa anterior al COVID-19, la OMS recomendó que los tapabocas se debían descartar cada 24 horas para que su uso fuese efectivo.
Con información de Jesús Barreto.
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