El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ratificó este lunes que España no reconocerá la victoria electoral de Nicolás Maduro en Venezuela hasta que no se verifiquen las actas de los comicios, pero tampoco prevé admitir hasta entonces un triunfo de la oposición.
En entrevista por la cadena radiofónica SER, subrayó que el Gobierno tiene una posición muy clara ante la situación de Venezuela, que evitó considerar una dictadura.
«No vamos a reconocer ningún resultado electoral si no se exhiben las actas de todas las mesas y pueden ser verificadas por la oposición y por los organismos independientes», recalcó el ministro español.
Defendió que se permita la libertad de expresión y de manifestación pacífica de todos los venezolanos y, especialmente, de los líderes políticos.
Sin actas España no reconocerá a Maduro
Ante la posibilidad de que no se presenten las actas, aseguró que no habrá, por tanto, un reconocimiento de la victoria de Maduro para un nuevo mandato presidencial, máxime cuando los informes de los observadores de las elecciones apuntan a que «empieza a haber más que dudas» sobre el resultado oficial.
Al preguntarle si el Gobierno prevé reconocer la victoria de la oposición y de su candidato Edmundo González, como pide la oposición conservadora española (Partido Popular), precisó que «esto no se trata de un concurso para ver quién queda mejor».
Recordó que en su momento se reconoció al líder opositor Juan Guaidó como presidente encargado y eso no hizo avanzar en la voluntad democrática.
«Por tanto, tenemos que ser muy responsables en lo que hacemos. Y lo que tenemos que pensar es que no se trata de hacer declaraciones contundentes, sino declaraciones eficaces, movimientos eficaces y, desde luego, nosotros no vamos a reconocer un resultado electoral que no esté verificado», incidió.
Ministro evade llamar dictadura al gobierno venezolano
Preguntado directamente por la posibilidad de que considere al gobierno de Maduro una dictadura, dijo Albares que un ministro no está para ejercer de politólogo, sino para conseguir objetivos, y el de España es poder hablar tanto con el Ejecutivo venezolano como con la oposición.
Señaló que los venezolanos pudieron votar libremente el 28 de julio y la cuestión ahora es hacer valer lo que decidieron.
Respecto a la posibilidad de que se aprueben sanciones, el jefe de la diplomacia española indicó que el Gobierno barajará cualquier medida que pueda ayudar a que la voluntad democrática de los venezolanos triunfe.
«No descarto absolutamente nada, pero lo que nosotros sí queremos es no movernos de nuestro objetivo y nuestro objetivo es que la solución sea una solución pacífica y negociada entre venezolanos, que no sea una solución violenta», añadió Albares.
Negó que el Gobierno español sea equidistante o silencioso, como lo acusa la oposición.
Albares reconoció la labor del expresidente del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero, que el Gobierno «valora y aprecia», y que desarrolla «en nombre propio», según el ministro.
En cuanto al conflicto de Oriente Medio, abogó por el diálogo para evitar una guerra regional después del enfrentamiento entre Israel e Hizbulá, e insistió en que la solución para lograr la paz en la región pasa por la convivencia de dos Estados, Israel y Palestina.