Guanare.- La comunidad Barrio Obrero, de Píritu, municipio Esteller del estado Portuguesa, fue afectada por un fuerte ventarrón que ocurrió el viernes, 8 de mayo, en horas del mediodía. En la zona quedaron a la intemperie tres familias, a cuyas viviendas se les desprendió parte del techo.
La situación fue reportada a El Pitazo por el infociudadano Andrés Graterol, quién advirtió que Barrio Obrero tiene un cerco epidemiológico por un caso sospechoso de COVID-19. «La zona está aislada», dijo Graterol.
Los afectados por el ventarrón pidieron a las autoridades municipales que los ayuden a solucionar rápido la reparación de las viviendas. Temen que estar a la intemperie en una zona con probables contagios por el nuevo coronavirus los coloca en situación de riesgo, dijo Graterol en su reporte para El Pitazo.
El infociudadano recordó que en Barrio Obrero de Píritu está pendiente la sustitución de techos de asbesto por otra cubierta de otro material no cancerígeno. «El proyecto fue aprobado hace años, pero el Gobierno no cumple con lo acordado», indicó.
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El asbesto, también llamado amianto, está prohibido en varios países desde el año 2005 por su alta probabilidad de producir cáncer. El asbesto ha sido usado en variedad de productos manufacturados, como materiales de construcción, textiles termorresistentes, productos de fricción, envases, revestimiento, además de equipos de protección individual.
Techos peligrosos
En septiembre de 2016, la Comisión Permanente de Ambiente de la Asamblea Nacional presentó el Proyecto de Ley de Sustitución de Techos de Asbesto en Venezuela. A la fecha no se conocen sus resultados.
Cuando en el país se ejecutó el programa Vivienda Rural fueron construidas miles de casas que aún poseen techos de asbesto. También los tienen cientos de instituciones educativas, deportivas y de salud. El deterioro de los techos, provocado, entre otros factores, por el agua y el sol, genera el desprendimiento de una fibra que es clasificada como material peligroso y que circula libremente en el aire, exponiendo al sistema respiratorio a un gran riesgo», documentaba la propuesta de ley.
La misma propuesta de ley señalaba en 2016 que «según el censo aplicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) en 2005, un total de 5 millones 176.130 viviendas, que representa el 7% de las existentes, tiene este techo. A pesar de ser urgente, la sustitución se realiza de manera muy lenta».
Con ocasión del ventarrón ocurrido este viernes en Píritu, los afectados por el desplome de los techos de asbesto recuerdan que el proyecto de sustitución es una deuda pendiente. Destacan que la comunidad de Banco Obrero tiene derecho a un ambiente sano, seguro y ecológicamente equilibrado.
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