Al concretarse uno de los escenarios previstos por analistas políticos para el 28 de julio: que el gobierno no reconociera su derrota en las elecciones presidenciales, la oposición encabezada por María Corina Machado ha dado pasos dirigidos a demostrar el triunfo de Edmundo González con la publicación de las actas obtenidas por sus testigos electorales a lo interno y ante el mundo, además de tratar de mantener la esperanza en la gente con actividades de calle, aunque esto último, con menor intensidad de lo esperado.
A casi un mes de los comicios presidenciales, el madurismo sigue “atrincherado” en el poder sin la menor muestra, al menos pública de querer ceder en su permanencia en Miraflores. En la opinión pública todavía hay consenso sobre mantener la confianza en la estrategia de Machado, aunque algunos se preguntan si será suficiente para hacer valer la voluntad popular expresada en las urnas por un cambio político.
Analistas políticos consultados por Efecto Cocuyo coinciden en que la estrategia opositora es “cauta” para no exponer a la ciudadanía a la “represión sin límites” que se ha propuesto ejecutar el gobierno a través de las fuerzas policiales y la Guardia Nacional Bolivariana (GNB).
También en que va dirigida a aumentar el costo internacional para Maduro por el consumado “fraude electoral” porque que, a diferencia de 2018, arrancaría 2025 con un “gobierno de facto” sin ninguna legitimidad de origen. ¿Será efectivo?: “Está por verse”, responden.
Estrategia realista
“La estrategia de María Corina Machado ha sido, yo creo que una estrategia realista. Provocar una salida de calle y mantener la calle, creo que hubiese habido muchos más muertos de los que hay hoy (se habla de 23 muertes). Nicolás Maduro ha dejado sentado cuál es su talante totalitario y enfrentar eso requiere de mucha astucia. Haber convocado también a una concentración mundial tiene un alto impacto, porque moviliza a las naciones en función de la presión internacional que debe generarse sobre Venezuela”, expresó el politólogo, Raniero Cassoni.
El CEO de la firma consultora política Con Contacto Directo señala que con sus declaraciones y últimos movimientos, Machado parece tener clara la ruta a seguir e intenta sembrar confianza, aunque advirtió, ello no implica que otros actores políticos y los mismos ciudadanos, también lo tengan claro.
Tras las protestas del 29 y 30 de julio que el liderazgo político aseguró fueron espontáneas, luego de que el Poder Electoral anunciara a Maduro como ganador sin mostrar las pruebas, con un saldo hasta ahora de 1.503 detenciones, Machado explicó la razón por la cual no llamó a la protesta masiva como el mismo gobierno esperaba.
Aseguró que la lucha por el cambio político se ha dado por etapas —la primera es demostrar el fraude electoral y defender la victoria de Edmundo González— que no implica llamados constantes a la calle, lo cual, ha recalcado, se hará de manera pacífica.
También reactiva
“Vista la respuesta desde el 29 de julio y en lo sucesivo, queda evidenciado claramente que María Corina se preparó y preparó a su equipo para proteger la victoria electoral del 28 de julio. Hasta ahí se aprecia una planificación impecable. Lo que ha venido después, estimo que ha sido una respuesta por escenarios, aunque sobrevenidos y esperados, como el desconocimiento de los resultados por parte del gobierno, no fueron del todo planificados. Vale decir, previeron un escenario en el que el gobierno intentaría robarse el triunfo, pero no uno de represión masiva y escalada por parte de los cuerpos de seguridad”, sostuvo el consultor político Luis Toty Medina.
Para el fundador de la Asociación Venezolana de Consultores Políticos, ante un triunfo electoral contundente de la oposición, como el que muestran las actas publicadas con 67% de la votación frente a 30% obtenido por Maduro, se apostó a que la Fuerza Armada no tuviera más remedio que reconocerlo y ello llevara a Maduro a aceptar la derrota, con quiebre del bloque hegemónico incluido, lo cual no ocurrió, sino más bien un “atrincheramiento”.
“Lo que ha venido después (por parte de la oposición) es una estrategia reactiva a ese hecho, que intenta mantener la movilización social sin arriesgar la vida o la libertad de los manifestantes, pero que demuestre que el descontento contra el fraude y el apoyo a la oposición se mantienen”, apuntó Medina.
Desde el 28 de julio, Machado ha convocado a dos actividades de calle. La primera el 3 de agosto en la avenida principal de Las Mercedes y la otra el 17 de agosto, con carácter mundial, desde la avenida Francisco de Miranda y con réplicas en múltiples países, para exigir al gobierno que respete la voluntad popular y ratificar al mundo que los venezolanos votaron por un cambio. En la primera estuvo presente Edmundo González y en la segunda no, por causas que no fueron precisadas.
A la par, la líder opositora ha aprovechado las plataformas de reconocidos influencer como la venezolana Lele Pons, con millones de seguidores para hacer llegar su mensaje a toda una variedad de públicos y culturas, lo cual ha sido resentido por el mismo Maduro a juzgar por sus descalificativos contra las redes sociales.
¿Se repetirá el escenario 2019?
En la actual coyuntura política no ha faltado quien recuerde que, pese a las movilizaciones en la calle y el gran apoyo internacional, traducido en el reconocimiento de más de 50 países hacia Juan Guaidó como presidente interino, el gobierno de Maduro logró resistir y se mantuvo, mientras la protesta callejera se apagó, así como el respaldo interno al expresidente del Parlamento, hoy en el exilio.
Ambos analistas coinciden en que ahora en distinto porque el gobierno se atrevió a torcer los resultados electorales con la cooperación del resto de los poderes públicos y la Fuerza Armada, lo cual, advirtieron, no será fácil de ignorar por parte de la comunidad internacional democrática.
“La estrategia del gobierno está definida: reprimir sin ningún límite para atemorizar y desmovilizar a los ciudadanos y resistir estas semanas cruciales para jugar al desgaste de la oposición o a que la agenda internacional derive su atención en nuevas crisis geopolíticas o la escalada de las ya existentes como la guerra Rusia-Ucrania, el conflicto palestino-israelí, etc. Como en casos anteriores (2013, 2014, 2017, 2019) el tiempo es el mejor aliado para Maduro. Sin embargo, el origen de esta crisis para el gobierno no tiene registro equiparable con los eventos citados”, sostuvo Medina.
Explicó que “la salida” de 2014, las masivas protestas antigubernamentales de 2017 originadas por las sentencias del Poder Judicial contra el Legislativo de 2015 y la presidencia interina de 2019 fueron propiciados principalmente por los actores políticos con acompañamiento de parte de la población. Esta vez, subraya, la diferencia estriba en que se trata “de la ejecución de un fraude” por parte del gobierno a la voluntad popular, lo que convierte a los ciudadanos en el “objeto directo” de la agresión gubernamental, lo cual, a su juicio, lo convierte en el “jugador más poderoso” del proceso.
“El fraude además ha sido demostrado y probado con elementos fácticos (actas) y avalado por instituciones que estuvieron acompañando el proceso como El Centro Cárter y el Panel de Expertos de la ONU. El cuestionamiento a la legitimidad de origen de Maduro en este caso es de dimensiones aún por medir, aunque ya se ha visto el pronunciamiento de la OEA y otros países en Santo Domingo (República Dominicana), así como el distanciamiento de aliados ideológicos tradicionales como Lula Da Silva y Petro. Estamos en otro juego, con otros escenarios y otros jugadores”, resaltó el consultor político.
Para Cassoni, el margen de duda sobre la constitucionalidad de las acciones de la AN de 2015 al crear una presidencia interina, todavía permitió que la coalición alrededor de Maduro se mantuviera unida, pero esta vez, resaltó, la gente sabe que votó por un cambio de presidente y que dicho ilícito electoral hará que la presión de la comunidad internacional crezca todavía más, al incluir a “aliados” de Miraflores como Brasil y Colombia.
¿De qué depende ahora el cambio político?
Aunque no estuvo en la avenida Francisco de Miranda este 17 de agosto, Edmundo González, no ha cesado de enviar mensajes a través de sus redes sociales en los que insta a Maduro a aceptar la derrota y facilitar la transición. En el último, de este lunes 19 de agosto, exigió que el Poder Electoral permita la verificación de los resultados a través de la publicación, revisión y comprobación de las actas en cada mesa electoral del país. Los días pasan y se acentúa la interrogante sobre si la estrategia será efectiva esta vez.
“Lo que recogen la literatura y la historia de las ciencias sociales y políticas en este tipo de casos es que por manual o “by the book”, como dicen los expertos, deben estar sincronizados tres elementos: presión social interna, presión de la comunidad internacional y el quiebre interno de un grupo del bloque de poder con el cual se negociaría una transición. Los dos primeros (presión social y presión internacional) están ocurriendo, a mi juicio sin la intensidad óptima, pero están en curso. El tercero (quiebre o ruptura interna del gobierno) es el que los operadores políticos y jugadores autorizados de la oposición deben gestionar, ofreciendo las garantías y condiciones para ese sector”, apuntó Medina.
Cassoni coincide en que hay que seguir motivando el quiebre de la coalición dominante para poder generar la transición, combinado con una presión internacional que recalcó, debe continuar y persistir.
“Nicolás Maduro hoy ostenta el poder, pero no tiene el respaldo popular, ni la legitimidad y es como ese jefe que pierde la autoridad de liderazgo. Los mismos militares saben que perdió, la policía sabe que perdió. Cada quien estaría buscando poner sus barbas en remojo, tratando de buscar una alianza. Yo estoy seguro que están buscando cómo salir, pero también tienen temor de ser descubiertos antes de poder salir”, opinó.