A falta de 15 días para las elecciones, el CNE ha acreditado a dos organizaciones para monitorear el proceso: el Consejo de Expertos Electorales de Latinoamérica (Ceela) y la Oficina de Planificación Estratégica de Integración Regional (Opeir)

Por: Gabriel Peraza, del Programa de Formación para Nuevos Periodistas

En dos semanas Venezuela elegirá a su próximo presidente. Hay 21.620.705 ciudadanos convocados para ejercer el voto el 28 de julio y una parte de ese electorado, más allá de las auditorías y el resto de garantías del sistema automatizado del Consejo Nacional Electoral (CNE), sigue considerando la posibilidad de unas elecciones fraudulentas.

Para descartar falsedades, esclarecer dudas y recordar los procesos legales, El Pitazo consultó a tres especialistas en temas electorales sobre los aspectos vinculados a una posible alteración de resultados. Si bien descartaron categóricamente cualquier manipulación de votos dentro del sistema automatizado, advirtieron sobre las irregularidades que hubo en otros procesos del sistema electoral y las malas prácticas que se deben evitar en los próximos comicios.

Antecedentes a tener en cuenta

Una elección puede considerarse fraudulenta si los principales, o la mayoría, de estándares de un proceso íntegro y auténtico son lesionados durante su desarrollo. También si un episodio de violencia afecta significativamente el curso de la misma. La pluralidad en la inscripción de los candidatos debe respetarse, así como la inscripción y actualización del Registro Electoral tiene que hacerse de forma efectiva.

El politólogo Jesús Castellanos, en una entrevista con El Pitazo este 12 de julio, recordó dos elecciones en Venezuela que cumplieron con los vicios suficientes para considerarlas como fraudulentas: las presidenciales de 2018, en las que Nicolás Maduro fue reelegido con un 46 % de participación del electorado, según datos del órgano electoral; y las parlamentarias de 2020, en las que 27 partidos de la oposición venezolana descartaron competir por “fraude electoral".

En el caso del sistema automatizado, para Eugenio Martínez, director de Votoscopio, es sencillo demostrar una vulneración de los controles de seguridad. “Un caso fue la elección del gobernador del estado Bolívar en el 2017", mencionó en una transmisión en vivo a través de su cuenta de X el pasado 7 de julio.

En ese entonces, Enrique Márquez, quien es candidato presidencial de Centrados y era diputado cuando se llevaron a cabo dichos comicios, publicó una serie de actas para alertar sobre un “fraude". Sin embargo el representante oficialista, Justo Noguera, fue proclamado por el CNE.

El periodista advirtió que sí se pueden presentar escenarios que no derivan de una vulneración del sistema automatizado, como la actuación de la Asamblea Nacional Constituyente de 2017 o el referéndum por el Esequibo de 2023.


…es sencillo demostrar una vulneración de los controles de seguridad

Eugenio Martínez, periodista y analista de los procesos electorales

En el primer caso el CNE anunció un resultado diferente al que reflejaba el sistema, mientras que en el segundo comunicó un resultado general sin especificar las cifras por estado, municipio, centro y mesa de votación.

Sistema automatizado: una parte del todo

Al declarar para El Pitazo el pasado 27 de junio, el director del Observatorio Electoral Venezolano (OEV), Luis Lander, enfatizó que el sistema automatizado de votación no es más que una parte del sistema electoral en su conjunto. A partir de esa aclaración, aseguró que en otras partes del sistema “se ha cometido más de una irregularidad" que es producto de la acción humana.

Entre las anomalías, subrayó las inhabilitaciones administrativas que surgen de la decisión del contralor general sin un proceso previo que justifique la sanción. En la Constitución venezolana se especifica que las restricciones de derechos políticos deben derivar de un juicio con sentencia firme. Sin embargo, ninguno de los inhabilitados ha pasado por un procedimiento.

Las acciones del contralor fueron señaladas en el informe de la Misión de Observación Electoral de la Unión Europea (MOE-UE) de 2021, una delegación que no estará presente para monitorear el proceso de 2024 luego de que el rector del CNE, Elvis Amoroso, revocara su invitación el 28 de mayo.

Al continuar con las fortalezas y debilidades del sistema electoral, Lander indicó que se han hecho “auditorías exhaustivas" que califican el sistema automatizado como fiable y seguro. Sin embargo, dijo que una de las razones por las que hay desconfianza en el proceso es la compra apresurada de nuevos equipos que se llevó a cabo en 2021. Ante el incendio ocurrido en los depósitos de Mariches, estado Miranda, y que ocasionó la pérdida del 80 % de la infraestructura automatizada, el CNE adquirió máquinas que pudieran prestar el servicio para los comicios regionales de ese año.

“Nadie sabía sobre la nueva empresa que se contrató y con la empresa anterior el CNE rompió su relación", dijo al hacer referencia a Smartmatic, la organización que denunció “manipulación" en las elecciones de la Constituyente de 2017 y que demandó al Gobierno venezolano por expropiar sus máquinas. Para garantizar la confiabilidad del nuevo sistema, el órgano hizo una auditoría con diez expertos de diversos sectores políticos que, al evaluar el nuevo sistema durante siete semanas, concluyeron que no había posibilidad de alteración de los resultados.

Si bien destacó que la auditoría comprobó la fiabilidad del sistema, criticó que el CNE no dio a conocer los resultados a los ciudadanos. “Podía servir para generar confianza en los electores", declaró, y agregó que hubiese sido útil para eliminar inexactitudes o falsedades que hay acerca del proceso automatizado.

Usurpar el voto

“Cada vez es más difícil que una persona vote por otra", respondió Robinson Rivas, miembro de la Red de Observación Electoral de la Asamblea de Educación (ROAE) cuando El Pitazo le consultó el 20 de junio si existe la posibilidad de que un individuo pueda votar por un migrante que no está en Venezuela, o que pueda votar en varios centros. También descartó que haya un grupo de personas coordinadas para votar con la identidad de un fallecido o por aquellos que no ejercen su derecho.

A través de auditorías académicas y técnicas, además de las observaciones que ha hecho en los procesos electorales, la ROAE concluyó que la usurpación del voto se ha restringido cada vez más, ya que es difícil suplantar la cédula de identidad o la huella de un venezolano.


Cada vez es más difícil que una persona vote por otra

Robinson Rivas, miembro de la Red de Observación Electoral de la Asamblea de Educación

“Puede ocurrir que la huella de una persona no sea reconocida. En ese caso, si está inscrita en el cuaderno electoral y los miembros de la mesa verifican que el documento coincide con la persona, deben dejarla votar", explicó. Además, aclaró que la posibilidad de habilitar a una persona que no le haya sido reconocida su huella puede darse una vez. Para volver a activar la máquina en una situación similar, deben pasar alrededor de diez personas que no hayan tenido inconvenientes al ejercer el voto.

Rivas recalcó que la usurpación del voto de una cantidad masiva de personas es estadísticamente improbable por la logística que exige ese delito. Se necesita el control preciso de las cédulas, las huellas y la capacidad de reactivar la máquina luego de que otras personas sí puedan votar legítimamente. “Ningún grupo del país, ni el gobierno ni la oposición tienen la logística suficiente para hacerlo", sentenció.

Por su parte, Castellanos enfatizó en denunciar las malas prácticas. Por ejemplo, la coerción y coacción a los electores en mecanismos como los puntos tricolor organizados por el Ministerio para el Proceso Social de Trabajo (Mpppst). También la obligación de tomar foto del voto o el acarreo nocturno de electores luego de finalizar la votación.

Otro aspecto que mencionó fue el voto supervisado, una práctica que tanto él como Rivas consideran contraria al acto de votación, ya que este es privado y libre. “Los ciudadanos, miembros y testigos de mesa deben recordar que el voto asistido se permite en condiciones excepcionales y hay reglas para hacerlo", recordó el representante de la ROAE.

¿Cómo proteger el voto?

A 15 días de la jornada electoral, las únicas organizaciones acreditadas para la veeduría electoral son el Consejo de Expertos Electorales de Latinoamérica (Ceela) y la Oficina de Planificación Estratégica de Integración Regional (Opeir). Esta última, de acuerdo con Castellanos, tiene una clara parcialidad y sesgo ideológico a favor del Gobierno de Maduro. Ante este escenario, recordó cómo los ciudadanos pueden defender sus votos.


…mantener la atención durante el desarrollo de las elecciones y verificar el comprobante del voto son medidas que constituyen una auditoría ciudadana

Jesús Castellanos, politólogo

El pasado 9 de julio, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) anunció que el Panel de Expertos Electorales llegó a Venezuela para elaborar un informe del desarrollo de las elecciones. Aunque en su comunicado el organismo especificó que, sin un mandato legislativo, no puede haber una observación y evaluación pública de los comicios.

Así como las Naciones Unidas, el Centro Carter también está acreditado por el CNE para monitorear el proceso, aunque no para llevar a cabo una “veeduría electoral" como establece la legislación. Ambos firmaron un acuerdo de entendimiento para cada caso. La delegación de la ONU no emitirá ninguna declaración pública sobre la evaluación general del proceso ni sus resultados, mientras que la ONG estadounidense confirmó que hará una observación de tamaño y alcance “limitado".

Ante las contadas organizaciones que seguirán el proceso, Castellanos, quien fue funcionario del CNE entre 1992 y 2014, recordó que mantener la atención durante el desarrollo de las elecciones y verificar el comprobante del voto son medidas que constituyen una auditoría ciudadana, así como estar presente en el escrutinio.

Ahora bien, para aquellos ciudadanos que fueron seleccionados como miembros de mesa, recalcó que deben atender al llamado. Además, si la situación lo requiere, el ciudadano puede formar parte de la mesa como un miembro accidental, y ahí será importante que haya hecho un repaso del funcionamiento de la misma antes de asistir al centro de votación.

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