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Las lecciones de la destitución de Pedro Castillo en Perú según analistas venezolanos

POLÍTICA · 9 DICIEMBRE, 2022 21:25

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Deisy Martínez


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Seis presidentes en cuatro años. Es la cuenta que lleva Perú al consumarse la destitución del ahora exmandatario Pedro Castillo por parte del Congreso de ese país, a través de una moción de vacancia prevista en la Constitución, el pasado 7 de diciembre.

A juicio de analistas venezolanos, el fortalecimiento de las instituciones, la independencia de poderes, pero también un uso «irresponsable» de la moción de vacancia por parte del Parlamento, la falta de diálogo, de negociación y convivencia, además del fracaso de la figura del «outsider» son las lecciones que deja la nueva agudización de la crisis política peruana.

«Que las instituciones peruanas sobrevivan, que los poderes Judicial y Electoral evidencien autonomía, que la economía peruana crezca, es un dato interesante a pesar de la inestabilidad política. Es muy positivo (independencia de poderes) porque los gobiernos autoritarios buscan controlar las instituciones, una justicia a dedo, un poder electoral controlado y no es el caso de Perú, creo que es una lección muy importante», expresó el internacionalista Félix Arellano a Efecto Cocuyo.

Los errores de Castillo

Para el profesor universitario, Castillo en lugar de dialogar y negociar ante la dispersión de fuerzas políticas en el Congreso «jugó al desgobierno» en año y medio de gestión al aislarse por una «manía persecutoria» – dicho por su segunda presidenta del Consejo de Ministros, Mirtha Vásquez- y alejarse de los factores políticos, incluyendo a su partido Perú Libre, al que renunció y no procurar apoyos.

La guinda de la torta, subrayó, fue aventurarse a disolver el Congreso sin ninguna de las causales previstas en la Constitución, sin apoyos y antes de que el Parlamento peruano votara la tercera moción de vacancia contra Castillo.

También te puede interesar: Trasladan a Pedro Castillo a la cárcel donde está Alberto Fujimori

«La derrota de Rodolfo Hernández (excandidato presidencial) en Colombia y lo de Castillo en Perú demuestra que un outsider no es la panacea. La administración de año y medio de Castillo en Perú fue un desastre, claro que el Congreso ejerció una presión muy dura, pero el presidente cometió error tras error, cinco Gabinetes, más de 80 ministros, la mayoría nombrados pese a tener expedientes o prontuarios públicos. Un presidente que no quería gobernar», sostuvo.

Comparó la medida de disolver el Congreso con la aplicada por el expresidente peruano, Alberto Fujimori en 1992, conocida como el «Fujimorazo» para asegurar que a diferencia del exmandatario hoy privado de libertad, Castillo no contaba con respaldo ni de la Fuerza Armada ni de buena parte de la población, menos de los partidos políticos. No duda que algún factor militar jugó a un apoyo que al final no se tradujo en el de la institución castrense.

Vacante como arma política

La politóloga Francine Jácome también opina que pese a ser un mecanismo previsto en la Constitución peruana (artículo 113), la moción de vacancia por incapacidad moral ha sido usada como «arma política» en la nación suramericana en los últimos años, lo cual afirma, ha provocada una «tremenda inestabilidad política».

«Es preferible siempre la independencia de poderes, el problema es cuando los mecanismos existentes no funcionan para dirimir los conflictos políticos, de allí surge la inestabilidad. El Congreso puede usar la moción de vacante porque constitucionalmente está autorizado pero eso no ha llevado a ganar gobernabilidad en Perú porque no se han intentado acuerdos, dialogar, negociar», señaló.

Arellano mencionó que una medida que se podría considerar en Perú a la largo plazo, como resultado de negociaciones, es la reforma de la Constitución para que el Parlamento no la tenga tan fácil a la hora de querer destituir a un presidente.

Calificó además a Castillo como un ejemplo de «liderazgo mesiánico» que llegó al poder para intentar controlar las instituciones pero sin apoyo partidista, lo cual jugó en su contra junto con su inexperiencia política.

Cuando el exsindicalista ganó las elecciones en julio de 2021, la pregunta era cuánto duraría en el poder, respuesta que se produjo al ser destituido por el Congreso con 101 votos favor y juramentar a la vicepresidenta Dina Boluarte, quien se desligó de Castillo, como nueva Jefa de Estado, este 8 de diciembre.

Ambos analistas advierten que la primera presidenta de Perú no la tendrá fácil porque también carece de apoyo partidista. Ven como un signo positivo el discurso conciliador de la nueva mandataria quien descarta llamar a elecciones antes de 2026, algo que no depende totalmente de ella.

«La situación en Perú sigue siendo de incertidumbre porque hay dudas sobre la capacidad política de la nueva presidenta y por el conflicto persistente entre el Ejecutivo y el Legislativo peruano. Ella dice que no convocará a elecciones hasta que se cumpla el mandato en 2026 pero debe poner los pies en la tierra», agregó la politóloga.

Reacciones de Maduro, Colombia y México

Sin llamar «autogolpe» al intento de Castillo, el gobierno de Nicolás Maduro acusó «golpe de estado» en Perú como consecuencia, aseguró, de una «persecución sin límites» que lo llevó a intentar disolver el Parlamento.

«Elites oligárquicas que no permiten que un simple maestro llegue a la presidencia del Perú e intente gobernar para el pueblo», dijo Maduro, mientras que Diosdado Cabello responsabilizó a Estados Unidos de la situación.

El gobierno de México está dispuesto a otorgar asilo político a Castillo. Previamente Manuel López Obrador expresó que por «intereses e élites políticas y económicas» se mantuvo un ambiente de confontación contra el expresidente peruano que llevó al lamentable desenlace de su gestión.

 

 

El mandatario de Colombia, por su parte, aunque llamó «suicidio político» el intento de disolución del Congreso por parte de Castillo, reprochó que hubiera sido «arrinconado» desde el primer día de su gestión. Abogó por el respeto a sus derechos humanos e incluso solicitó a la Comisión Interamericana de DDHH, la aplicación de la Convención Americana y emitir medidas cautelares a favor de Castillo.

Para Jácome y Arellano era esperada la reacción de dichos gobiernos pero señalaron que muestran desconocimiento tanto de la Constitución peruana como de los acontecimientos que llevaron a la destitución y detención de Castillo.

Te contamos: Así vivieron los venezolanos la destitución de Pedro Castillo en Perú

«Mifraflores tiene un libreto con una respuesta para todo y que todo tiende a ser culpa del imperio norteamericano. Hay que tener un desconocimiento de la Constitución peruana y de los acontecimientos para dar ese tipo de declaraciones y la verdad es que Castillo se la puso en bandeja de plata no solo al Congreso sino que le dio las bases al Poder Judicial para detenerlo», expresó Arellano.

Jácome reprochó que los mandatarios latinoamericanos disfrazaran el «autogolpe» con eufemismos para intentar justificar a Castillo.

¿Se ve afectada migración venezolana?

Perú es el segundo país (el primero es Colombia) con la mayor cantidad de venezolanos en su territorio que huyen de la crisis en Venezuela. Se contabilizan 1.286.000 personas, de los cuales 530.000 son solicitantes de asilo, según cifras oficiales.

Arellano no considera que existan razones para que los venezolanos en Perú teman por su situación migratoria debido a la crisis política y el cambio de gobierno.

«No creo que sea objetivo de la nueva presidenta la xenofobia ni la persecución contra migrantes venezolanos. Tiene desafíos muy grandes pero su discurso es prudente, dialogante que es lo que se espera, hay que darle el beneficio de la duda. Tratará de construir convivencia, diálogo y negociación para sobrevivir políticamente», añadió.

 

 

POLÍTICA · 9 DICIEMBRE, 2022

Las lecciones de la destitución de Pedro Castillo en Perú según analistas venezolanos

Texto por Deisy Martínez

Seis presidentes en cuatro años. Es la cuenta que lleva Perú al consumarse la destitución del ahora exmandatario Pedro Castillo por parte del Congreso de ese país, a través de una moción de vacancia prevista en la Constitución, el pasado 7 de diciembre.

A juicio de analistas venezolanos, el fortalecimiento de las instituciones, la independencia de poderes, pero también un uso «irresponsable» de la moción de vacancia por parte del Parlamento, la falta de diálogo, de negociación y convivencia, además del fracaso de la figura del «outsider» son las lecciones que deja la nueva agudización de la crisis política peruana.

«Que las instituciones peruanas sobrevivan, que los poderes Judicial y Electoral evidencien autonomía, que la economía peruana crezca, es un dato interesante a pesar de la inestabilidad política. Es muy positivo (independencia de poderes) porque los gobiernos autoritarios buscan controlar las instituciones, una justicia a dedo, un poder electoral controlado y no es el caso de Perú, creo que es una lección muy importante», expresó el internacionalista Félix Arellano a Efecto Cocuyo.

Los errores de Castillo

Para el profesor universitario, Castillo en lugar de dialogar y negociar ante la dispersión de fuerzas políticas en el Congreso «jugó al desgobierno» en año y medio de gestión al aislarse por una «manía persecutoria» – dicho por su segunda presidenta del Consejo de Ministros, Mirtha Vásquez- y alejarse de los factores políticos, incluyendo a su partido Perú Libre, al que renunció y no procurar apoyos.

La guinda de la torta, subrayó, fue aventurarse a disolver el Congreso sin ninguna de las causales previstas en la Constitución, sin apoyos y antes de que el Parlamento peruano votara la tercera moción de vacancia contra Castillo.

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«La derrota de Rodolfo Hernández (excandidato presidencial) en Colombia y lo de Castillo en Perú demuestra que un outsider no es la panacea. La administración de año y medio de Castillo en Perú fue un desastre, claro que el Congreso ejerció una presión muy dura, pero el presidente cometió error tras error, cinco Gabinetes, más de 80 ministros, la mayoría nombrados pese a tener expedientes o prontuarios públicos. Un presidente que no quería gobernar», sostuvo.

Comparó la medida de disolver el Congreso con la aplicada por el expresidente peruano, Alberto Fujimori en 1992, conocida como el «Fujimorazo» para asegurar que a diferencia del exmandatario hoy privado de libertad, Castillo no contaba con respaldo ni de la Fuerza Armada ni de buena parte de la población, menos de los partidos políticos. No duda que algún factor militar jugó a un apoyo que al final no se tradujo en el de la institución castrense.

Vacante como arma política

La politóloga Francine Jácome también opina que pese a ser un mecanismo previsto en la Constitución peruana (artículo 113), la moción de vacancia por incapacidad moral ha sido usada como «arma política» en la nación suramericana en los últimos años, lo cual afirma, ha provocada una «tremenda inestabilidad política».

«Es preferible siempre la independencia de poderes, el problema es cuando los mecanismos existentes no funcionan para dirimir los conflictos políticos, de allí surge la inestabilidad. El Congreso puede usar la moción de vacante porque constitucionalmente está autorizado pero eso no ha llevado a ganar gobernabilidad en Perú porque no se han intentado acuerdos, dialogar, negociar», señaló.

Arellano mencionó que una medida que se podría considerar en Perú a la largo plazo, como resultado de negociaciones, es la reforma de la Constitución para que el Parlamento no la tenga tan fácil a la hora de querer destituir a un presidente.

Calificó además a Castillo como un ejemplo de «liderazgo mesiánico» que llegó al poder para intentar controlar las instituciones pero sin apoyo partidista, lo cual jugó en su contra junto con su inexperiencia política.

Cuando el exsindicalista ganó las elecciones en julio de 2021, la pregunta era cuánto duraría en el poder, respuesta que se produjo al ser destituido por el Congreso con 101 votos favor y juramentar a la vicepresidenta Dina Boluarte, quien se desligó de Castillo, como nueva Jefa de Estado, este 8 de diciembre.

Ambos analistas advierten que la primera presidenta de Perú no la tendrá fácil porque también carece de apoyo partidista. Ven como un signo positivo el discurso conciliador de la nueva mandataria quien descarta llamar a elecciones antes de 2026, algo que no depende totalmente de ella.

«La situación en Perú sigue siendo de incertidumbre porque hay dudas sobre la capacidad política de la nueva presidenta y por el conflicto persistente entre el Ejecutivo y el Legislativo peruano. Ella dice que no convocará a elecciones hasta que se cumpla el mandato en 2026 pero debe poner los pies en la tierra», agregó la politóloga.

Reacciones de Maduro, Colombia y México

Sin llamar «autogolpe» al intento de Castillo, el gobierno de Nicolás Maduro acusó «golpe de estado» en Perú como consecuencia, aseguró, de una «persecución sin límites» que lo llevó a intentar disolver el Parlamento.

«Elites oligárquicas que no permiten que un simple maestro llegue a la presidencia del Perú e intente gobernar para el pueblo», dijo Maduro, mientras que Diosdado Cabello responsabilizó a Estados Unidos de la situación.

El gobierno de México está dispuesto a otorgar asilo político a Castillo. Previamente Manuel López Obrador expresó que por «intereses e élites políticas y económicas» se mantuvo un ambiente de confontación contra el expresidente peruano que llevó al lamentable desenlace de su gestión.

 

 

El mandatario de Colombia, por su parte, aunque llamó «suicidio político» el intento de disolución del Congreso por parte de Castillo, reprochó que hubiera sido «arrinconado» desde el primer día de su gestión. Abogó por el respeto a sus derechos humanos e incluso solicitó a la Comisión Interamericana de DDHH, la aplicación de la Convención Americana y emitir medidas cautelares a favor de Castillo.

Para Jácome y Arellano era esperada la reacción de dichos gobiernos pero señalaron que muestran desconocimiento tanto de la Constitución peruana como de los acontecimientos que llevaron a la destitución y detención de Castillo.

Te contamos: Así vivieron los venezolanos la destitución de Pedro Castillo en Perú

«Mifraflores tiene un libreto con una respuesta para todo y que todo tiende a ser culpa del imperio norteamericano. Hay que tener un desconocimiento de la Constitución peruana y de los acontecimientos para dar ese tipo de declaraciones y la verdad es que Castillo se la puso en bandeja de plata no solo al Congreso sino que le dio las bases al Poder Judicial para detenerlo», expresó Arellano.

Jácome reprochó que los mandatarios latinoamericanos disfrazaran el «autogolpe» con eufemismos para intentar justificar a Castillo.

¿Se ve afectada migración venezolana?

Perú es el segundo país (el primero es Colombia) con la mayor cantidad de venezolanos en su territorio que huyen de la crisis en Venezuela. Se contabilizan 1.286.000 personas, de los cuales 530.000 son solicitantes de asilo, según cifras oficiales.

Arellano no considera que existan razones para que los venezolanos en Perú teman por su situación migratoria debido a la crisis política y el cambio de gobierno.

«No creo que sea objetivo de la nueva presidenta la xenofobia ni la persecución contra migrantes venezolanos. Tiene desafíos muy grandes pero su discurso es prudente, dialogante que es lo que se espera, hay que darle el beneficio de la duda. Tratará de construir convivencia, diálogo y negociación para sobrevivir políticamente», añadió.

 

 

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