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Grisel Mercadante, defensora de las «tres R» en Maracaibo

CAMBIO CLIMÁTICO · 11 JUNIO, 2023 20:23

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Rosmina Suárez Piña | @sciencelover_rs


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QUÉ CHÉVERE
QUÉ INDIGNANTE
QUÉ CHIMBO

En Maracaibo, las montañas de basura abundan hasta llenar calles enteras. Cualquier material es lanzado en vertederos a cielo abierto, ante la falta de políticas oficiales y reciclaje. Pero la arquitecta Grisel Mercadante ha buscado cambiar esa situación y, casi sin darse cuenta, creó el primer plan piloto de recolección de desechos en la capital zuliana.

Presentamos la primera entrega de #LideresasCambioClimático, una iniciativa de Efecto Cocuyo para contar las historias de mujeres venezolanas que han tomado la batuta como agentes de soluciones ante los impactos del cambio climático.

Siempre observadora y sensible a lo que le rodeaba, Grisel Mercadante quiso ser scout a los cinco años de edad. Pero “cosas de la vida” la llevaron a la arquitectura y el diseño urbano sin olvidar lo que siempre había estado buscando: hacer algo por su ciudad Maracaibo, capital del estado Zulia.

Y desde hace nueve años lo hace. En su propio vehículo transporta una cantidad infinita de plástico o cartón y, con una sonrisa casi perpetua en el rostro, siempre está lista para defender los derechos humanos ambientales.

En cada frase que dice hay una idea y una fuerza para ayudar a los demás a generar cambios por un mundo mejor desde el reciclaje.

Así, en 2014, fundó El Zulia Recicla, una organización sin fines de lucro dedicada 24/7 al reciclaje de residuos sólidos urbanos y la educación ambiental, propuestas que han sido ignoradas por las tres últimas alcaldías del municipio.

El Zulia Recicla es una de las organizaciones que lidera, además, con una titánica misión: limpiar las costas del Lago de Maracaibo, uno de los 20 lagos más grandes del mundo que, en palabras de la NASA, está asfixiándose entre mareas negras de petróleo, algas y también basura. Mucha basura que, ante la falta de planes integrales de gestión de residuos, terminan de llenar el estuario zuliano.

—Nunca pensé que iba a llegar hasta aquí—asegura en entrevista con Efecto Cocuyo la impulsora del principal plan piloto de gestión de residuos sólidos urbanos en la capital zuliana.

Con un trabajo imparable, Grisel Mercadante, una fiel defensora de las “tres R” en Maracaibo, es una de las Lideresas Ambientales elegidas este mes de junio en Efecto Cocuyo, como reconocimiento al trabajo de mujeres que dirigen iniciativas en combate del cambio climático en Venezuela.

De arquitecta a ambientalista, el descubrimiento

En la vida de Grisel no ha habido un día sin pensar en la vocación de servicio. Querer contribuir con el desarrollo de la ciudad. Ayudar. Y así como quiso ser scout, luego de ver a otros niños acampando y haciendo fogatas, también quiso ser militar.

No fue scout al final, pero tampoco se alistó como militar del ejército venezolano. Sin embargo, la “espinita” de ser una servidora persistió hasta sus años de universidad y posgrado.

—No veía la milicia con los mismos ojos y un compañero me dijo “tienes tantas maneras de trabajar en actividades altruistas que no necesariamente deben ser a través de la milicia; ¿por qué no lo haces desde una organización?”. En ese momento estaba en mi posgrado de Diseño Urbano, en Caracas, y ese compañero me llevó a ese “despertar”—revela

Grisel egresó como Arquitecta de la Universidad Rafael Urdaneta (URU) en 2003; y un par de años después, en 2005, egresó como Magister en Diseño Urbano de la Universidad Metropolitana (Unimet).

En esa maestría, su tesis de grado estuvo enfocada en cómo conectar a las personas a través del espacio público y así generar una mejor convivencia. Fue justo esa idea la que posteriormente cobraría vida en su regreso a Maracaibo.

—Ya había mucha polarización política, pero independientemente de tus ideales, la meta era encontrar un espacio, público. ¿La plaza? Tiene mucha basura. Ves el frente costero de la ciudad justo después de llover y hay una cantidad enorme de botellas en el lago. Más basura. Fue ahí donde hice un “segundo despertar”: espacios públicos + basura, la excusa para hacer esa conexión con la gente por medio de la educación ambiental—rememora

El Zulia Recicla: “una excusa para encontrarnos”

Grisel encontró en la educación ambiental el pilar de su proyecto. Pero antes de ser la Fundación El Zulia Recicla que hoy conocemos, ella pasó por hacer un estudio exhaustivo del reciclaje en Maracaibo y cuán viable era ejecutar proyectos que permitieran a los ciudadanos reciclar y obtener beneficios.

—Yo empecé estudiando la dinámica del reciclaje para entender, como arquitecto y con toda mi vocación social, que sin infraestructura no se puede trabajar. Es decir, la infraestructura ayuda a cambiar el hábito de la gente. Si tú le ofreces a la persona colocar un contenedor, pero además lo voy a educar, le voy a dar las herramientas, posiblemente ese circuito se cierre. Entonces ahí decidí ocuparme, estaba sola, pero tenía que ocuparme para hacer ese circuito de recolección y así poder ofrecer a la gente el componente educativo y los resultados—explica.

Recogió mucho plástico solo de su casa. Y cuando obtuvo los resultados, se puso manos a la obra. Grisel cuenta entre risas que su familia estaba “obstinada” de escucharla hablar de reciclaje cada vez que llegaba a su casa a reunir más plástico de su domicilio.

—Esa parte operativa fue muy importante para mí, para poder tomar la decisión de hacer algo concreto en ese momento que empecé a acumular plástico en mi casa. Así que [en noviembre de 2014] creé en Instagram la cuenta @elzulia_recicla solo como un canal de información. Mi sorpresa: había muchas otras personas como Grisel haciendo cosas—recuerda

Luego de conocer ese proceso de recolección, una empresa privada le ofreció a Grisel sus plásticos y cartones durante año y medio, lo que representó el capital semilla para poder trabajar posteriormente y cubrir los costos operativos del manejo de residuos.

El 29 de noviembre de 2014, oficialmente, fue la primera jornada de recolección de El Zulia Recicla en una actividad denominada Parking Day, organizada por los estudiantes de Arquitectura de la Uiversidad Rafael Urdaneta, donde Grisel es profesora.

Un año despúes, en 2015, ya había redactado un reglamento para constituir a El Zulia Recicla como fundación.

—Sabía lo que quería en ese momento. Dije: “seguramente van a haber cambios cuando esto madure”. Pero en ese momento estaba yo solita, no había más nadie. También [el registro] fue mi manera de garantizar la propiedad intelectual—dice

En la actualidad, la Fundación El Zulia Recicla encabeza las actividades de reciclaje en Maracaibo, a través de varios programas y jornadas de recolección y clasificación, donde enseñan a los ciudadanos, cada sábado, a separar sus residuos.

#MisResiduosNoVanAlLago, compuesto por la limpieza del frente costero del Lago de Maracaibo, es uno de sus programas más destacados y es parte de la red nacional de servicio comunitario del Zulia, por lo que está presente en la parrilla de proyectos comunitarios de diversas universidades de la región.

—Lamentablemente, después de cada jornada de limpieza de costas, la basura vuelve a la orilla y hay gente que pregunta para qué hacer tanto esfuerzo “si la basura va a volver”. ¿Qué les responderías?

—Incluso gente voluntaria en la limpieza de costas nos pregunta eso y mi respuesta es la misma: es una acción para que entendamos a dónde van a parar nuestros desechos y hacer consciencia de que ese pote de mantequilla, esa botella de refresco, incluso jeringas, llegaron de tu casa y lo hicieron a través de las cañadas.

En poco más de nueve años, El Zulia Recicla ha logrado recolectar 35 toneladas de residuos entregados a recuperadoras locales para su aprovechamiento. En ese mismo tiempo, también han recogido 14 toneladas de desechos en las costas del Lago de Maracaibo, con más de 1.300 voluntarios.

A través de sus actividades locales, más de 2.500 ciudadanos han aprendido a separar los desechos desde el origen y al menos 10 empresas de la ciudad ya gestionan sus residuos gracias a los planes de la fundación.

“Es una persona muy organizada”

Así la describe Nicolino Bracho, quien funge como director de investigación de la Fundación El Zulia Recicla y conoció a Grisel Mercadante en 2016, por medio de una jornada de recolección y clasificación en Los Olivos, al oeste de Maracaibo.

“Si tuviera que describir a Grisel en una sola palabra sería ‘compromiso’. Es una persona organizada y apasionada; es perfeccionista y dedicada en cuerpo y alma a cada uno de los proyectos que emprende. Hemos compartido muchos momentos, tanto de triunfo como de desacuerdos, pero cada una de estas experiencias nos ha fortalecido como organización”, dice el profesor Bracho a Efecto Cocuyo.

Antonio Soto, coordinador general de La Papelera Tiene Hambre, también valora la capacidad de organización de Grisel, a quien acompaña desde los inicios de El Zulia Recicla como uno de sus principales aliados.

“Actualmente, estamos en alianza con el programa de formación ‘Nueva Semilla’. Me gusta mucho trabajar con ella, es una persona muy planificada que promueve ese tejido social que tanto necesita el municipio para ayudar al saneamiento ambiental”, describe Soto.

Grisel ya no está sola. La acompaña un equipo multidisciplinario compuesto por dos arquitectos, dos ingenieros químicos, más un ingeniero civil, un recolector de base, una especialista en mercadeo y una maestra de preescolar.

Ahora tienen la capacidad de levantar data y ser una referencia en el estado, promoviendo alianzas y acciones de saneamiento junto con academias, universidades y empresas privadas como la URU, la Universidad Rafael Belloso Chacín (Urbe), el Centro Venezolano Americano del Zulia (Cevaz), Coca-Cola, Shell, Solquiven, Upaca, Zuliana de Plásticos (Zupla), entre otras.

En 2022, durante un acto solemne por los 493 años de fundación de Maracaibo, Grisel Mercadante fue condecorada por el alcalde Rafael Ramírez con la Orden Honor Al Mérito Civil, en reconocimiento a su labor por una Maracaibo sostenible.

Educar desde la ciudad

Otro de los proyectos de El Zulia Recicla es la construcción de estructuras con “ecobloques” o compactación manual de residuos en envases plásticos de refresco, con los que pueden construir bancas y hasta muros.

“Eso me da satisfacción”, señala hacia una pequeña plaza de la Casa di Riposo Villa Serena, donde conversamos con Grisel. Están construyendo una banca con ecobloques para las personas que residen en ese hogar. Quedó justo debajo de un árbol, uno de los únicos espacios protegidos del inclemente sol y el calor de Maracaibo.

—Una banca construida, un muro [de ecobloques] construido con La Papelera Tiene Hambre me da satisfacción porque es una manera de “comprar la idea”; es decir, nosotros estuvimos con ellos. Los ayudamos a consolidar ese punto de la recolección y ya ahorita tienen un proyecto propio, llegaron a construir un muro también. Es llegar a los colegios y que te reconozcan: “¡Ustedes son la gente del plástico!”. Es muy bonito—cuenta conmovida.

Con casi una década de trabajo, aún Grisel no se cree el cuento de todo lo que han logrado concretar de forma colectiva gracias a su coordinación.

— En la fundación ahorita estamos buscando ir un paso más como equipo, porque ya hace tiempo dejó de ser Grisel—apunta

—El reciclaje es todo un desafío en Maracaibo, porque el problema de la basura parece no acabar. ¿Es posible vislumbrar un futuro reciclando o qué hace falta?

—Sí, sí es posible, pero hace falta voluntad política. Sin voluntad política no hay reciclaje porque dependemos de que haya una fortaleza institucional, que tengamos leyes que le den seguridad a las empresas. Nos hace falta que el recolector de base sea reconocido como un actor clave dentro del reciclaje; hace falta que los centros de acopio informales tengan infraestructura y sumamente importante: un relleno sanitario con toda la infraestructura. Es una inversión que el estado puede hacer.

—Pero El Zulia Recicla tiene un plan que se puede replicar, ¿o no?

—Dentro de todas las cosas que quise hacer también quise demostrar que es posible trabajar el manejo de residuos. Empecé sola y mira dónde llegamos con el equipazo que tenemos. ¿Por qué la alcaldía no lo hace? No estoy hablando de esta gestión exactamente sino como municipalidad, o sea, no hay una cultura real de hacia dónde debemos apuntar como ciudad y aquí te hablo como planificadora urbana…

No tenemos ni siquiera un plan especial de desarrollo actualizado en nuestra ciudad, esas líneas estratégicas tienen que actualizarse, tiene que haber continuidad independientemente del gobierno que esté porque eso no depende de una gestión, sino de una voluntad política real, de un consenso. Esa ciudad que queremos la podemos tener si tenemos una mesa de trabajo y hablamos de todos los temas. Yo decidí empezar por manejo de desechos, aseo urbano y reciclaje y demostrar que sí se puede.

Las “tres R”, una clave para reducir el calentamiento global

Separar la basura que producimos sí tiene un impacto importante en nuestro entorno. El rol del reciclaje consta de recolectar y transformar materiales en nuevos productos y así romper la cadena de generar más basura.

Y en este punto entran las reconocidas “tres R”: 

  • Reducir: promover el consumo responsable de productos cuyos envases se puedan reciclar, además de disminuir el consumo de bolsas 
  • Reutilizar: cualquier material que antes de tirarlo a la basura; identificar si se puede dar otro valor más allá de la manualidad o encontrar un fin utilitario.  
  • Reciclar: todo aquel material que no podamos reutilizar o reducir, pues responsablemente lo llevamos a las recuperadoras para que sean reciclados.

Ante el cambio climático, el reciclaje permite el ahorro de energía; también evita la explotación indiscriminada de los recursos naturales y ofrece puestos de trabajo a los recolectores de base que, en palabras de Grisel Mercadante, son “los héroes de la ciudad” y no “burreros” o “indigentes” como suelen llamarles.

—Ellos ejercen un trabajo clave: recolectan y separan los desechos en la ciudad, actualmente en Maracaibo de manera informal, porque no se les ha reconocido ese trabajo. En ciudades de Latinoamérica [como Guatemala] sí es reconocido, pero en Maracaibo no—destaca

De hecho, la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA), enfatiza que el reciclaje y la reducción de los desechos rebajan las emisiones de gases de efecto invernadero -producto de la quema de basura- y descontaminar el aire.

CAMBIO CLIMÁTICO · 11 JUNIO, 2023

Grisel Mercadante, defensora de las «tres R» en Maracaibo

Texto por Rosmina Suárez Piña | @sciencelover_rs

En Maracaibo, las montañas de basura abundan hasta llenar calles enteras. Cualquier material es lanzado en vertederos a cielo abierto, ante la falta de políticas oficiales y reciclaje. Pero la arquitecta Grisel Mercadante ha buscado cambiar esa situación y, casi sin darse cuenta, creó el primer plan piloto de recolección de desechos en la capital zuliana.

Presentamos la primera entrega de #LideresasCambioClimático, una iniciativa de Efecto Cocuyo para contar las historias de mujeres venezolanas que han tomado la batuta como agentes de soluciones ante los impactos del cambio climático.

Siempre observadora y sensible a lo que le rodeaba, Grisel Mercadante quiso ser scout a los cinco años de edad. Pero “cosas de la vida” la llevaron a la arquitectura y el diseño urbano sin olvidar lo que siempre había estado buscando: hacer algo por su ciudad Maracaibo, capital del estado Zulia.

Y desde hace nueve años lo hace. En su propio vehículo transporta una cantidad infinita de plástico o cartón y, con una sonrisa casi perpetua en el rostro, siempre está lista para defender los derechos humanos ambientales.

En cada frase que dice hay una idea y una fuerza para ayudar a los demás a generar cambios por un mundo mejor desde el reciclaje.

Así, en 2014, fundó El Zulia Recicla, una organización sin fines de lucro dedicada 24/7 al reciclaje de residuos sólidos urbanos y la educación ambiental, propuestas que han sido ignoradas por las tres últimas alcaldías del municipio.

El Zulia Recicla es una de las organizaciones que lidera, además, con una titánica misión: limpiar las costas del Lago de Maracaibo, uno de los 20 lagos más grandes del mundo que, en palabras de la NASA, está asfixiándose entre mareas negras de petróleo, algas y también basura. Mucha basura que, ante la falta de planes integrales de gestión de residuos, terminan de llenar el estuario zuliano.

—Nunca pensé que iba a llegar hasta aquí—asegura en entrevista con Efecto Cocuyo la impulsora del principal plan piloto de gestión de residuos sólidos urbanos en la capital zuliana.

Con un trabajo imparable, Grisel Mercadante, una fiel defensora de las “tres R” en Maracaibo, es una de las Lideresas Ambientales elegidas este mes de junio en Efecto Cocuyo, como reconocimiento al trabajo de mujeres que dirigen iniciativas en combate del cambio climático en Venezuela.

De arquitecta a ambientalista, el descubrimiento

En la vida de Grisel no ha habido un día sin pensar en la vocación de servicio. Querer contribuir con el desarrollo de la ciudad. Ayudar. Y así como quiso ser scout, luego de ver a otros niños acampando y haciendo fogatas, también quiso ser militar.

No fue scout al final, pero tampoco se alistó como militar del ejército venezolano. Sin embargo, la “espinita” de ser una servidora persistió hasta sus años de universidad y posgrado.

—No veía la milicia con los mismos ojos y un compañero me dijo “tienes tantas maneras de trabajar en actividades altruistas que no necesariamente deben ser a través de la milicia; ¿por qué no lo haces desde una organización?”. En ese momento estaba en mi posgrado de Diseño Urbano, en Caracas, y ese compañero me llevó a ese “despertar”—revela

Grisel egresó como Arquitecta de la Universidad Rafael Urdaneta (URU) en 2003; y un par de años después, en 2005, egresó como Magister en Diseño Urbano de la Universidad Metropolitana (Unimet).

En esa maestría, su tesis de grado estuvo enfocada en cómo conectar a las personas a través del espacio público y así generar una mejor convivencia. Fue justo esa idea la que posteriormente cobraría vida en su regreso a Maracaibo.

—Ya había mucha polarización política, pero independientemente de tus ideales, la meta era encontrar un espacio, público. ¿La plaza? Tiene mucha basura. Ves el frente costero de la ciudad justo después de llover y hay una cantidad enorme de botellas en el lago. Más basura. Fue ahí donde hice un “segundo despertar”: espacios públicos + basura, la excusa para hacer esa conexión con la gente por medio de la educación ambiental—rememora

El Zulia Recicla: “una excusa para encontrarnos”

Grisel encontró en la educación ambiental el pilar de su proyecto. Pero antes de ser la Fundación El Zulia Recicla que hoy conocemos, ella pasó por hacer un estudio exhaustivo del reciclaje en Maracaibo y cuán viable era ejecutar proyectos que permitieran a los ciudadanos reciclar y obtener beneficios.

—Yo empecé estudiando la dinámica del reciclaje para entender, como arquitecto y con toda mi vocación social, que sin infraestructura no se puede trabajar. Es decir, la infraestructura ayuda a cambiar el hábito de la gente. Si tú le ofreces a la persona colocar un contenedor, pero además lo voy a educar, le voy a dar las herramientas, posiblemente ese circuito se cierre. Entonces ahí decidí ocuparme, estaba sola, pero tenía que ocuparme para hacer ese circuito de recolección y así poder ofrecer a la gente el componente educativo y los resultados—explica.

Recogió mucho plástico solo de su casa. Y cuando obtuvo los resultados, se puso manos a la obra. Grisel cuenta entre risas que su familia estaba “obstinada” de escucharla hablar de reciclaje cada vez que llegaba a su casa a reunir más plástico de su domicilio.

—Esa parte operativa fue muy importante para mí, para poder tomar la decisión de hacer algo concreto en ese momento que empecé a acumular plástico en mi casa. Así que [en noviembre de 2014] creé en Instagram la cuenta @elzulia_recicla solo como un canal de información. Mi sorpresa: había muchas otras personas como Grisel haciendo cosas—recuerda

Luego de conocer ese proceso de recolección, una empresa privada le ofreció a Grisel sus plásticos y cartones durante año y medio, lo que representó el capital semilla para poder trabajar posteriormente y cubrir los costos operativos del manejo de residuos.

El 29 de noviembre de 2014, oficialmente, fue la primera jornada de recolección de El Zulia Recicla en una actividad denominada Parking Day, organizada por los estudiantes de Arquitectura de la Uiversidad Rafael Urdaneta, donde Grisel es profesora.

Un año despúes, en 2015, ya había redactado un reglamento para constituir a El Zulia Recicla como fundación.

—Sabía lo que quería en ese momento. Dije: “seguramente van a haber cambios cuando esto madure”. Pero en ese momento estaba yo solita, no había más nadie. También [el registro] fue mi manera de garantizar la propiedad intelectual—dice

En la actualidad, la Fundación El Zulia Recicla encabeza las actividades de reciclaje en Maracaibo, a través de varios programas y jornadas de recolección y clasificación, donde enseñan a los ciudadanos, cada sábado, a separar sus residuos.

#MisResiduosNoVanAlLago, compuesto por la limpieza del frente costero del Lago de Maracaibo, es uno de sus programas más destacados y es parte de la red nacional de servicio comunitario del Zulia, por lo que está presente en la parrilla de proyectos comunitarios de diversas universidades de la región.

—Lamentablemente, después de cada jornada de limpieza de costas, la basura vuelve a la orilla y hay gente que pregunta para qué hacer tanto esfuerzo “si la basura va a volver”. ¿Qué les responderías?

—Incluso gente voluntaria en la limpieza de costas nos pregunta eso y mi respuesta es la misma: es una acción para que entendamos a dónde van a parar nuestros desechos y hacer consciencia de que ese pote de mantequilla, esa botella de refresco, incluso jeringas, llegaron de tu casa y lo hicieron a través de las cañadas.

En poco más de nueve años, El Zulia Recicla ha logrado recolectar 35 toneladas de residuos entregados a recuperadoras locales para su aprovechamiento. En ese mismo tiempo, también han recogido 14 toneladas de desechos en las costas del Lago de Maracaibo, con más de 1.300 voluntarios.

A través de sus actividades locales, más de 2.500 ciudadanos han aprendido a separar los desechos desde el origen y al menos 10 empresas de la ciudad ya gestionan sus residuos gracias a los planes de la fundación.

“Es una persona muy organizada”

Así la describe Nicolino Bracho, quien funge como director de investigación de la Fundación El Zulia Recicla y conoció a Grisel Mercadante en 2016, por medio de una jornada de recolección y clasificación en Los Olivos, al oeste de Maracaibo.

“Si tuviera que describir a Grisel en una sola palabra sería ‘compromiso’. Es una persona organizada y apasionada; es perfeccionista y dedicada en cuerpo y alma a cada uno de los proyectos que emprende. Hemos compartido muchos momentos, tanto de triunfo como de desacuerdos, pero cada una de estas experiencias nos ha fortalecido como organización”, dice el profesor Bracho a Efecto Cocuyo.

Antonio Soto, coordinador general de La Papelera Tiene Hambre, también valora la capacidad de organización de Grisel, a quien acompaña desde los inicios de El Zulia Recicla como uno de sus principales aliados.

“Actualmente, estamos en alianza con el programa de formación ‘Nueva Semilla’. Me gusta mucho trabajar con ella, es una persona muy planificada que promueve ese tejido social que tanto necesita el municipio para ayudar al saneamiento ambiental”, describe Soto.

Grisel ya no está sola. La acompaña un equipo multidisciplinario compuesto por dos arquitectos, dos ingenieros químicos, más un ingeniero civil, un recolector de base, una especialista en mercadeo y una maestra de preescolar.

Ahora tienen la capacidad de levantar data y ser una referencia en el estado, promoviendo alianzas y acciones de saneamiento junto con academias, universidades y empresas privadas como la URU, la Universidad Rafael Belloso Chacín (Urbe), el Centro Venezolano Americano del Zulia (Cevaz), Coca-Cola, Shell, Solquiven, Upaca, Zuliana de Plásticos (Zupla), entre otras.

En 2022, durante un acto solemne por los 493 años de fundación de Maracaibo, Grisel Mercadante fue condecorada por el alcalde Rafael Ramírez con la Orden Honor Al Mérito Civil, en reconocimiento a su labor por una Maracaibo sostenible.

Educar desde la ciudad

Otro de los proyectos de El Zulia Recicla es la construcción de estructuras con “ecobloques” o compactación manual de residuos en envases plásticos de refresco, con los que pueden construir bancas y hasta muros.

“Eso me da satisfacción”, señala hacia una pequeña plaza de la Casa di Riposo Villa Serena, donde conversamos con Grisel. Están construyendo una banca con ecobloques para las personas que residen en ese hogar. Quedó justo debajo de un árbol, uno de los únicos espacios protegidos del inclemente sol y el calor de Maracaibo.

—Una banca construida, un muro [de ecobloques] construido con La Papelera Tiene Hambre me da satisfacción porque es una manera de “comprar la idea”; es decir, nosotros estuvimos con ellos. Los ayudamos a consolidar ese punto de la recolección y ya ahorita tienen un proyecto propio, llegaron a construir un muro también. Es llegar a los colegios y que te reconozcan: “¡Ustedes son la gente del plástico!”. Es muy bonito—cuenta conmovida.

Con casi una década de trabajo, aún Grisel no se cree el cuento de todo lo que han logrado concretar de forma colectiva gracias a su coordinación.

— En la fundación ahorita estamos buscando ir un paso más como equipo, porque ya hace tiempo dejó de ser Grisel—apunta

—El reciclaje es todo un desafío en Maracaibo, porque el problema de la basura parece no acabar. ¿Es posible vislumbrar un futuro reciclando o qué hace falta?

—Sí, sí es posible, pero hace falta voluntad política. Sin voluntad política no hay reciclaje porque dependemos de que haya una fortaleza institucional, que tengamos leyes que le den seguridad a las empresas. Nos hace falta que el recolector de base sea reconocido como un actor clave dentro del reciclaje; hace falta que los centros de acopio informales tengan infraestructura y sumamente importante: un relleno sanitario con toda la infraestructura. Es una inversión que el estado puede hacer.

—Pero El Zulia Recicla tiene un plan que se puede replicar, ¿o no?

—Dentro de todas las cosas que quise hacer también quise demostrar que es posible trabajar el manejo de residuos. Empecé sola y mira dónde llegamos con el equipazo que tenemos. ¿Por qué la alcaldía no lo hace? No estoy hablando de esta gestión exactamente sino como municipalidad, o sea, no hay una cultura real de hacia dónde debemos apuntar como ciudad y aquí te hablo como planificadora urbana…

No tenemos ni siquiera un plan especial de desarrollo actualizado en nuestra ciudad, esas líneas estratégicas tienen que actualizarse, tiene que haber continuidad independientemente del gobierno que esté porque eso no depende de una gestión, sino de una voluntad política real, de un consenso. Esa ciudad que queremos la podemos tener si tenemos una mesa de trabajo y hablamos de todos los temas. Yo decidí empezar por manejo de desechos, aseo urbano y reciclaje y demostrar que sí se puede.

Las “tres R”, una clave para reducir el calentamiento global

Separar la basura que producimos sí tiene un impacto importante en nuestro entorno. El rol del reciclaje consta de recolectar y transformar materiales en nuevos productos y así romper la cadena de generar más basura.

Y en este punto entran las reconocidas “tres R”: 

  • Reducir: promover el consumo responsable de productos cuyos envases se puedan reciclar, además de disminuir el consumo de bolsas 
  • Reutilizar: cualquier material que antes de tirarlo a la basura; identificar si se puede dar otro valor más allá de la manualidad o encontrar un fin utilitario.  
  • Reciclar: todo aquel material que no podamos reutilizar o reducir, pues responsablemente lo llevamos a las recuperadoras para que sean reciclados.

Ante el cambio climático, el reciclaje permite el ahorro de energía; también evita la explotación indiscriminada de los recursos naturales y ofrece puestos de trabajo a los recolectores de base que, en palabras de Grisel Mercadante, son “los héroes de la ciudad” y no “burreros” o “indigentes” como suelen llamarles.

—Ellos ejercen un trabajo clave: recolectan y separan los desechos en la ciudad, actualmente en Maracaibo de manera informal, porque no se les ha reconocido ese trabajo. En ciudades de Latinoamérica [como Guatemala] sí es reconocido, pero en Maracaibo no—destaca

De hecho, la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA), enfatiza que el reciclaje y la reducción de los desechos rebajan las emisiones de gases de efecto invernadero -producto de la quema de basura- y descontaminar el aire.

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