Alerta naranja: la enfermedad que amenaza con extinguir el jugo de nuestro desayuno

Si no tomamos medidas inmediatas, es posible que el jugo de naranja que disfrutamos en el desayuno se convierta en un recuerdo del pasado. La crisis que enfrenta la industria citrícola global es alarmante. La combinación de enfermedades que afectan a los cítricos, cambios climáticos adversos y la disminución de las áreas de cultivo, amenazan con eliminar el suministro de este vital y refrescante jugo.

Es imperativo que se implementen soluciones sostenibles para preservar no solo la producción de las naranjas, limones y mandarinas, sino también la biodiversidad y la economía de las regiones productoras.

A pesar del reciente aumento en la producción mundial, impulsado por la alta demanda del mercado y el establecimiento de nuevas plantaciones, en las últimas décadas, la enfermedad conocida como Huanglongbing (HLB), o “enfermedad del dragón amarillo”, ha devastado sembradíos en Asia, América y varios países africanos.

Los impactos económicos han sido profundos en diversos países. En Brasil, la producción se ha reducido en más de 20%, mientras que en Guadalupe, un territorio francés de ultramar, la caída ha sido de 60%. En Florida, EE. UU., conocido por su producción de naranjas, la disminución ha sido aún más dramática, superando 90%. Esta región ha visto la eliminación de miles de trabajos en el sector citrícola.

A nivel mundial, se han implementado estrictas medidas de cuarentena y control. Como consecuencia, el precio del jugo de naranja se ha disparado, duplicándose en el lapso de un año, presentando enormes retos para los fabricantes en la adquisición de la fruta necesaria.

La enfermedad

La enfermedad es causada por una bacteria del género Candidatus Liberibacter spp., que permanece en los vasos conductores de la savia, el floema. Tras una larga fase asintomática, los daños internos se manifiestan en forma de manchas amarillas en las hojas. Ante la presencia de la bacteria, los árboles reaccionan produciendo un tipo de azúcar, que se acumula en los vasos y los obstruye, similar a una trombosis y luego las ramas mueren.

Estos síntomas comienzan en una rama antes de extenderse a todo el árbol. Con el tiempo, los vasos obstruidos provocan la muerte de los árboles. Los productos de la fotosíntesis sintetizados en las hojas ya no se distribuyen por todo el árbol. La fruta se deforma, adquiere un color anormal y se vuelve más amarga, lo que impide su venta.

La bacteria es transmitida por dos insectos de la familia de los psílidos. Estos pequeños insectos alados, que miden entre 2 y 5 milímetros, se alimentan insertando en las plantas unos tubos largos y delgados llamados estiletes para chupar la savia. Cuando se alimentan de brotes muy jóvenes de cítricos portadores de la enfermedad HLB, pueden contraer la bacteria, que luego crece en ellos y se transmite a otros árboles, similar a los mosquitos que portan los virus del dengue o chikungunya.

Estas dos especies de psílidos son bastante específicas de los cítricos y especies relacionadas, como la naranja jazmín (Murraya paniculata), utilizada a menudo como planta ornamental.

Actualmente, entre las principales zonas productoras de cítricos del mundo, solo la cuenca mediterránea y Australia están libres de la enfermedad. Sin embargo, el psílido africano (Trioza erytreae), aunque no es portador de la enfermedad, ya está bien establecido en España y Portugal. El psílido asiático, considerado el vector más eficaz para transmitir la bacteria, fue identificado en Israel en 2021.

Desafío para la agricultura

Más recientemente, en el verano de 2023, este mismo insecto fue identificado por primera vez en Europa, en Chipre. Los científicos consideran que los movimientos de larga distancia pueden estar vinculados con el comercio de cítricos o con el traslado de plantas ornamentales por viajeros. Además, el incremento de las temperaturas debido al cambio climático podría facilitar la adaptación del insecto Diaphorina citri en la región mediterránea, lo que representa un desafío para la agricultura.

A pesar de los significativos esfuerzos de prevención, la enfermedad continúa avanzando globalmente. Se han destinado billones de dólares en las últimas dos décadas para luchar contra esta enfermedad a nivel mundial, sin embargo, aún no se ha hallado una solución definitiva. En el estado de Sao Paulo, Brasil, donde la enfermedad ha estado presente desde 2004, la erradicación de árboles infectados y la aplicación intensiva de pesticidas contra las poblaciones de psílidos han logrado contener la tasa de infección arbórea durante este tiempo.

Recientemente, se ha observado un incremento en la tasa de infección en cultivos de tamaño medio, indicando una posible resistencia al uso de pesticidas por parte de los psílidos, lo cual ha debilitado el control sobre la propagación de la enfermedad. Ante este desafío, los agricultores están optando por sembrar en áreas menos afectadas por estos insectos o donde su presencia es mínima.

Futuro en juego

En la región mediterránea, controlar las poblaciones de psílidos es una tarea prioritaria, especialmente a través de métodos de control biológico. Portugal y España están implementando con éxito estrategias de liberación masiva de parasitoides, que son diminutos insectos capaces de depositar sus huevos dentro de los psílidos. Las larvas de estos parasitoides se nutren de los psílidos, consumiéndolos internamente, lo que representa una solución ecológica y efectiva para mitigar la expansión de estas plagas.

La crisis de los cítricos no es un problema aislado, sino un síntoma de un sistema agrícola global bajo presión. La amenaza del HLB exige una respuesta coordinada a nivel internacional. Investigadores, gobiernos y productores deben unir fuerzas para desarrollar soluciones innovadoras y sostenibles. Desde la mejora de las prácticas agrícolas hasta la creación de variedades de cítricos resistentes, cada esfuerzo cuenta.

Si no actuamos ahora, corremos el riesgo de perder uno de los placeres más dulces y refrescantes de la vida. El futuro del jugo de naranja y de millones de personas que dependen de esta industria está en juego.

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Las opiniones expresadas en esta sección son de entera responsabilidad de sus autores.

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Profesor-Investigador Universidad Central de Venezuela • Miembro de la Academia Nacional de Ingeniería y Hábitat • Editor de la Revista Catálisis • Presidente (H) de la Sociedad Venezolana de...