¿Cómo es su rutina en las mañanas? Digamos que usted comienza lavándose el cabello con champú, cepillándose los dientes, usando hilo dental y cocinando en una sartén antiadherente. Luego toma el paraguas (por el pronóstico de lluvia) y sale por la puerta. Puede que no lo sepa, pero todos esos productos contienen «sustancias químicas persistentes» conocidas como perfluoroalquilados y polifluoroalquilados (PFAS). Estos son compuestos tóxicos que se utilizan en la fabricación de muchos productos para el hogar y adquirieron su sombrío nombre porque no se descomponen fácilmente, pudiendo permanecer en el medio ambiente y acumularse en el cuerpo humano durante años.
Los PFAS provenientes de la fabricación industrial de artículos para el hogar pueden liberarse en el suelo, el aire y el agua, exponiendo tanto a los humanos como a toda la vida silvestre. «Los PFAS se transportan a través de las corrientes oceánicas y la atmósfera a regiones remotas de todo el mundo» han señalado los científicos. Como resultado, las especies en todos los rincones del planeta corren el riesgo de contaminarse con los químicos tóxicos, aunque los investigadores explican que la vida silvestre que vive cerca de fuentes de agua contaminada o de áreas densamente pobladas corren un mayor riesgo. Algunos animales, como los osos polares, también pueden consumir PFAS en el pescado u otras fuentes de alimento.
Distintas investigaciones científicas han demostrado una serie de vínculos perjudiciales entre los PFAS y la salud humana, incluido el riesgo de padecer cáncer. Sin embargo, ha habido una menor cantidad de estudios académicos sobre cómo los PFAS podrían estar afectando a la vida silvestre, al acumularse en el suelo, el aire y el agua.
Un nuevo artículo publicado el miércoles pasado por Environmental Working Group –una organización de defensa del consumidor sin fines de lucro centrada en temas como la seguridad química y la agricultura- sugiere que los PFAS pueden representar una amenaza para cientos de especies animales en todo el mundo. Los hallazgos se plasmaron en un mapa mundial interactivo que indica dónde la vida silvestre se encuentra amenazada por estos compuestos químicos. «Esta es una imagen asombrosa que muestra el alcance de la contaminación causada por los PFAS» escribieron los investigadores.
En el trabajo -desarrollado por Environmental Working Group- se analizaron más de 100 artículos científicos sobre los PFAS y su presencia en la vida silvestre para crear el mapa global. Como resultado se determinó que más de 330 especies están en riesgo de exposición a los productos químicos. Adicionalmente, los investigadores detectaron más de 120 tipos distintos de sustancias químicas persistentes en estas especies animales.
El mapa abarca una gran gama de especies animales, que va desde mamíferos pequeños como el Felix catus (gatos domésticos) hasta aves. «Queríamos resaltar el alcance de la contaminación por PFAS en numerosas especies, incluidos muchos tipos de peces, aves, reptiles, ranas y otros anfibios, mamíferos grandes y mamíferos pequeños» indicaron los científicos.
El mapa también utiliza una señalización para designar especies que además aparecen en la Lista Roja de Especies Amenazadas, lo que significa que ya tienen un riesgo de extinción mayor, incluso antes de tener en cuenta los PFAS. Algunos queridos animales como los osos polares, los pandas, los manatíes y las nutrias marinas se encuentran en el mapa, lo que podría poner su existencia en una situación aún más peligrosa. «Es probable que más pruebas revelen una exposición similar para la vida silvestre en lugares no resaltados en este mapa, ya que la contaminación por PFAS es una crisis verdaderamente global» escriben los investigadores en el reporte.
Estos nuevos hallazgos se basan en una investigación anterior publicada en enero de este año, donde se evidenció la presencia de altos niveles de PFAS en los peces de agua dulce. Este resultado se replicó en todos los continentes del mundo, excepto en la Antártida. «Al evaluar los estudios disponibles, hubo una ausencia de datos en varias regiones específicas y se notó que había menos estudios en los países del hemisferio Sur» dijeron los autores. Hubo una mayor representación de especies de peces en el mapa porque estos animales son una fuente de alimento y son vitales para las economías de muchos países, lo que hace que sea más probable que aparezcan en la investigación científica. Los datos también abarcan muchos mamíferos acuáticos como orcas y delfines.
Por otro lado, un artículo de 2020 encontró biomarcadores asociados con la alteración de la función hepática e inmunológica en la lubina rayada (un pez del Atlántico), probablemente debido a la exposición a los PFAS. Otros estudios recientes han establecido asociaciones entre la respuesta inmunitaria alterada y la exposición a estos compuestos persistentes en delfines y caimanes, así como impactos en las hormonas de los osos polares.
Los autores del reciente estudio dicen que los efectos en los animales son «similares a los impactos en la salud de los humanos». Asimismo indicaron que «sabemos que los PFAS se están acumulando en los cuerpos de los seres humanos y en la vida silvestre, por lo que limitar su uso tanto como sea posible es fundamental para controlar esta contaminación».
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Las opiniones expresadas en esta sección son de entera responsabilidad de sus autores.
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Los PFAS provenientes de la fabricación industrial de artículos para el hogar pueden liberarse en el suelo, el aire y el agua, exponiendo tanto a los humanos como a toda la vida silvestre. «Los PFAS se transportan a través de las corrientes oceánicas y la atmósfera a regiones remotas de todo el mundo» han señalado los científicos. Como resultado, las especies en todos los rincones del planeta corren el riesgo de contaminarse con los químicos tóxicos, aunque los investigadores explican que la vida silvestre que vive cerca de fuentes de agua contaminada o de áreas densamente pobladas corren un mayor riesgo. Algunos animales, como los osos polares, también pueden consumir PFAS en el pescado u otras fuentes de alimento.
Distintas investigaciones científicas han demostrado una serie de vínculos perjudiciales entre los PFAS y la salud humana, incluido el riesgo de padecer cáncer. Sin embargo, ha habido una menor cantidad de estudios académicos sobre cómo los PFAS podrían estar afectando a la vida silvestre, al acumularse en el suelo, el aire y el agua.
Un nuevo artículo publicado el miércoles pasado por Environmental Working Group –una organización de defensa del consumidor sin fines de lucro centrada en temas como la seguridad química y la agricultura- sugiere que los PFAS pueden representar una amenaza para cientos de especies animales en todo el mundo. Los hallazgos se plasmaron en un mapa mundial interactivo que indica dónde la vida silvestre se encuentra amenazada por estos compuestos químicos. «Esta es una imagen asombrosa que muestra el alcance de la contaminación causada por los PFAS» escribieron los investigadores.
En el trabajo -desarrollado por Environmental Working Group- se analizaron más de 100 artículos científicos sobre los PFAS y su presencia en la vida silvestre para crear el mapa global. Como resultado se determinó que más de 330 especies están en riesgo de exposición a los productos químicos. Adicionalmente, los investigadores detectaron más de 120 tipos distintos de sustancias químicas persistentes en estas especies animales.
El mapa abarca una gran gama de especies animales, que va desde mamíferos pequeños como el Felix catus (gatos domésticos) hasta aves. «Queríamos resaltar el alcance de la contaminación por PFAS en numerosas especies, incluidos muchos tipos de peces, aves, reptiles, ranas y otros anfibios, mamíferos grandes y mamíferos pequeños» indicaron los científicos.
El mapa también utiliza una señalización para designar especies que además aparecen en la Lista Roja de Especies Amenazadas, lo que significa que ya tienen un riesgo de extinción mayor, incluso antes de tener en cuenta los PFAS. Algunos queridos animales como los osos polares, los pandas, los manatíes y las nutrias marinas se encuentran en el mapa, lo que podría poner su existencia en una situación aún más peligrosa. «Es probable que más pruebas revelen una exposición similar para la vida silvestre en lugares no resaltados en este mapa, ya que la contaminación por PFAS es una crisis verdaderamente global» escriben los investigadores en el reporte.
Estos nuevos hallazgos se basan en una investigación anterior publicada en enero de este año, donde se evidenció la presencia de altos niveles de PFAS en los peces de agua dulce. Este resultado se replicó en todos los continentes del mundo, excepto en la Antártida. «Al evaluar los estudios disponibles, hubo una ausencia de datos en varias regiones específicas y se notó que había menos estudios en los países del hemisferio Sur» dijeron los autores. Hubo una mayor representación de especies de peces en el mapa porque estos animales son una fuente de alimento y son vitales para las economías de muchos países, lo que hace que sea más probable que aparezcan en la investigación científica. Los datos también abarcan muchos mamíferos acuáticos como orcas y delfines.
Por otro lado, un artículo de 2020 encontró biomarcadores asociados con la alteración de la función hepática e inmunológica en la lubina rayada (un pez del Atlántico), probablemente debido a la exposición a los PFAS. Otros estudios recientes han establecido asociaciones entre la respuesta inmunitaria alterada y la exposición a estos compuestos persistentes en delfines y caimanes, así como impactos en las hormonas de los osos polares.
Los autores del reciente estudio dicen que los efectos en los animales son «similares a los impactos en la salud de los humanos». Asimismo indicaron que «sabemos que los PFAS se están acumulando en los cuerpos de los seres humanos y en la vida silvestre, por lo que limitar su uso tanto como sea posible es fundamental para controlar esta contaminación».
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Las opiniones expresadas en esta sección son de entera responsabilidad de sus autores.
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