Entre 2020 y 2021 ocurrieron cinco casos en los que hijos y nietos asesinaron a sus padres o abuelos para quedarse con sus viviendas. Especialistas en investigación criminal aseguraron que sucesos traumáticos ocurridos en la infancia de los responsables influyeron en la decisión de cometer los crímenes contra los parientes

La foto del perfil en Facebook de Orángel Emilio Morales Mujica, de 51 años de edad, lo mostraba junto a su hija mayor, Airángel, y a su hijo más pequeño que hoy en día tiene 14 años. A simple vista parecía una familia común. Aunque no vivían juntos, los hermanos solían visitarlo en su apartamento de la UD7 de Caricuao en Caracas. La fotografía fue publicada en 2018 y sus sonrisas evocan un especial momento que no volverá a repetirse, debido a que el pasado 5 de febrero esos dos jóvenes asesinaron a su padre a puñaladas y luego lo descuartizaron. Los motivos que confesaron a la policía: los tenía hartos y querían apoderarse de la vivienda.

Vecinos dijeron que Morales abusaba de las drogas y su adicción se incrementó durante el último año, cuando inició el hurto de bombillos de otros apartamentos, además de otros bienes. El núcleo familiar comenzó a desmoronarse justo en 2018 debido a la adicción de su padre con los estupefacientes, por lo que Airángel y su hermano, que tenía 12 años en ese momento, tuvieron que mudarse con su familia materna.

Este no fue el único caso en el que hijos o nietos perpetraron el asesinato de sus ascendientes. El Pitazo contabilizó que entre 2020 y lo que va de año se registraron cinco sucesos similares en el país.

El abogado criminalista Fermín Mármol García, quien también dirige el Instituto de Ciencias Penales Criminológicas y Criminalísticas de la Universidad Santa María, explicó que para abordar el tema de delitos violentos ocurridos dentro de la familia se debe partir del principio de que el crimen y la violencia son fenómenos sociales y, por ende, las causas que lo originan son sociales.

Todos los casos registrados por El Pitazo ocurrieron durante la cuarentena por el COVID-19, lapso que obligó a miles de venezolanos a enfrentarse con los problemas que dejaban en casa. El Observatorio Venezolano de Violencia determinó que en 2020 ocurrieron 11.891 muertes por causas violentas: 4.153 homicidios, 4.231 asesinatos cometidos por fuerzas de seguridad del Estado y 3.507 muertes en averiguación.


Venezuela lamentablemente está signada por el embarazo precoz, la paternidad irresponsable y eso trae como consecuencia el maltrato infantil. Tenemos a niños no deseados ni planificados que crecen en el seno de un hogar donde el padre no se encuentra presente, donde muchas veces el padrastro de turno es maltratador y la madre no es la figura protectora sino consciente de tantos maltratos


Fermín Mármol García, abogado criminalista

“Venezuela lamentablemente está signada por el embarazo precoz, la paternidad irresponsable y eso trae como consecuencia el maltrato infantil. Tenemos a niños no deseados ni planificados que crecen en el seno de un hogar donde el padre no se encuentra presente, donde muchas veces el padrastro de turno es maltratador y la madre no es la figura protectora sino consciente de tantos maltratos", explicó.

En 2019, Morales Mujica publicó una fotografía celebrando los 13 años de su hijo, la torta la compartieron con Airángel. Las sonrisas y abrazos volvieron a ser características en la imagen.  De la mamá de los jóvenes nadie habla, no hay rastros de ella en las redes sociales de sus hijos.

“Es factible que no exista violencia en contra del niño, pero implica mucho que se desarrolle en un hogar donde la figura del padre o la madre es inexistente. Eso produce una ruptura en el joven y percibe que es un ser no querido. En consecuencia, ellos pueden iniciar asperezas con abuelos u otros parientes que los hagan sentir incómodos. Estamos hablando de un maltrato pasivo de abandono", destacó Mármol García.

Pena máxima para asesinos

El 23 de junio de 2020 una adolescente de 16 años en estado de gestación y su novio Richard Vargas, de 19 años, asesinaron a golpes a la abuela de la joven. Luego introdujeron su cadáver en una maleta y pagaron a un par de indigentes para que lo abandonaran en un basurero ubicado detrás de la Contraloría General de la República en Caracas.

La menor de edad quedó en situación de calle luego de ser echada de su casa por su madre debido a su estado de gravidez. El Cicpc informó que ella y su novio planearon instalarse en casa de su abuela María Maya Toledo, de 64 años, que residía en el sector Sarría, pero esta no se los permitió, por lo que la ataron del cuello, la maltrataron y luego le dieron un golpe en la cabeza con un objeto contundente, que le ocasionó la muerte.


El legislador establece la máxima pena para los homicidios que se cometan contra un padre o un abuelo. En el Código Penal está establecido como un homicidio calificado que debe pagarse con hasta 30 años de prisión por ese carácter desalmado y desnaturalizado

Luis Izquiel, experto en temas de seguridad ciudadana

“El legislador establece la máxima pena para los homicidios que se cometan contra un padre o un abuelo. En el Código Penal está establecido como un homicidio calificado que debe pagarse con hasta 30 años de prisión por ese carácter desalmado y desnaturalizado. Si el motivo es quedarse con una propiedad, hablamos de un agravante, también establecido en el Código Penal, que se refiere a los motivos fútiles de poca significancia o innobles", explica el abogado penalista y experto en temas de seguridad ciudadana, Luis Izquiel. 

En la mayoría de los casos actúan en manada

A juicio del abogado Fermín Mármol García, la mayoría que ha vivido maltrato en su infancia necesita actuar con cómplices. Este elemento les motiva para planificar la comisión del delito en contra de su familiar. “Hay una premeditación. Quieren salir de un obstáculo para ser felices, eso es lo cruel", señala el abogado, al mismo tiempo que advierte que son muy pocos los casos en los que el atacante actúa solo. 

El 1° de noviembre del año pasado fue reportada la desaparición de la abogada Solvey Useche, de 64 años, a quien hallaron calcinada cerca de un botadero de basura en el municipio Lobatera del estado Táchira.  La responsable del asesinato fue la nieta de la víctima, una adolescente de 15 años de edad, que actuó en complicidad de su novio que en ese momento tenía 20 años.

La sexagenaria encontró a la pareja sosteniendo relaciones sexuales dentro de su casa, lo que la llenó de indignación y optó por reprenderlos verbalmente. En cuestión de minutos, los jóvenes planearon matarla y simular un secuestro para quedarse viviendo en la residencia. La golpearon hasta asesinarla, luego introdujeron el cadáver en su carro y al llegar a un lugar solitario, incendiaron el vehículo. Ambos fueron encarcelados por este crimen.


La gran impunidad que existe en Venezuela también funciona como un incentivo para estos asesinatos de ascendientes para quedarse con un inmueble. Los hijos o nietos que los cometen tienen seguramente la certeza de que no van a ser castigados y van a quedar impunes

Luis Izquiel, experto en temas de seguridad ciudadana

Gloria Perdomo, coordinadora nacional del Observatorio Venezolano de Violencia, hizo referencia a dos hechos ocurridos este año: el primero ocurrió la segunda semana de enero en el sector Las Casitas de La Vega, donde Félix Manuel Peralta González (19) asesinó a puñaladas a sus dos abuelos, a un tío y acuchilló a una tía que sobrevivió y fue quien relató lo sucedido.

Peralta actuó con un grupo de amigos, su plan era robar la casa y los negocios de sus abuelos, pensando que no lo iban a descubrir; también evaluó quedarse viviendo en el sitio donde cometió los homicidios.

“Muchos de estos jóvenes tienen vínculos con el consumo de drogas y otras adicciones. Todos tienen el perfil de ser muy jóvenes y la mayoría varones", detalló. 

Perdomo también recordó la discusión entre Maita Morales, de 27 años, y su madre Magaly Morales, de 45 años, en la vivienda que ambos compartían en el callejón El Torre de Petare, donde el hombre mató a su mamá a puñaladas porque le impidió continuar con una fiesta y luego intentó quitarse la vida.


Muchos de estos jóvenes tienen vínculos con el consumo de drogas y otras adicciones. Todos tienen el perfil de ser muy jóvenes y la mayoría varones

Gloria Perdomo, coordinadora nacional del Observatorio Venezolano de Violencia

Sensación de impunidad 

En julio de 2020, Eglis Klisbexy Siso Castañeda, de 35 años, torturó y mató a su madre, Angélica María González Castro de 67 años, en coordinación con su pareja Erik Javier Pérez Gabazut, de 35 años. Los hechos se registraron en San Juan de Los Morros, estado Guárico.

La decisión de matar a la sexagenaria la tomaron luego de que esta se negara a vender una propiedad que había heredado su hija. Irrumpieron en la vivienda y la mataron, le cortaron la lengua y la cara para simular que los animales de la casa (perros y gatos) habían causado la muerte de González. 

“La gran impunidad que existe en Venezuela también funciona como un incentivo para estos asesinatos de ascendientes para quedarse con un inmueble. Los hijos o nietos que los cometen tienen seguramente la certeza de que no van a ser castigados y van a quedar impunes", expuso Izquiel.

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