La cuarentena aumentó la inseguridad en comunidades de Barinas

Barinas.- Habitantes de las parroquias Alto Barinas y Corazón de Jesús, de extremo a extremo en la ciudad capital del estado llanero, denuncian que desde que comenzó la cuarentena los asaltos y atracos a mano armada ocurren con mayor frecuencia a cualquier hora del día.

En La Esperanza, parroquia Corazón de Jesús, los vecinos han tenido que reforzar su seguridad personal y la de sus hogares. En el barrio, de acuerdo con el relato de este miércoles de Franklin Tovar, durante mayo, motorizados y ciclistas ajenos a la comunidad hacen de las mujeres sus principales víctimas.

Recuerda, por ejemplo, que hace dos semanas, en la calle cuatro, un joven estuvo a punto de perder la vida después de que le entregó su teléfono a un atracador. El maleante, antes de irse con el botín, accionó el arma que llevaba, solo que el gatillo se trancó y la bala no salió. El atracador huyó con el teléfono móvil del muchacho.

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Dos días después, en la misma calle cuatro, un hombre fue despojado de su bicicleta y su teléfono celular, mientras que unas vecinas pudieron evitar que le robaran su bicicleta a una señora cuando escucharon a un par de muchachos planificar el robo y le advirtieron a tiempo lo que pensaban hacerle dos motorizados al salir de la bodega donde se encontraba.

Tovar cree que la ausencia de patrullaje por la zona es la principal razón por la que se han incrementado los robos y atracos en su comunidad.

Lomas de Alto Barinas y Sageco pertenecen a la parroquia Alto Barinas. Los vecinos de ambas comunidades también se quejan por los robos que, a diario, ocurren en las viviendas.

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«Cuando los apagones son de 9:00 pm a 3:00 am la gente no duerme. La oscuridad y la falta de vigilancia son cómplices de los delincuentes», afirma una vecina que prefirió omitir su nombre.

En Lomas de Alto Barinas, dice, a principios de mayo se metieron a la urbanización y en una sola noche robaron al menos cuatro viviendas.

Al lado de esa urbanización hay un terreno de un plan habitacional que se llama Amanecer Llanero, ahí hay permanentemente un guardia nacional de vigilante; no obstante, permite que delincuentes entren al terreno.

Ese día, cuando estaba el apagón, se llevaron unas bicicletas y también varios cilindros de gas. «Qué desgracia, además de los apagones y la cuarentena, los malandros sí pueden andar de noche haciendo de las suyas», exclamó la vecina.