Maturín.- De Maderas del Orinoco ya han despedido a 1.000 trabajadores de los 1.400 que conforman la nómina. Es por ello que un grupo de trabajadores afectados exigen a los gobiernos regional y nacional que se intervenga la empresa para que se investiguen las irregularidades que se han cometido en contra de la masa laboral.
José Luis Barreto y Alexander Jiménez son dos empleados despedidos, son voceros del grupo afectado y este jueves 9 de enero acudieron en compañía de otros ante el Consejo Legislativo del estado Monagas para exigir un derecho de palabra y solicitar que se atienda la situación de esta corporación, expropiada por el fallecido Hugo Chávez Frías en 2010.
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Barreto dijo que la nueva inspectora del Trabajo, Katherine Mota, se negó a firmar 60 nuevos calificativos de despidos que fueron enviados recientemente por la directiva de Maderas del Orinoco. “Ella no quiso firmar las actas porque se dio cuenta de que no hay justificación de despidos y no quiso ser cómplice de eso", mencionó.
Para los afectados, la decisión de Mota deja entrever las irregularidades que se cometieron con todos sus compañeros y en las que consideran estan involucrados el presidente de Maderas del Orinoco, José Luis Pérez Guevera, y el anterior inspector del Trabajo de Monagas a quien señalan de firmar los calificativos de despidos sin notificar al personal.
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Barreto y Jiménez culpan, además, a la empresa Mavetur, de origen colombiano, de liderar el desmantelamiento de las antigua CVG Proforca, donde solo están trabajando 400 personas que tienen prejubilación. “No queda nadie en la empresa y por eso es que queremos que sea intervenida", insistió Jiménez.
Además del reenganche, el grupo exige la cancelación de los pasivos laborales caídos desde 2012 y que sea resarcido el daño en el bosque de Uverito, de donde se extraen cinco mil metros cúbicos diarios de madera de pino caribe para ser exportados a través del puerto de Guanta, en el estado Anzoátegui, hacia México y República Dominicana.
“A la semana, la empresa recibe 120.000 dólares por la venta de pino y no sabemos cuál es el destino de ese dinero, porque no se ha invertido en reforestar el bosque que ya se está quedando sin materia prima tanto por la tala como por los incendios forestales, que no hay cómo combatir porque de los doscientos treinta bomberos que habían solo quedan cuatro porque los demás fueron despedidos", indicó Jiménez.
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