Puerto Ayacucho.- El centro de la capital de Amazonas fue tomado en su totalidad por los trabajadores informales, quienes han venido haciendo lo que mejor les ha parecido, sin tomar en cuenta las ordenanzas vigentes que existen de parte de la cámara de concejales de Atures. Una de las nuevas modalidades que se observa es la venta al aire libre de productos cárnicos sin ninguna supervisión sanitaria.
En medio de las colapsadas avenidas Orinoco y 23 de Enero es expendido a cielo abierto: pollo, carne, cochino y pescado. Estos productos son exhibidos en mesas en medio de las abundantes moscas, humos de los carros, entre otras situaciones anti higiénicas que están a la vista de todas las personas que transitan por estas arterias viales. Hasta ahora ninguna autoridad se ha pronunciado sobre este tema.
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Sentry González asidua visitante del mercado 60 aniversarios de Puerto Ayacucho, ofreció su punto de vista en relación a esta caso, señalando que la anarquía que se vive en la ciudad por la falta gerencia en el municipio, ha ocasionado que los mismos carniceros saquen a la calle su mercancía, sin tomar en cuenta la higiene de estos productos que deben ser necesario para su venta. Esta ciudadana expresó: “Ahora los bachaqueros se metieron a carniceros porque con el apoyo de los dueños de carnicerías, están vendiendo estos productos sin cumplir con lo reglamentario. Lo preocupante de todo es que la carne y el pollo son expuestos al aire libre y las autoridades sanitarias bien gracias, no aparecen por ningún lado. Los concejales también han permanecido en silencio, no han hecho nada para supervisar estos espacios y así mantener la higiene”.
Por su parte Asdrúbal Guzamana, habitante del sector San Pablo de Carinagua, detalló que compró un kilo de carne de res a uno de estos vendedores ambulantes y al llegar a su casa se dio cuenta que estaba casi descompuesto, “la carne estaba mala, prácticamente perdí mi dinero porque no lo pudimos comer. Esto pasa porque durante el día esta carne y demás productos están expuestos al sol, agua y demás contaminación ambiental” reiteró.
Un vendedor que se identificó como Leonardo Vargas, aseguró que a pesar de que no cuentan con la supervisión sanitaria, tienen un permiso firmado por la oficina de Rentas Municipales de la Alcaldía de Atures, institución que recibe el pago semanal de todos aquellos los trabajadores informales y vendedores de productos cárnicos que ocupan un espacio en las avenidas céntricas de la capital.
Trabajadores renuentes
En sesión ordinaria del Concejo Municipal de la jurisdicción capital, se ha discutido este tema para la revocación de permisos y reubicación de estos trabajadores, sin embargo no se ha podido ejecutar tal acción. En una primera reunión sostenida a puertas cerradas con el alcalde José Zamora se acordó hacer una asamblea en la avenida Orinoco para buscar una solución en conjunto a este problema.
Eduardo Hernández indicó que en dos oportunidades el burgomaestre aturense no ha llegado a la cita pautada, lo que ha sido considerado como una burla de parte de este grupo, quienes se han mostrado renuentes de asistir a una nueva reunión. “Seguiremos en la calle trabajando para ganarnos el pan de cada día porque somos padres de familia y no delincuentes como muchos piensan” dijo.
Acciones paralizadas
El plan de reordenamiento de la ciudad se ha visto afectada por la proliferación de la economía informal, según acotó el presidente del Concejo Municipal José Navarro. Destacó que el alcalde con su equipo de gobierno está organizando mejores estrategias para no perjudicar, ni atropellar a nadie. Se espera que antes de finalizar este año puedan cumplir con este trabajo para despejar las calles, incluyendo la supervisión obligatoria de la venta de productos.
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