Cientos de rusos protestaron en la región de Oremburgo, limítrofe con Kazajistán, contra la inacción oficial tras las mayores inundaciones en décadas.
«¡Putin, ayuda!» o «¡Vergüenza!», gritaban los congregados frente al edificio del Ayuntamiento de la ciudad de Orsk, la más afectada por el desastre natural, según informa el portal Ural56.
Los rusos protestaron y demandaron compensaciones económicas tras perder sus viviendas debido a las crecidas de varios ríos en esta región al sur de los Urales.
El alcalde intentó, en vano, calmar a la multitud, tras lo que un grupo de representantes de los manifestantes entró en el edificio de la administración local para llegar a un acuerdo.
El gobernador, Denís Pasler, prometió a los damnificados que 16.000 personas recibirán pagos en metálico esta misma semana. Las compensaciones que ya han llegado a 600 personas.
Además, aseguró que se condonará el pago de los gastos comunales en las zonas anegadas, mientras los créditos serán reestructurados.
Los afectados se concentraron en el centro de Orsk pese a las advertencias de la Fiscalía regional contra infringir la ley durante el estado de emergencia.
Las peores inundaciones en el sur de los Urales
Solo en Orsk, una ciudad de casi 200.000 habitantes, donde las autoridades describieron el domingo la situación como «crítica», fueron anegadas casi 6.700 casas, incluidos 133 edificios de viviendas, 25 escuelas y jardines de infancia, y nueve centros de salud.
La crecida del río Ural provocó la ruptura de un dique de contención y el agua anegó la parte antigua de Orsk. Las autoridades declararon el pasado día 4 estado de emergencia a nivel regional, que el domingo fue elevado a federal.
Las autoridades advierten que el pico de las inundaciones aún no ha sido superado. La normalización del nivel del agua en el río se espera solo para finales del mes.
El número de viviendas inundadas en la región de Oremburgo, azotada desde la noche del viernes, ascendió a más de 10.000. Mientras que el número de los evacuados supera las 6.000 personas.
Rusos protestaron y el gobierno creó comisión especial
El presidente ruso, Vladímir Putin, encargó el lunes al Gobierno crear una comisión especial para atender la situación en las regiones afectadas.
Las autoridades rusas declararon también el lunes el estado de emergencia debido a las inundaciones en las regiones siberianas de Kurgán y Tiumén.
Las tres regiones rusas tienen frontera con Kazajistán, país donde las inundaciones fueron calificadas este sábado como el peor desastre natural de los últimos 80 años por el presidente kazajo, Kasim-Yomart Tokáyev.
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