“El día de las elecciones, nadie corrió tanto como yo/ después que me pase el susto/voy a contar lo que sucedió…” Esa canción, bailada en Venezuela desde la década de los 60, refiere los sustos electorales en ese país, como el que prevalece ante el resultado de elecciones presidenciales del próximo domingo que se realizan en un ambiente de intensa polarización, alta incertidumbre y tensión.
¿Quién ganará?
Diez candidatos participan en la actual contienda electoral venezolana pero sólo dos tienen opción de ganar. El del gobierno y uno de la oposición. Ambos aseguran que ganarán. Se prevé una alta participación, pero hay un riesgo en las reacciones emocionales y no emocionales tanto de quien pierda como de quien gane.
El gobierno está tenso. Asegura que ganará pero teme perder debido a su impopularidad.
La oposición está tensa. asegura que ganará pero teme que haya alguna maniobra por parte del gobierno que le impida acceder al gobierno.
Hay mucha emocionalidad en estas elecciones en Venezuela y parece que no se disipará con el resultado.
A tener en cuenta
El grado de frustración de quien pierda será directamente proporcional a la convicción de que su triunfo es una certeza. En toda elección hay posibilidades de ganar o de perder. Lo más sano para ambos bandos sería no asegurar nada como tampoco descartar todo. Pensar que muy probablemente se gane pero que se puede perder. En los procesos electorales intervienen muchos factores.
El voto sorpresa
En los resultados de cualquier elección, a pesar de que las encuestas indiquen un cierto porcentaje de abstención, hay que considerar la decisión final de quienes eran indecisos y decidieron y de quienes cambian de decisión a última hora. Las encuestadoras pueden hacer un cálculo de esas cifras pero puede haber sorpresas.
Las encuestas
La encuestas siempre son útiles porque van llevando el pulso de las tendencias electorales y, si no son manipuladas, son un buen indicador, pero no son infalibles y pueden fallar.
En Francia, un país del primer mundo, con alta tecnología, en las recientes elecciones de la Asamblea Nacional, las encuestas coincidían en el triunfo de un determinado partido pero ese partido llegó en tercer lugar
No olvidar
Las elecciones terminan cuando los resultados oficiales se hacen públicos y el perdedor o perdedores reconocen el triunfo del otro. Mientras tanto, rumores van y rumores vienen, datos extraoficiales que pueden encender la pradera. Más, en estos tiempos en que la información es producida por cualquiera para decir lo que le provoque. Lo recomendable es tener unas fuentes de información confiables e informarse sólo con ellas.
El día después
Los días previos a las elecciones en Venezuela han sido de tensión extrema. Así lo será el próximo domingo y muy probablemente lo sea el día después y los que siguen.
En la noche del día de las elecciones venezolanas entre el electorado habrá mucha taquicardia. Cuando se de el boletín oficial, el polo ganador celebrará, pero al otro polo le parecerá imposible ese resultado, lo negará y saltarán las lágrimas, aumentará la salivación; aparecerá la rabia. Es normal. Lo deseable es que comience duelo por la pérdida.
El peor escenario para después de las elecciones en Venezuela es que gane quien gane, el otro bando no lo reconozca y no sólo haya denuncias sino movilizaciones de calle, violencia.
Si el día después de las elecciones hay violencia perdería toda Venezuela, la de un lado y la del otro, la de adentro y la de afuera. En los líderes está la responsabilidad de evitarla.
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