En su pelea por alejarse de los puestos de descenso, el Sevilla sumó tres puntos importantísimos en el Coliseum al ganar 0-1 al Getafe gracias a un tanto de Sergio Ramos, que celebró su 38 cumpleaños con un gol que sirvió a su equipo para resucitar después de dos pinchazos seguidos.
Parece que los años no pasan por Sergio Ramos. Rozando la cuarentena, es capaz de marcarse partidazos como el que firmó en el estadio del Getafe. Ante los constantes errores de Badé en el centro de la zaga, se erigió como un pilar defensivo que además marcó el único tanto de un partido en el que también tuvo protagonismo Nylad con sus intervenciones.
Ramos y el portero noruego fueron los salvadores de su equipo en un encuentro en el que el Sevilla y el Getafe llegaron a la cita con diferentes sensaciones. En el conjunto hispalense, con la necesidad de una victoria. No podía fallar después del resultado del Cádiz, que superó al Granada 1-0 este viernes. Otro tropiezo, el que podía ser el tercero consecutivo, habría puesto al conjunto dirigido por Quique Sánchez Flores a sólo tres puntos del descenso.
El Getafe ya está pendiente de otras historias. Parece que ya piensa en la próxima temporada. Aunque la permanencia no es matemática, es prácticamente un hecho. Y Europa no es un objetivo fácil. Durante el parón provocado por las selecciones ya se anunció oficialmente el fichaje de Maksimovic por el Panathinaikos. Ahora, el nombre que suena es el de Bordalás, todavía con dos años de contrato pero seguramente con muchas novias este verano.
Precisamente, Bordalás, seguro de sistema con el que ganó al Girona la pasada jornada, insistió en el mismo once para superar al Sevilla. De nuevo, jugó sin delanteros, sin un referente arriba para fijar a los centrales. Óscar jugó de delantero atípico con una colección de mediocentros por detrás: Moriba, Milla, Maksimovic y Yellu. La única gran referencia arriba del conjunto azulón fue la de Greenwood, que desde la derecha siempre fue un peligro.
En el Sevilla, Ocampos ocupó en el carril diestro el lugar del sancionado Jesús Navas y Quique Sánchez Flores apostó por un planteamiento conservador. Se encerró atrás y esperó asestar algún golpe a su rival a través de alguna contra o a balón parado, su especialidad esta temporada.
El Sevilla tuvo la fortuna de encontrarse con ese momento que tanto necesitaba a los cinco minutos, cuando Acuña lanzó un córner que Sergio Ramos mandó a la red. Por el camino, el balón pasó por delante de Moriba y de Alderete, incapaces de despejar una pelota que el central andaluz remató a gol con un muslo.
Al Getafe le cuesta muchísimo jugar por detrás en el marcador. De hecho, desde noviembre no remonta un resultado en contra. Y, con el Sevilla bien cerrado, tardó cerca de 25 minutos en encontrar el camino hacia la portería de Nyland. Sólo los fallos constantes de Badé permitieron a los hombres de Bordalás inquietar al meta noruego.
Primero, se equivocó en un centro de Greenwood. Despejó mal la pelota, la recogió Óscar y Yellu, con una llegada desde atrás, se encontró con una buena intervención de Nyland; después, Badé cedió muy mal la pelota a su portero y Maksimovic estrelló la pelota contra la cara de Nyland, que cerró el carrusel de ocasiones del Getafe con otra parada a Greenwood con la que arregló un resbalón inoportuno cuando iba a golpear la pelota.
Badé aún tendría tiempo para hacer de las suyas con un posible penalti sobre Moriba. El VAR no entró en el derribo del defensor francés, pero no habría sido nada si hubiese llamado al árbitro Javier Iglesias Villanueva. Y con esa acción, terminó el asedio del Getafe, que se llevó un par de sustos antes del descanso.
El Sevilla, incapaz de generar fútbol, sólo creaba peligro a balón parado. Y, al filo del descanso, pudo marcar con otra conexión entre Acuña y Ramos a la salida de un córner. En esta ocasión, Soria intervino a tiempo y el rechace lo recogió Isaac Romero para estrellar la pelota contra el palo.
Con un gol de cabeza anulado a Sergio Ramos por fuera de juego (otra vez a balón parado), el descanso llegó a tiempo para el Getafe, necesitado de una pausa para retomar fuerzas e intentar dar la vuelta al partido.
Sin embargo, esa reacción no llegó. El Sevilla se comportó como un bloque muy compacto impenetrable. La entrada al terreno de juego de Jaime Mata, Diego Rico, Carmona y Aleñá no arregló casi nada. Apenas un intento de Greenwood desde fuera del área y una ocasión de Mata que salvó Nyland, inquietaron al Sevilla.
Al final, el equipo de Quique aguantó los últimos arreones del Getafe. Sobrevivió gracias a la tenacidad de Sergio Ramos y a las paradas de Nyland. Con muy poco, se llevó tres puntos importantísimos para su supervivencia en Primera División. Aguantó la presión del Cádiz y en un sábado de resurrección acabó con su mala racha y se colocó seis puntos por encima del descenso.
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