San Cristóbal.- Hace 15 años el sacerdote Franco Lanza, de la Diócesis de San Cristóbal, inició con la casa hogar Carpintero de La Montaña, ubicada en San José de Bolívar, municipio Francisco de Miranda del estado Táchira, con el objetivo de albergar a ancianos que no tuvieran donde vivir, ni alimentarse. Actualmente cuenta con 100 abuelos y 15 niños, para quienes trabaja a diario.
Su iniciativa surgió desde niño, copiando el patrón de conducta del sacerdote de su parroquia en la localidad de Los Teques- estado Miranda, su lugar de nacimiento. El líder religioso ayudaba a los ancianos y tenía un albergue en casi todo el país, por lo que él se propuso a seguir con esa obra. El día que se ordenó como sacerdote, hace 15 años, le regalaron el terreno en el que hoy funciona la casa hogar y a partir de allí cumplió su objetivo.
“Le dije a Irene que era mi nana, que cuando fuera sacerdote me los iba a llevar a ella y a su esposo, porque eran muy pobres, y así fue, me hice sacerdote, fundé la casa hogar y ahora es mi mano derecha, la directora de la casa hogar. Su esposo murió aquí y aquí está enterrado”, relató.
Se trata de un lugar ubicado entre las montañas tachirenses, conformado por 20 cabañas construidas bajo la dirección del padre Lanza, quien pedía a la comunidad bloques y cemento para lograrlo. Su distribución es similar a la de una posada entre árboles, caminerías, una piscina pequeña, espacios para la cría de conejos, gansos, patos, gallinas y cochinos.
Cuentan con una medicatura, una capilla, casa de música, biblioteca y el espacio de los niños. El comedor es amplio y tiene un patio central en donde realizan actividades y reciben a quienes llegar a dar su apoyo a la casa hogar. También cuentan con un campo santo en donde quedan los restos de quienes conforman el lugar.
Franco Lanza es músico desde niño y aprovecha sus conocimientos para enseñar a los abuelos, quienes integran el grupo musical con cuatro y maracas, para recibir a los visitantes. También aprendió enfermería y como tratar los cuerpos de los muertos, para hacer su labor menos complicada.
“La Casa Hogar cumple 15 años que se celebran el 29 y 30 de noviembre y el 1ero de diciembre. Nació el día de la virgen del Carmen con mi ordenación sacerdotal, pero lo celebramos en diciembre porque es verano y le damos la bienvenida a la navidad. Colabóranos con ropa, colabóranos con comida, con medicina y con tu presencia… Necesitamos medicina, necesitamos ropita, tenemos abuelitos de Colombia, niños especiales abandonados, ahora trabajamos con niños Down y niños abandonados en extrema pobreza”, expresó a El Pitazo durante una actividad de entrega de insumos realizada junto a la ONG Futuro Visible y la fundación Te Propongo paz.
Cuatro años sin ayuda
Desde hace cuatro años a la Casa Hogar Carpintero de la Montaña no llega una ayuda mensual, sino lo que los tachirenses desean donar por iniciativa propia, o porque ven al padre Franco Lanza pidiendo en calles y avenidas con un megáfono, o en cuanta actividad surja que le permita no sólo contar su labor, sino también vender comida que le permita hacer un dinero para comprar alimentos.
Recuerda que en una oportunidad no tenían con qué comer y se fueron a orar frente al santísimo, en la capilla del lugar, a los 20 minutos les llegó una donación grande a la puerta. Lo relata como uno de los hechos “más hermosos” que le han ocurrido. “Aquí reímos, lloramos, nos alegramos, los corrijo, a mis empleados los ayudo desde nuestra pobreza les doy una bolsita de comida, y de las críticas que nos hacen nos llenamos de fortaleza”, añadió.
Y es que los alimentos como llegan se van, pues a diario deben cocinar siete kilos de harina, pasta o arroz, para poder abarcar las necesidades de las 115 personas que están bajo su custodia.
Actualmente tiene a 15 pacientes que estaban en el centro psiquiátrico de Peribeca, que fue cerrado el año pasado, por lo que requiere además de ropa y alimentos, medicamentos psiquiátricos y para la convulsión.
La organización JHS les ofreció hacerles la cancha deportiva y arreglar la ambulancia, a la cual le robaron el clochet y el freno de manos. “Pido a Dios, a la virgen y a JHS que sea verdad, ya tengo el terreno aplanado para la cancha”, agregó.
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