Internacionalistas sostienen que institucionalidad de Bolivia impide comparación con Venezuela

Juan Francisco Contreras desestima la hipótesis de golpe contra Evo Morales, mientras que Alfredo Ordóñez considera que la denuncia de fraude hecha por la OEA provocó su dimisión

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Evo Morales. | Foto Efe
Foto Efe

Casi 24 horas después llegó a la Asamblea Legislativa de Bolivia la carta de renuncia del hoy expresidente Evo Morales. La persecución en su contra ejercida por los líderes de la oposición y «el dolor que le producía ver el enfrentamiento entre bolivianos» que protestaban en las calles desde el pasado 21 octubre, un día después de los irregulares comicios presidenciales, fue la justificación del líder indígena para abandonar su cargo como jefe de Estado.

Internacionalistas desestiman que este hecho esté relacionado con un golpe de Estado, como lo ha denunciado Venezuela, Uruguay, Siria, Cuba. Por el contrario, la Fuerza Armada Nacional sugirió la renuncia con base en la Constitución y posteriormente Morales la notificó públicamente.

“El que dio un golpe de Estado fue Morales por violar las leyes de su país al intentar reelegirse y burlar la decisión de 2016, cuando la mayoría le dijo que no quería que siguiera mandando otro periodo", aseguró el presidente del Colegio de Internacionalistas, Juan Francisco Contreras.

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Según el artículo 168 de la Constitución, el periodo de un presidente es de cinco años y puede reelegirse una sola vez de forma continua. Morales, quien llegó al poder en 2006 y buscaba su cuarto periodo, consultó el pasado febrero de 2016 si podía reformar ese apartado de la Constitución, pero los bolivianos se negaron. Desde ese momento, ha manipulado el Tribunal Constitucional para que, a través de sentencias, se le permitiera aspirar este 2019 a la presidencia.

Para el internacionalista y profesor de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Alfredo Ordóñez, el informe técnico de la OEA fue fundamental para que Morales decidiera apartarse de su puesto presidencial. En el documento, que tiene 13 páginas, los observadores señalaron haber detectado mesas en las cuales las firmas del acta original no correspondían con las firmas de las copias, y descubrieron una “clara manipulación del sistema de Transmisión Rápida de Resultados Preliminares", que afectó el cómputo final.

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¿Se parece al proceso venezolano?

Los analistas refieren que cada país vive un proceso distinto. El presidente de Datincorp, Jesús Seguías, afirmó que las instituciones bolivianas no tienen el “control hegemónico gubernamental" que existe en Venezuela. Este elemento permitió que militares y policías, en principio, se apegaran a la Constitución y se pusieran del lado de la ciudadanía que reclamaba elecciones libres y transparentes; a diferencia de Venezuela, donde el sector castrense ha sido leal al gobierno que representa Nicolás Maduro.

“En Venezuela la Fuerza Armada reprime y está dispuesta a llevarse a cualquier persona por delante. En Bolivia, este sector se somete a las leyes. A pesar de que el Tribunal Supremo Electoral y el Tribunal Constitucional eran controlados por Evo, existía una actitud de evitar un derramamiento de sangre", justifica Contreras.

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No obstante, Morales llevó a Bolivia a tener una de las economías más prósperas de la región. Es uno de los puntos que resalta Ordóñez para diferenciarlo del caso venezolano, cuya economía está en recesión desde 2013. Mientras Bolivia registra 15% de pobreza, de acuerdo con el Banco de Desarrollo de América Latina, en Venezuela el 94% de los hogares tienen pobreza de ingreso, según los datos que ofreció en noviembre de 2018 la Encuesta sobre Condiciones de Vida (Encovi).

“Estamos hablando de un presidente que no se reconoce, ni dentro ni fuera del país, y que sigue en el poder apoyado por unos militares", dice Ordóñez. Incluso, uno de los retos a los que se enfrentan los líderes y la sociedad venezolana tiene que ver con el trato que se les dé a los violadores de derechos humanos, una vez se produzca el cambio político.

Ordóñez advierte que no hay que percibir el próximo 16 de noviembre, día en el que habrá una movilización opositora, como la fecha en la que saldrá Maduro de Miraflores, por un efecto dominó. “Es incorrecto pensar que el gobierno está en peligro. Solo quiere mantenerse en el poder", insiste Contreras.

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