En Maracaibo, la ciudad de los apagones eléctricos y los relámpagos eternos, otras luces brillan incesantemente: las del movimiento de la juventud en favor de sus derechos y del ingenio tecnológico

Por: Mary Finol Martínez

Maracaibo es la cuna de momentos que, de cualquier forma, dan de qué hablar, incluyendo los propiciados por jóvenes marabinos, quienes siguen demostrando desde la robótica, el periodismo ciudadano y el feminismo que el ímpetu por crear, aportar y concientizar es imparable.  

El team Pakupai, desde su visión de compañerismo y destreza en la robótica, Mediosur, con su servicio comunicacional a la orden de la ciudadanía, y Proyecto Mujeres, pisando fuerte por más y mejores espacios y dinámicas seguras para las mujeres, son tres organizaciones y agrupaciones locales que renuevan las esperanzas en la ciudad. 


Cuando a las personas les quitan los medios de comunicación, no saben qué está sucediendo. No pueden tomar mejores decisiones, porque el acceso a la información y a la libertad de expresión son derechos humanos que es necesario ejercer todos los días

Francisco Rincón, periodista y director de Mediosur

Todo empieza por la curiosidad 

Desde pequeños, les ha llamado la atención el hecho de que con tan pocas cosas puedan crear otras nuevas, nuevos inventos, expresa en común el entusiasta grupo de jóvenes de la Unidad Educativa Colegio Salto Ángel del team Pakupai, el equipo de robótica que desfila con sus chaquetas tricolores a pesar de estar a 35 °C en Maracaibo.

Chicas y chicos de entre los grados tercero y quinto de bachillerato, que no se conocían entre sí, lograron una sinergia única que la institución ha venido propiciando desde 2021.

Esta iniciativa alcanzó un primer pico de gloria cuando, representados por el team Tepuyes, ganó la primera edición de la Copa Ka’i 2022, la inédita competencia intercolegial y de robótica del país celebrada en el Liceo Los Robles de la capital zuliana.

El año 2023 trajo más gozos al colegio, cuando se convirtieron en bicampeones de la misma copa en su segunda edición. Esa vez bajo el nombre de una nueva coalición: Pakupai y con los rostros de Daniel Prieto, capitán del equipo para ese momento; Alfredo Ríos, Eduardo Puche, Rosa Wong, Angelina Ferrer, Emelyn Sulbarán, Sebastián Valero, David Ocando, Nicole Cruz, Susej Atacho, Mariana Sánchez, José Augusto Bermúdez, Luis Baptista, Jairo Cruz y Domingo Núñez.   

Periodismo de soluciones

En el corazón de la capital zuliana, otro equipo con ímpetu juvenil despliega su inventiva para llevar novedades y certezas útiles a los sectores de la ciudad que puedan necesitarlo. En una hoja de papel, con dos columnas de párrafos de datos, noticias y números de consulta pueden cambiarle, e incluso salvarle, la vida a alguien. 

Lleva por nombre El Pregonerito y es un semanario impreso con información a la que normalmente las personas no pueden acceder: reportajes de investigación tanto propios como de medios digitales aliados, información sobre derechos humanos, organizaciones civiles que prestan servicios en las áreas de salud sexual y reproductiva, salud mental, violencia basada en género, entre otras.

Este 2024, el semanario cumple 4 años combatiendo la opacidad que causa la desinformación en una región-estado que despidió su último medio impreso tradicional el 14 de mayo de 2019.


Desde pequeños, les ha llamado la atención el hecho de que con tan pocas cosas puedan crear otras nuevas, nuevos inventos


“Cuando a las personas les quitan los medios de comunicación, no saben qué está sucediendo. No pueden tomar mejores decisiones, porque el acceso a la información y la libertad de expresión son derechos humanos que es necesario ejercer todos los días", explica Francisco Rincón, periodista y director de Mediosur, una organización periodística, educativa e independiente; sello matriz del semanario.  

Los lugares para repartir El Pregonerito varían según los temas abordados, de modo que sean de máximo provecho para quienes los reciban. Si el tópico es de salud sexual y reproductiva o maternidad, se trasladan a las adyacencias del Hospital Central de Maracaibo o del Hospital Materno Infantil Rafael Belloso Chacín. Si son recomendaciones o informes sobre la contaminación por los derrames de petróleo, la prioridad son las comunidades a orillas del lago.

La voz hallada

Un cartoncito turquesa resguardado en el protector de celular de Emily Reyes, coordinadora de proyectos de la fundación Proyecto Mujeres, es la gratificación y el recuerdo portátil de un propósito de lucha perenne. En marcador color negro reza un “Gracias" que no escribió ella, sino una participante de Chamas al Frente, uno de los cinco programas desarrollados por la fundación.

En medio del ecosistema nacional de desabastecimiento, protestas civiles y persecuciones de 2015, Proyecto Mujeres (PM) encontró su alumbramiento. Propiciaron tertulias feministas, además de la campaña No son piropos: una serie de murales hechos en varias partes de la ciudad para exponer el acoso callejero y sus repercusiones.

No obstante, el discurso de PM se diversificaría hacia la salud menstrual y la educación sexual reproductiva, abriendo las puertas a su programa focal en 2018: Niñas Visibles.

“A raíz de encuestas que realizamos para establecer cuáles eran las problemáticas que se suscitaban en la ciudad, nos percatamos de un significativo ausentismo escolar de las adolescentes a causa de su menstruación", rememora Reyes.

Primero atribuyeron este ausentismo a la cruenta escasez de toallas sanitarias durante los años anteriores, pero pronto descubrieron que el problema iba más allá. Por ejemplo, 60 % de las adolescentes no sabía qué era el ciclo menstrual y 29 % no sabía anticipar cuándo le venía la menstruación, de acuerdo con un estudio realizado por PM en 2019.


A raíz de encuestas que realizamos para establecer cuáles eran las problemáticas que se suscitaban en la ciudad, nos percatamos de un significativo ausentismo escolar de las adolescentes a causa de su menstruación

Emily Reyes, coordinadora de proyectos de la fundación Proyecto Mujeres

El ausentismo estalló entonces como un síntoma del desconocimiento de métodos de gestión menstrual de las adolescentes, y una muestra de los desafíos que enfrentan las niñas y adolescentes zulianas en comunidades vulnerables en relación con la menstruación.

“Buscamos tumbar estigmas patriarcales devenidos de la cultura venezolana y latinoamericana, aquellas que anulan todo lo que tiene que ver con las condiciones médicas inherentes al cuerpo de la mujer, y darle el enfoque de salud", afirma la también psicóloga.

Ampliar y desestructurar perspectivas no es un trabajo sencillo. Exige una labor constante, contemplativa y paciente. Y mientras las chicas de Proyecto Mujeres ponen en entredicho creencias como “la menstruación se padece", o “no queda de otra que soportar el dolor, aguantar" mediante sus actividades y encuestas, otros sectores de la ciudad son asistidos por El Pregonerito de Mediosur.

Reyes, al igual que sus compañeras activistas, remarcan la importancia de no tener miedo a intentarlo, afirman seguras. Agregan que se toparán con otras personas que apoyarán las causas, personas que están en la misma posición o buscan lo mismo, porque tal vez si desde un inicio todas se hubieran arropado en la inacción, hoy día no albergaría una de sus remembranzas más simbólicas, la autora del cartoncito turquesa y sus palabras: “Gracias, porque yo no sabía que mi voz valía, no veía vida más allá de mi casa".

En un país que para 2021 experimentó el abandono de más de 5 millones de venezolanos, con 51 % de personas de entre los 15 y los 29 años, según la Encuesta Nacional sobre Juventud (Enjuve) de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), y un estado Zulia donde se registra una migración interna de hasta 28,8 %, de acuerdo con el Informe anual febrero-diciembre 2023 publicado por el Centro de Investigaciones Populares y Observatorio Convivium, movimientos regionales como los del team Pakupai, Mediosur y Proyecto Mujeres reavivan la fe en la Maracaibo, que históricamente se perfiló como la gran debutante nacional de avances indetenibles.


Puede leer el reportaje completo en la página de Codhez

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