La justicia peruana condenó a dos años y seis meses de prisión suspendida al bailarín húngaro Vajda Zoltan Attila (conocido también como Tyler) por tocamientos indebidos en agravio de la presentadora de televisión Korina Rivadeneira, con lo que el incidente escaló a otras dimensiones.
Tras la sentencia llegaron las reacciones y debates de la opinión pública. La modelo venezolana-peruana, lejos de encontrar "paz" en el fallo judicial, dijo que donará la totalidad de la reparación civil y ha cerrado sus redes sociales ante la avalancha de críticas y comparaciones con otros casos de violencia.
Fue el Primer Juzgado de Investigación Preparatoria de Flagrancia de Lima, el que dictó la sentencia contra el bailarín el jueves 24 de julio. Además de la pena privativa de libertad suspendida, el bailarín deberá cumplir reglas de conducta, como no cambiar de domicilio sin autorización y presentarse ante el control biométrico, y pagar una reparación civil de 10,000 soles.
Vajda Zoltan reiteró sus disculpas públicas y reconoció su responsabilidad durante la audiencia.
Rivadeneira ha sido enfática en que este monto económico "no le hace sentir mejor, no borra lo vivido, no repara lo que le pasó". Por ello, ha anunciado que donará la totalidad de los 10,000 soles a una institución que apoya a mujeres víctimas de violencia, una decisión tomada junto a su familia, buscando que su experiencia "ayude a que alguien más reciba apoyo, contención o justicia".
Polarización en redes sociales
La noticia de la sentencia, que se produjo en menos de una semana desde los hechos, generó una polarizada reacción en redes sociales. Si bien un sector apoyó la celeridad de la justicia, otro cuestionó la rapidez con la que se resolvió el caso de Rivadeneira, contrastándola con la lentitud de otros procesos por violencia sexual que llevan años sin resolución.
Ante la intensa ola de mensajes negativos, cuestionamientos y comparaciones,Rivadeneira desactivó su cuenta oficial de Instagram. La modelo había intentado previamente restringir los comentarios, pero la "avalancha de críticas" la llevó a borrar su perfil. Pese a la tristeza que le produjo ver llorar a su agresor, Rivadeneira espera que esta situación sirva como lección y precedentemente.
El acto que detonó el caso de Rivadeneira
Los hechos que originaron este caso ocurrieron el domingo 20 de julio durante una función del espectáculo "Dioses del Circo Virtuoso" en la Cúpula de las Artes del Jockey Club, en Lima. Un espectáculo exclusivamente para adultos.
Rivadeneira, quien asistía como invitada a la función, fue sacada del público al escenario por uno de los bailarines para que participara en una coreografía. En medio del baile, Vajda Zoltan, realizó tocamientos indebidos por detrás, lo que provocó una inmediata y visible reacción de malestar en la actriz.
Rivadeneira rechazó la intención, abandonó el escenario indignada y se retiró del lugar, sintiéndose "completamente expuesta, vulnerada y manipulada". Su testimonio en el programa "Desvelados" reveló el ataque de pánico que sufrió la noche posterior a los hechos, temiendo la reacción del público.
La denuncia y la detención del acusado
Tras el incidente, Rivadeneira, con el respaldo del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP) y la Policía, formalizó la denuncia penal contra el bailarín por el presunto delito de tocamientos, actos de connotación sexual o actos libidinosos sin consentimiento.

Vajda Zoltan fue detenido bajo la modalidad de flagrancia delictiva el lunes 21 de julio en Miraflores y trasladado a la Depincri de Surco. Inicialmente, el bailarín sostuvo que "fue parte del show" y que "todo estaba ensayado".
Pero la Municipalidad de Santiago de Surco actuó con contundencia, anunciando la cancelación definitiva del evento “Dioses del Circo Virtuoso”. La decisión se basó en los tocamientos indebidos, el desarrollo de actividades contrarias a la moral y las buenas costumbres, y el incumplimiento de las condiciones establecidas.
Además, el municipio impuso multas que ascienden a un total de aproximadamente 18,500 soles. El espectáculo, que se promocionaba como un evento cultural y artístico con 16 artistas internacionales, no cumplió con lo prometido y se consideró una falta de respeto a un artista. La municipalidad ha exigido que la carpa sea retirada, ya que solo estaba autorizada para ese espectáculo.