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Caracas.- El pasado 11 de abril la vicepresidenta Delcy Rodríguez anunció la extensión del decreto de estado de alarma, que implica principalmente la prolongación de la cuarentena social por 30 días más. Se trata de una medida tomada por el gobierno de Nicolás Maduro para combatir el COVID-19 en Venezuela, en medio del colapso de servicios públicos, de un conflicto político y de la escasez de gasolina. Al respecto, analistas políticos aseguran que el gobernante utiliza este tiempo para alargar su permanencia en el palacio de Miraflores.
“Maduro logró una tregua de hecho, pero no le durará mucho porque, ¿cuánto tiempo puede subsistir el país sin alimentación, sin gasolina?", se pregunta el politólogo y profesor de la Universidad Católica Andrés Bello, Fernando Spiritto.
En conversación con El Pitazo, el académico recordó que Venezuela atraviesa una crisis muy aguda y sigue dependiendo de la poca producción de petróleo, que se cotiza en 16,91 dólares por barril, según datos publicados por el Ministerio de Petróleo el pasado 10 de abril. Es decir, con la pandemia en el país, solo se acentúan los problemas de los ciudadanos, profundizados a partir de 2013, cuando Venezuela entró en recesión económica.
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A pesar de que Maduro instruyó una cuarentena y de que varios gobernadores, alcaldes y autoridades militares han limitado el tránsito de vehículos y peatones e impuesto multas, muchos venezolanos no pueden cumplir con este aislamiento porque dependen del ingreso diario para abastecerse de comida.
Al respecto, la encuesta Hercon Consultores realizó un “estudio telefónico flash" luego de la extensión del decreto de estado de excepción. De 1.200 venezolanos consultados, 996 respondieron estar en desacuerdo con permanecer en las casas porque no hay condiciones económicas para cumplir la cuarentena.
De acuerdo con una encuesta realizada por el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas a 8.735 familias en 2019, al menos el 51% reporta pérdida total de sus ingresos o una pérdida parcial por la reducción de salarios, y casi el 20% aseguró que depende de los bonos entregados por el gobierno a través del sistema patria.
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Marcos Hernández, director de la firma y sociólogo, precisó que los ciudadanos se encuentran con una contradicción porque, por una parte, el gobierno exige aislamiento, pero por la otra, deben comprar alimentos de forma constante por el alto costo de los productos. Según una encuesta de El Pitazo que respondieron 3.224 personas el 7 de abril, el 91.4% sale a la calle en cuarentena a buscar comida. Aunado a eso, deben buscar agua en tomas improvisadas debido a las fallas del servicio: 71 municipios del país pasan más de un mes sin recibir agua en sus casas, de acuerdo con lo reseñado en un trabajo de investigación de El Pitazo el mismo 7 de abril.
Aunque Maduro gane tiempo, utilice la narrativa de las sanciones para responder a la escasez de gasolina en todo el país y siga manteniendo un capital político de 14% -según Hercon Consultores-, es una figura desgastada. “Maduro no se recuperará. La gente siente repudio por él", señala Hernández.
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Control para someter
A juicio de Spiritto, Maduro ha promovido una cuarentena para apretar el “tornillo de la persecución" a la dirigencia opositora y a todo aquel que alce la voz en su contra. Sostiene que es más fácil reprimir porque sus potenciales detractores permanecen en sus casas, totalmente desmovilizados. Por su parte, Hernández añade que, pese a que el gobernante ha tomado las decisiones correctas desde el punto de vista estratégico al decretar la cuarentena en un primer momento, utiliza este tiempo para ejercer control social.
María Gabriela Hernández, diputada de la Asamblea Nacional por el estado Monagas, coincide con ambos analistas, y advierte que Maduro “se va a sentir seguro en un escenario de caos, porque puede hacer gestión de control y de la fuerza que pueda tener como Estado. Es decir que controla para someter y no para ayudar a su población".
Por su parte, el diputado José Antonio España, quien representa a la fracción parlamentaria Independientes por la Renovación y el Cambio, piensa que evaluar el posible fortalecimiento de Maduro, por ser el que ejerce el poder real, se trata de un conteo político, y no de pensar en los venezolanos.
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