San Felipe.- Habitantes del municipio San Felipe, en Yaracuy, denunciaron este miércoles 2 de septiembre que pacientes que acuden al Hospital Central Dr. Plácido Daniel Rodríguez Rivero no reciben atención por parte de los médicos.
Según los denunciantes, los médicos de turno se niegan a atender a pacientes que acuden con distintas patologías, por ejemplo, estreñimiento por más de siete días o casos de cirugía menor, por no ser pacientes de COVID-19.
Génesis Andrades, una de las afectadas, señaló que tiene una tumoración benigna en uno de sus senos que requiere intervención y tanto en el hospital como en el CDI Wilfredo Conejero, ubicado en la urbanización La Ascensión, le informaron que las operaciones están suspendidas hasta nuevo aviso.
«En Yaracuy, el paciente que no presente coronavirus se muere porque los médicos, siguiendo órdenes del gobierno, restringen el acceso a la atención», dijo Andrades.
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Otro de los casos que se presenta con frecuencia son los de estreñimiento, pacientes que recurren dos y hasta cuatro veces semanales a la sala de emergencia del principal hospital del estado Yaracuy para buscar atención médica, que se les niega.
Tal fue el caso de July Andrade, quien acudió en tres oportunidades al centro de salud con un dolor de apéndice para que la hospitalizaran.
«El médico que me atendió me solicitó que me fuera a mi casa porque la prioridad eran los casos de COVID-19», comentó a El Pitazo.
Otros pacientes, cansados de acudir por ayuda profesional sin obtener resultados, buscaron presupuestos en clínicas privadas. La consulta más barata tiene un valor de $10, que en bolívares son 3.500.000.
Según Rosa Martínez, habitante capitalina, «al sanfelipeño no lo está matando el coronavirus sino la falta de asistencia médica para atender otras enfermedades».
Consultas externas suspendidas
El área de consulta externa del hospital de San Felipe sigue suspendida desde el 17 de marzo.
La interrupción de consultas de cuello uterino, ginecología, obstetricia, foniatría, terapia del lenguaje y oncología, entre otras especialidades, ha significado padecimientos para estos pacientes, en especial los oncológicos y embarazadas, por no tener recursos para seguir su chequeo de rutina en clínicas privadas.
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Una trabajadora del área de maternidad, quien prefirió no ser identificada por temor a perder su empleo, nos comentó que diariamente llegan a la sala de maternidad pacientes con bajo peso y sin control prenatal completo, lo que hace que su gestación y parto sean de alto riesgo.
«Muchas de estas futuras madres son de bajos recursos y alegan ante el médico tratante que no tienen con qué pagar un control prenatal en una clínica privada», dijo.