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“46% de la población carcelaria venezolana está en sitios bajo control del pranato”, asegura el OVP

LA HUMANIDAD · 10 AGOSTO, 2022 19:18

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Reynaldo Mozo Zambrano | @reymozo


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El pranato maneja casi la mitad de las prisiones venezolanas. Al menos, ocho cárceles en Venezuela están controladas por los llamados pranes, reveló una investigación realizada por el Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP), presentada este martes 9 de agosto.

Carolina Girón, directora de la organización, afirmó que «46% de la población carcelaria venezolana está en sitios que están bajo el control del pranato, 43% en control mixto y 11% en control del Estado». Además, identificaron que en los calabozos policiales también hay un pran y opera en el estado Zulia.

Tras políticas erradas en el sistema carcelario en el país, los pranes —cabecillas de bandas que operan dentro de las cárceles— han consolidado su poderío, operan con impunidad y, en algunos casos, con la colaboración de algunos funcionarios.

Estas redes criminales han evolucionado tanto que extienden su poder fuera de las cárceles. Un ejemplo de ello es el denominado Tren de Aragua, una megabanda criminal que se esparció por varios estados de Venezuela y también a países como Colombia, Perú y Chile.

“Este control ha permitido que los delincuentes generen un lucrativo negocio donde tienen millonarias ganancias por el cobro de múltiples servicios. La “causa” (el cobro en dólares por simplemente estar dentro de la cárcel) es la que genera la mayor cantidad de ingresos, incluso por encima de la venta de alcohol o drogas en los recintos penitenciarios”, se lee en una nota de prensa publicada por la organización defensora de los privados de libertad.

El OVP señala que la corrupción dentro de las cárceles permite que desde adentro de los recintos penitenciarios se ordenen secuestros, estafas y extorsiones contra el ciudadano común de manera recurrente y con impunidad.

“Para las personas en el exterior es muy difícil entender la situación de los pranes,  no porque exista el pranato per se, sino por cómo las autoridades le dieron tanto poder a estos personajes que se auto pusieron títulos”, agregó Girón, quien enfatizó que en otros países las autoridades siempre trabajan para mantener el control dentro de los centros penitenciarios.

La abogada y defensora de Derechos Humanos reveló que la figura del pranato ha sido tan «exitosa» que, en investigaciones realizadas por el OVP, se determinó que ya se están presentes en centros de detenciones preventivas, lugares que se han convertido también en una extensión de las cárceles en todo el territorio nacional.

La falta de control favoreció el crecimiento de los pranes

En la presentación del foro virtual, organizado por el OVP, Humberto Prado, director del Observatorio Latinoamericano y del Caribe de Prisiones, aseguró que la exministra Iris Valera afianzó el pranato y su crecimiento.

 “Si ya desde la creación del Ministerio para Asuntos Penitenciarios se evidenció la falta de separación de poderes, desde que Valera asumió el poder, el control del Estado sobre las cárceles fue en picada entrando a un camino de no retorno, en lugar de un sistema penitenciario que de verdad cumpla su función y haga cumplir las leyes”, dijo Prado.

Luis Izquiel, abogado y experto en crimen organizado, señaló que el problema estructural del pranato parte del hecho de que su consolidación se dio gracias a la participación y la colaboración no solo de altos funcionarios, sino también de funcionarios de menor rango.

“Lo podemos deducir por los armamentos que ahora son utilizados dentro de las cárceles, lo que antes era un chuzo, hoy son armas de alto calibre que ingresan en complicidad de custodios y funcionarios al cuidado de estos lugares”, dijo Izquiel.

La organización defensora de los privados de libertad explica que, para llevar a cabo los negocios de manera exitosa, se ha creado una estructura de poder que parte del pran, se tienen diferentes cargos o niveles de mando, por medio de los cuales se controlan armamentos, se administra dinero, se ejecutan crímenes, se mantiene el control del tránsito dentro de la cárcel o se maneja la vigilancia.

El OVP señala que esta estructura está conformada por un equipo de delincuentes que cumple cada uno una función, manteniendo un control que trasciende cualquier autoridad oficial, mandando así más que un director, un ministro o un custodio.

Sistemas dentro de las cárceles

La periodista e investigadora Ronna Rísquez identificó en su más reciente investigación, que abarcó 10 prisiones, que dentro de las cárceles venezolanas operan tres sistemas: el gobierno del servicio penitenciario que lo hay en algunas prisiones, el pranato y el mixto, que son prisiones donde hay pranes y hay cierta autoridad del servicio penitenciario.

Explicó además que donde hay sistemas mixtos, más allá de haber delitos, hay mucha corrupción y participación de funcionarios en hechos asociados a la comercialización de la comida interna, así como cobros para traslados y hasta para cambio de celdas.

“Esta colaboración llega a niveles tan altos que el director negocia con el pran a cambio de un pago, quién será el nuevo pran”, afirmó.

Con información de Prensa OVP

LA HUMANIDAD · 10 AGOSTO, 2022

“46% de la población carcelaria venezolana está en sitios bajo control del pranato”, asegura el OVP

Texto por Reynaldo Mozo Zambrano | @reymozo

El pranato maneja casi la mitad de las prisiones venezolanas. Al menos, ocho cárceles en Venezuela están controladas por los llamados pranes, reveló una investigación realizada por el Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP), presentada este martes 9 de agosto.

Carolina Girón, directora de la organización, afirmó que «46% de la población carcelaria venezolana está en sitios que están bajo el control del pranato, 43% en control mixto y 11% en control del Estado». Además, identificaron que en los calabozos policiales también hay un pran y opera en el estado Zulia.

Tras políticas erradas en el sistema carcelario en el país, los pranes —cabecillas de bandas que operan dentro de las cárceles— han consolidado su poderío, operan con impunidad y, en algunos casos, con la colaboración de algunos funcionarios.

Estas redes criminales han evolucionado tanto que extienden su poder fuera de las cárceles. Un ejemplo de ello es el denominado Tren de Aragua, una megabanda criminal que se esparció por varios estados de Venezuela y también a países como Colombia, Perú y Chile.

“Este control ha permitido que los delincuentes generen un lucrativo negocio donde tienen millonarias ganancias por el cobro de múltiples servicios. La “causa” (el cobro en dólares por simplemente estar dentro de la cárcel) es la que genera la mayor cantidad de ingresos, incluso por encima de la venta de alcohol o drogas en los recintos penitenciarios”, se lee en una nota de prensa publicada por la organización defensora de los privados de libertad.

El OVP señala que la corrupción dentro de las cárceles permite que desde adentro de los recintos penitenciarios se ordenen secuestros, estafas y extorsiones contra el ciudadano común de manera recurrente y con impunidad.

“Para las personas en el exterior es muy difícil entender la situación de los pranes,  no porque exista el pranato per se, sino por cómo las autoridades le dieron tanto poder a estos personajes que se auto pusieron títulos”, agregó Girón, quien enfatizó que en otros países las autoridades siempre trabajan para mantener el control dentro de los centros penitenciarios.

La abogada y defensora de Derechos Humanos reveló que la figura del pranato ha sido tan «exitosa» que, en investigaciones realizadas por el OVP, se determinó que ya se están presentes en centros de detenciones preventivas, lugares que se han convertido también en una extensión de las cárceles en todo el territorio nacional.

La falta de control favoreció el crecimiento de los pranes

En la presentación del foro virtual, organizado por el OVP, Humberto Prado, director del Observatorio Latinoamericano y del Caribe de Prisiones, aseguró que la exministra Iris Valera afianzó el pranato y su crecimiento.

 “Si ya desde la creación del Ministerio para Asuntos Penitenciarios se evidenció la falta de separación de poderes, desde que Valera asumió el poder, el control del Estado sobre las cárceles fue en picada entrando a un camino de no retorno, en lugar de un sistema penitenciario que de verdad cumpla su función y haga cumplir las leyes”, dijo Prado.

Luis Izquiel, abogado y experto en crimen organizado, señaló que el problema estructural del pranato parte del hecho de que su consolidación se dio gracias a la participación y la colaboración no solo de altos funcionarios, sino también de funcionarios de menor rango.

“Lo podemos deducir por los armamentos que ahora son utilizados dentro de las cárceles, lo que antes era un chuzo, hoy son armas de alto calibre que ingresan en complicidad de custodios y funcionarios al cuidado de estos lugares”, dijo Izquiel.

La organización defensora de los privados de libertad explica que, para llevar a cabo los negocios de manera exitosa, se ha creado una estructura de poder que parte del pran, se tienen diferentes cargos o niveles de mando, por medio de los cuales se controlan armamentos, se administra dinero, se ejecutan crímenes, se mantiene el control del tránsito dentro de la cárcel o se maneja la vigilancia.

El OVP señala que esta estructura está conformada por un equipo de delincuentes que cumple cada uno una función, manteniendo un control que trasciende cualquier autoridad oficial, mandando así más que un director, un ministro o un custodio.

Sistemas dentro de las cárceles

La periodista e investigadora Ronna Rísquez identificó en su más reciente investigación, que abarcó 10 prisiones, que dentro de las cárceles venezolanas operan tres sistemas: el gobierno del servicio penitenciario que lo hay en algunas prisiones, el pranato y el mixto, que son prisiones donde hay pranes y hay cierta autoridad del servicio penitenciario.

Explicó además que donde hay sistemas mixtos, más allá de haber delitos, hay mucha corrupción y participación de funcionarios en hechos asociados a la comercialización de la comida interna, así como cobros para traslados y hasta para cambio de celdas.

“Esta colaboración llega a niveles tan altos que el director negocia con el pran a cambio de un pago, quién será el nuevo pran”, afirmó.

Con información de Prensa OVP

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