Agentes policiales, junto con funcionarios con pasamontañas y armados, asedian desde la noche de este viernes 6 de septiembe la residencia oficial de la Embajada de Argentina en Caracas , donde se encuentran refugiados desde marzo seis dirigentes del partido Vente Venezuela, lierado por María Corina Machado.
La situación en la residencia oficial, bajo protección de Brasil tras la expulsión de la misión diplomática del país austral, se conoció a través de la denuncia hecha por el coordinador Internacional de Vente Venezuela, Pedro Urruchurtu, quien se encuentra refugiado en la embajada.
A través de su cuenta en la red social X informó que agentes de la Dirección de Acciones Estratégicas y Tácticas (DAET) de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) y del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin), junto con «funcionarios encapuchados y armados, rodean» el lugar.
Por su parte, el exdiputado Omar González, también de VV y refugiado en la embajada, denunció el corte del suministro eléctrico a la residencia, tras lo que está funcionando una «pequeña planta de emergencia» para contar con el servicio.
«Hay decenas de efectivos de cuerpos de seguridad del Estado rodeando la sede de la Embajada, a la que le han interrumpido el servicio eléctrico y se está alumbrando con una pequeña planta de emergencia», dijo en un vídeo que publicó en X.
Además de Urruchurtu y González, también se encuentran asilados Magalli Meda, quien fue la jefa de campaña para las presidenciales; Claudia Macero, coordinadora de Comunicaciones de VV; Humberto Villalobos, coordinador electoral del Comando de Campaña de VV, y el exministro Fernando Martínez Mottola, asesor de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD).
Refugiados tras ser señalados por la Fiscalía
Están refugiados en la residencia luego de que la Fiscalía los acusara de varios delitos, como conspiración y traición a la patria, entre otros.
A finales de julio, este grupo de opositores denunció que «funcionarios de seguridad del régimen» estaban a las afueras del lugar y buscaban «tomar esta sede diplomática», lo que calificaron como una «grave violación al derecho internacional».
Desde agosto, Brasil se ocupa de la custodia de las sedes diplomáticas de Perú y Argentina en Venezuela, así como de la representación de sus intereses y ciudadanos en el país caribeño, tras la expulsión de los miembros de ambas legaciones.
Además de Perú y Argentina, el gobierno de Nicolás Maduro también exigió a Chile, Costa Rica, Panamá, República Dominicana y Uruguay el retiro «inmediato» de sus representantes, en rechazo a sus «injerencistas» declaraciones sobre las presidenciales del 28 de julio, en las que el chavista fue proclamado ganador, lo que cuestiona buena parte de la comunidad internacional.
Brasil también asumió la custodia de los seis opositores refugiados.
EFE