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Caracas. El gobierno de Nicolás Maduro ordenó y ejecutó la ocupación por un período de 180 días de la empresa de alimentos Coposa, ubicada en el estado Portuguesa. La medida fue anunciada por la vicepresidenta de la República, Delcy Rodríguez, quien argumentó que la acción busca impedir la especulación en los precios de los productos alimenticios.
A las instalaciones de la empresa llegaron al menos 60 guardias nacionales y fue detenido el gerente, Francisco Rojas. La medida de ocupación puede ser prorrogable, según indicó la vicepresidenta de la República.
«Este vienes (24 de abril) el Gobierno Nacional ocupó por 180 días el Consorcio Coposa. Los días pueden ser prorrogables, en aras de garantizar su producción y respetar los precios acordados entre el Ejecutivo y empresas privadas. La medida busca que continúe la producción, pero que no se convierta en un marcador de precios especulativos», detalló Rodríguez, según reseña la agencia de noticias AVN.
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Fuentes externas a la empresa aseguran que Coposa tiene una deuda con la nación que la coloca bajo el estatus de refinanciamiento. El consorcio de alimentos ha alegado que está produciendo al mínimo para cubrir la nómina y los gastos operativos, dada la cuarentena social obligatoria por la pandemia del nuevo coronavirus. La gerencia también argumentó que la falta de materia prima afecta su proceso de producción. En el puerto marítimo de Puerto Cabello, en el estado Carabobo, tiene retenidas 8.000 toneladas métricas de grasas, de las cuales solo ha podido retirar 1.200.
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Ventas supervisadas
La medida del Gobierno no solo incluye la ocupación temporal, sino también la venta supervisada de alimentos en Coposa, Alimentos Polar, Plumrose y Matadero Turmero. La vocera del Gobierno nacional aseguró que la decisión fue tomada luego de que estas empresas incurrieron en el incumplimiento de los precios acordados y cayeron en prácticas especulativas.
La ocupación temporal de Coposa y la orden de ventas supervisadas de alimentos se da en medio de la crisis social que vive Venezuela desde hace varios años y de la cuarentena por la pandemia del nuevo coronavirus. Además ocurre durante la semana en la que los cuerpos de seguridad del Estado han detenido a ciudadanos, sobre todo en el Oriente del país, por intentar saquear comercios dedicados a la venta de alimentos y artículos de primera necesidad. Los involucrados alegan que el alto precio de los productos les impedía acceder a estos.
Venezuela atraviesa una hiperinflación que se inició en el año 2017 y que el gobernante Nicolás Maduro no ha podido controlar. La crisis pulveriza el poder adquisitivo del trabajador venezolano. Con la cuarentena y las restricciones por el COVID-19 la situación se dificulta aún más.
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