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El Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) denunció que uno de los reos que estaba detenido en el Eje de Homicidos del Cicpc de Lara murió en estado de desnutrición y con signos de tortura. El recluso estaba identificado como Orlando José Rivas Castillos, de 26 años de edad.
Según relató la OVP en un boletín de prensa, Rivas Castillo fue trasladado hasta el hospital central Antonio María Pineda de Barquisimeto, estado Lara, porque estaba desnutrido y tenía fiebre muy alta al punto que deliraba. Así permaneció por más de 20 días. Pese a la atención de los galenos falleció este lunes 10 de febrero.
Rosa Pérez, hermana del Rivas Castillo, explicó que este fue detenido en el año 2018 junto a otras siete personas. Fue acusado de homicidio pero nunca se le celebró la audiencia preliminar. “Fue totalmente injusta su privación de libertad, además de que nunca fue trasladado a tribunales y murió sin poder demostrar su inocencia", dijo la dama.
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El OVP pudo constatar las condiciones de desnutrición en las que se encontraba el detenido. Al momento de su detención en el año 2018 el joven pesaba 71 kilos y para su fallecimiento su peso era de 45 a 50 kilos. “Su piel estaba pegada a su pecho y a la cadera, sus huesos se veían", dijeron los voceros de la organización en una nota de prensa.
Rosa Pérez además explicó que solicitó a la jueza que llevaba el caso se le otorgara una medida humanitaria a su hermano igual que se hizo con otro reo que tenía tuberculosis, pero pese a que la jueza accedió en el Eje de Homicidios siempre negaron haber recibido la orden.
El 31 de enero, una vez más solicitó traslado y le otorgaron un correo especial, aún así el sábado 1° de febrero los familiares acudieron a la visita y fueron recibidos por otros presos, quienes llevaban a Orlando casi desmayado entre sus brazos, por lo que a los pocos minutos sucumbió ante su mal estado de salud. La familia les imploró a los funcionarios que lo trasladaran, pero éstos se negaron rotundamente.
Finalmente y tras varios intentos el 3 de febrero, a las 3:30 de la tarde, lo trasladaron hasta la emergencia del Hospital Central. “Me lo sacaron cuando les dio la gana, le negaban el derecho a la salud", expresó la hermana del preso.
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Los familiares del reo también denunciaron que este tenía señales de tortura en sus partes íntimas y que tenía un pulmón desprendido; presumen que esto fue a causa de una golpiza. “Esto que pasó es injusto. Mi hermano no estaba loco, él estaba traumatizado con todo lo que vivió. Aquí en Lara no hay derechos humanos, no los respetan, mi hermano estaba privado de libertad, pero merecía vivir más. Yo esperaba que me lo entregaran en libertad y no muerto", manifestó Rosa Pérez.
Boletín de prensa OVP
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