El alcalde del municipio Los Salias, José “Josy" Fernández, escribió una carta dirigida a los vecinos de San Antonio de los Altos, a propósito del asesinato de su hijo, Michel Fernández Morales, ocurrido en la urbanización Valle Chara de Charallave, en los Valles del Tuy, el pasado 20 de septiembre, cuando el joven piloto, de 27 años de edad, negociaba un carro.
El mandatario local agradeció a todas las personas que lo acompañaron en ese duro momento y reflexionó: “Hoy la muerte tiene el rostro de mi hijo, pero por años la muerte ha tenido otros rostros y muchas veces ha quedado en el anonimato o en una estadística policial. No permitamos que le sigan quitando la vida a nuestros chamos, que esta tragedia se siga repitiendo, que más familias lloren a sus hijos y seres queridos".
A continuación el texto:
A mis vecinos:
Nunca me pasó por la mente que tendría que escribirles para darles las gracias por acompañarnos en un momento tan doloroso.
Nunca se está preparado para hablar de la pérdida de un ser querido, de un ser amado, de lo más preciado.
Sabemos que la ley de la vida es que los hijos despidan a sus padres, pero en esta ocasión, la vida nos hizo una mala jugada, arrebatándonos a un gran hijo, hermano, nieto y amigo.
A ustedes, sanantoñeros, les damos las gracias por comprender que necesitábamos más tiempo con nuestro hijo, por esperar horas bajo la lluvia y el sol para darle a Michel el último adiós. No saben cuánto valoramos su solidaridad, sus abrazos y sus palabras de aliento, gracias por ser amigos parte de mi familia, gracias por tanto amor y cariño.
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A todas las figuras políticas que nos acompañaron; Presidente Juan Guaidó, a Henrique Capriles, a los diputados: Alfonso Marquina, Delsa Solórzano, Manuel Teixeira, Ángel Alvarado, a Carlos Ocariz, David Uzcategui, José Luis Rodríguez, Angelo Palmeri, a los Alcaldes: Darwin González, Gustavo Duque, Elías Sayegh, a los concejales de Baruta, Chacao, El Hatillo, a mis hermanos los concejales de nuestro amado San Antonio, a mi equipo de la Alcaldía de Los Salias, gracias.
_(Perdonen si me olvido de alguien)._
Gracias a nuestros familiares por todo el apoyo. Gracias a los sanantoñeros que están regados por el mundo pero que siguen pendientes de nosotros.
Gracias a sus compañeros Pilotos por darle el honor de volar al cielo como capitán. Gracias a sus amigos del alma, sus amigos de fiestas, de caimaneras, sus amigos de siempre. Gracias al padre Bladimir quien nos mostró la otra cara de la ausencia, esa que nos invita a cambiar el dolor por amor, que nos invita a honrar a los seres queridos viviendo como ellos vivieron. No hay forma de cerrar los ojos y no ver tu sonrisa hijo amado, un honor el haber sido tu padre Michel.
A todos, gracias.
Hoy no hay explicación, no hay respuestas, no hay certeza de nada, sólo nos retumba en la cabeza mil veces la pregunta ¿por qué? acompañado de un dolor en el pecho que no se quita, que no pasa, que no sana. Lo único que sí sé, es que Michel era muy querido por ustedes, que se ganó el corazón de todos, no por ser mi hijo, se lo ganó él sólo por su personalidad, por su carisma, se adueñó de estas montañas, de las aerolíneas donde trabajó, se lo ganó a pulso y eso, aunque no cambie la realidad, nos queda de consuelo.
Como familia tenemos que seguir adelante y como país tenemos que trabajar para producir los cambios necesarios que nos permitan vivir y no sobrevivir como hemos hecho hasta ahora.
Hoy la muerte tiene el rostro de mi hijo, pero por años la muerte ha tenido otros rostros y muchas veces ha quedado en el anonimato o en una estadística policial. No permitamos que le sigan quitando la vida a nuestros chamos, que esta tragedia se siga repitiendo, que más familias lloren a sus hijos y seres queridos. A pesar de este dolor tengo que decirles que Venezuela sigue valiendo la pena, Venezuela merece un futuro mejor, vale la pena luchar por ella. Nada ni nadie me devolverá a mi hijo, pero si se hace justicia le estaríamos salvando la vida a muchas personas ¡Justicia!
De parte de mi familia, de mi esposa Evelin Morales de Fernández, de mi hijo Daniel Fernández, de mi madre Josefa López, mil gracias. Diosito, que estoy seguro recibió a mi hijo en su último vuelo hacia el cielo, les bendiga y les acompañe siempre.
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