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Para el internacionalista Félix Arellano es claro que el gobierno de Nicolás Maduro “prefiere que no vuelva la mesa de negociación en México o que vuelva reformateada”; es por esto que –en su opinión– buscará apalancarse en la iniciativa del presidente colombiano Gustavo Petro para intentar cambiar las reglas de juego.

Petro convocó una conferencia internacional en Bogotá a la que asistirán cancilleres y diplomáticos con el objetivo de “construir una hoja de ruta que permita un diálogo político efectivo”. Se tiene previsto que esta reunión se lleve a cabo después de Semana Santa.

Convocaré en Colombia una conferencia internacional con el objetivo de construir la hoja de ruta que permita el dialogo político efectivo de la sociedad y el gobierno Venezolano.

— Gustavo Petro (@petrogustavo) March 28, 2023

El «reseteo» de la negociación en México

“A Maduro le cae muy bien esta o cualquier otra convocatoria porque le da oxígeno, le da tiempo, quiere seguir retrasando cualquier negociación porque quiere que ninguna llegue a la esencia (concesiones políticas en materia de reinstitucionalización democrática)”, señala Arellano.

El internacionalista considera que la convocatoria de Petro “le permitiría (a Maduro) la reingeniería de la negociación que viene buscando desde hace tiempo; es decir, cambiar el juego, los actores. En el fondo busca enredar la negociación y tener jugadores que pueda controlar del otro lado de la mesa”.

La escena que promueve Petro le facilita a Maduro, a juicio de Arellano, eludir los puntos pendientes de la agenda de México que resultan más álgidos como la designación de un Tribunal Supremo de Justicia (TSJ). Puntos que han trancado los intentos anteriores de negociación precisamente por lo inconvenientes que resultan para quienes están en el poder.

Petro protagonizó una «ofensiva diplomática» junto a los presidentes de Francia y Argentina para intentar relanzar la negociación venezolana.

¿Qué busca Petro y a qué se arriesga?

El analista considera que a Petro le conviene fortalecer su vínculo con Maduro porque éste tiene una gran influencia en la pacificación del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), además de reactivar el comercio binacional.

Adicional a esto, subraya que el levantamiento de sanciones favorecería a Petro porque “si no se desmonta completamente la licencia sobre Monómeros no hay posibilidad de una compra”. El gobierno colombiano, a través de embajador Armando Benedetti, ha confirmado el interés de comprar la filial de Pequiven en Barranquilla.

 “No puede pensarse que Petro es un mediador conveniente porque está muy desequilibrado, si quiere serlo tendría que empezar por salir del embajador (Armando) Benedetti porque la agresividad del embajador con la oposición es impresionante, no es propio de un diplomático”, cuestiona.

El profesor de la Facultad de Estudios Internacionales y Políticos de la Universidad del Rosario (Colombia), Mauricio Jamarillo Jassir, explica que Petro busca: obtener resultados en política exterior y reivindicarse como líder latinoamericano de izquierda.

“Para Colombia es necesario que Venezuela supere la crisis política y económica porque le afecta. Así como Venezuela siente las consecuencias en materia migratoria, en materia de violencia etc., cuando acá se ha exacerbado el conflicto, acá la clase política siente que la parálisis institucional y económica en Venezuela nos ha afectado”, explica el analista colombiano.

El interés comercial también hace parte de la lista de motivaciones de Petro, coincide Jaramillo: “Benedetti habló de 10 mil millones de dólares en materia de intercambio, la apuesta es que si Venezuela se estabiliza políticamente y se recupera económicamente ese comercio va a volver a los niveles previos a la crisis”.

Por otro lado, Petro arriesga su “prestigio regional e interno”, según el internacionalista. “Corre el riesgo de que se desgaste su liderazgo y se piense que está basado en demagogia y en propuestas ambiciosas que no son viables”, comenta.

Otro riesgo es que la conferencia internacional “no termine en nada y entre más iniciativas fracasadas haya para Venezuela más difícil será proponer nuevas alternativas y esquemas de diálogo”.

Lo que sí debería evitar Petro es que su conferencia se convierta en un mecanismo de negociación paralelo, opina Jaramillo. Fuentes del gobierno colombiano han declarado a la prensa internacional que el interés no es sustituir México. La delegación de la Plataforma Unitaria también lo descarta.

 “Sería crítico abrir otra mesa de negociación, empezar de cero significaría restarle credibilidad al proceso mismo”, advierte.

Incentivos y concesiones 

Los dos expertos se muestran poco optimistas respecto a los logros concretos que pueda alcanzar esta “ofensiva diplomática”. “Cuando uno mira los antecedentes recientes, uno se pregunta ¿por qué ahora va a ser diferente?”, responde Jaramillo.

El profesor ve poco probable que Maduro negocie alguna condición que ponga en peligro su permanencia en el poder: “El Psuv no está preparado para hacer concesiones de este tipo y menos ahora que Venezuela parece estar recuperándose sin haber hecho grandes concesiones”.

“Pueden llegar a negociar la liberación de presos políticos, algunas cosas de la mecánica electoral, el tema económico, pero no creo que Maduro esté dispuesto a hacer grandes concesiones. En la negociación el oficialismo es el que tiene la ventaja”, añade.

Los puntos a favor de Petro, según Jaramillo, son «la ascendencia o respeto» que tiene el mandatario colombiano para las delegaciones del chavismo y de la oposición, así como la «legitimidad» que tiene de cara a Estados Unidos.

Arellano subraya que las sanciones son el único incentivo que tiene el oficialismo en este momento. ¿Qué tan urgido está el gobierno por reinsertarse en el sistema financiero internacional?, ¿qué tanto necesita la negociación en este sentido?

El internacionalista responde: “La guerra en Ucrania lo benefició en cuanto a que los recursos energéticos de Venezuela son atractivos para la comunidad internacional, pero lo golpeó porque ya no tiene a Rusia como operador financiero y el efectivo que venía aportando para el tema cambiario se cayó”.

“Ahorita hay una debilidad financiera significativa porque no es tan fácil sustituir a Rusia, de modo que este es un punto que suma a la conveniencia de hacer algunos avances, pero también es cierto que, ante la posibilidad de perder el poder mejor quedarse como está porque ha logrado evadir las sanciones”, apunta.

¿Regreso al Sistema Interamericano de Derechos Humanos?

Una de las concesiones que ha pedido Petro a Maduro es que Venezuela regrese al Sistema Interamericano de Derechos Humanos. Arellano no descarta que esto sea posible: “En una mentalidad geopolítica sí podría ocurrir porque ahora Maduro tiene más amigos en la OEA”.

Se refiere al ascenso al poder de más líderes latinoamericanos con ideologías afines en Colombia, Brasil, Argentina, etc.

“Venezuela ha tratado de contrarrestar el discurso de que es un régimen ilegítimo y violador de derechos humanos y la mejor manera ha sido aceptar el escrutinio, aceptó al fiscal de la Corte Penal Internacional, por ejemplo. Venezuela intenta mostrar que está abierta a colaborar y lo mismo puede ocurrir con el sistema interamericano”, añade Jaramillo.