San Cristóbal.- A través de la campaña Yo soy visible, que consistió en que cada participante publicara una imagen en los estados de las redes sociales Whatsapp e Instagram, con su nombre y las horas sin electricidad que han pasado en su comunidad, la ONG Futuro Visible dio a conocer el jueves 7 y viernes 8 de mayo la crisis eléctrica que está atravesando el estado Táchira.
A través de sus grupos de Whatsapp y en conexión con defensores de derechos humanos, Futuro Visible invitó a los ciudadanos a participar en lo que definieron una protesta virtual, para reclamar que la entidad pasa más de 20 horas diarias sin el servicio eléctrico.
La presidenta de Futuro Visible, Daniela Orozco, manifestó que la ciudadanía está en su derecho de exigir servicios públicos de calidad, sobre todo en medio de una cuarentena por la pandemia de coronavirus, que limita realizar labores fuera del hogar, y no tener electricidad implica no poder trabajar ni estudiar; y para quienes no tienen gas, no poder cocinar, ni comer.
“Quisimos hacer visible nuestro padecimiento y rechazar la normalidad que pretende instaurarse ante este sufrimiento", indicó.
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Paralizados
A partir de las 5:00 de la tarde comenzaron las publicaciones en los estados. Clemi Niño, habitante de San Cristóbal, escribió en la imagen que a diario pasa 18 horas continuas sin servicio eléctrico. “Este inhumano racionamiento no me permite realizar mi trabajo desde casa", agregó.
Yonathan Pernía denunció que sus racionamientos son de ocho horas y que por los apagones se le quemaron el televisor y el ventilador. “Además es imposible cocinar ya que no tenemos gas", añadió.
Beatriz Salas pasa más de 12 horas diarias sin electricidad, lo que le limita la posibilidad de reprogramar sus actividades vía web del trabajo que realiza como directora de la ONG Proyecto 860 y como promotora de la Coalición Anticorrupción en el Táchira. “He perdido enlaces de estudios interesantes, reuniones y actividades virtuales. En el hogar los equipos eléctricos empiezan a fallar", publicó.
Alirio Moncada también enfrenta racionamientos de 12 horas consecutivas diariamente. Asegura que permanecer sin electricidad lo mantiene frustrado, con impotencia, en estado de ansiedad y, por lo tanto, sin capacidad para entregar trabajos a tiempo. Se le dañaron alimentos.
De 12 a 14 horas pasa sin luz Teresa de Contreras, a quien no sólo se le ha atrasado el trabajo que realizaba desde el hogar, sino que también se le han descontrolado los horarios de comer pues tiene que esperar que llegue la electricidad para hacerlo. Se le han dañado alimentos por tantas horas que pasa la nevera apagada.
Nelly Sierra sufre apagones de 12 y 16 horas diarias, lo que le impide dar clases online, y hacer las tareas con su hija porque no tienen internet. “No tengo gas y no puedo preparar los alimentos a tiempo, no puedo lavar porque tampoco hay agua", agregó.
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