Brasil y Colombia emitieron un comunicado en conjunto el pasado 24 de agosto, con la que fijaron posición sobre las recientes elecciones presidenciales en Venezuela, sus resultados y la actuación del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) en la certificación de lo dicho en la madrugada del lunes 29 de julio por el presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), Elvis Amoroso, cuando le dio la victoria a Nicolás Maduro.
Aunque los Gobiernos de Lula Da Silva y Gustavo Petro han sido críticos con Maduro desde antes de las elecciones presidenciales, ambos han tenido una lógica no antagónica, luego de que se celebraran los comicios. Es decir, se han mantenido en la exigencia de la publicación de las actas electorales y han hecho presión al gobierno de Maduro, pero no al mismo nivel que Chile, Uruguay o Argentina, por nombrar algunos países de la región.
El comunicado de Brasil y Colombia, y algunas reacciones
“Ambos presidentes siguen convencidos de que la credibilidad del proceso electoral sólo podrá restablecerse mediante la publicación transparente de datos desglosados y verificables”, dice el comunicado emitido por Gustavo Petro y Luiz Inácio Lula da Silva, mandatarios de Colombia y Brasil, respectivamente.
Uno de los primeros gobiernos en reaccionar ante el comunicado fue el de Chile, a través de su canciller Alberto Van Klaveren, quien indicó que es necesario hacer pública la evidencia que dé a conocer los verdaderos resultados.
“Todo lo que conduzca a conocer el verdadero resultado de las elecciones manipuladas por el régimen de Venezuela es bienvenido. Valoramos la reciente declaración de Brasil y Colombia y su insistencia en conocer los resultados delegados por mesa de votación”, dijo el canciller chileno.
Para el internacionalista venezolano Iván Rojas Álvarez, la postura mostrada por Brasil y Colombia es lógica y pertinente. “Hasta ahora los presidentes Petro y Lula han hecho lo que se requiere en esta situación. Se mantienen exigiendo las actas. Este es un punto intermedio, no es controversial, o no debería serlo porque en elecciones pasadas el CNE siempre ha publicado los resultados desglosados”, afirmó Rojas Álvarez en conversación con Efecto Cocuyo.
Brasil y Colombia presionan
Mientras México, uno de los países más importantes de la región, mantiene una postura bastante neutral, Brasil y Colombia han decidido estar más presentes en todo lo relacionado con la elección presidencial en Venezuela. Previo a los comicios, Lula ya le hacía recomendaciones a Nicolás Maduro, mientras que Gustavo Petro abogaba por un acuerdo de paz nacional.
Luego de conocerse los resultados emitidos por el CNE, pero sin soporte gráfico ni datos en su página web, los mandatarios de Brasil y Colombia decidieron no aceptar el resultado anunciado y pasar a exigir la publicación de las actas electorales que, a fin de cuentas, están hechas para blindar los votos de quienes participan en unos comicios en Venezuela.
“Es poco probable que Brasil y Colombia tomen una postura como la de Chile, Costa Rica y Estados Unidos (…), ellos quieren mantener su capacidad de ser interlocutores válidos, de poder seguir conversando con todas las partes y mantener los canales abiertos y eso les impide ser más duros”, opina Iván Rojas Álvarez.
De momento, el único país de América del Sur que le ha dado apoyo total a Nicolás Maduro y a su proclamación como ganador de las elecciones es Bolivia, en una postura que no sorprende a nadie.
No obstante, con el pasar de las semanas crece la incertidumbre sobre el destino de Venezuela y, especialmente, sobre qué pasará con los resultados electorales. “Las formas de presión que Lula y Petro pueden ejercer es que, si esta situación se mantiene hasta enero, le podrían decir a Maduro que no reconocerían el nuevo mandato de Maduro que iniciaría en enero”, analizó el internacionalista venezolano.