La revocatoria de la invitación a la Unión Europea como observador electoral por parte del Consejo Nacional Electoral en Venezuela genera dudas sobre la credibilidad internacional de las próximas elecciones presidenciales.

“El gobierno pone en riesgo, entonces, ganar credibilidad internacional con las elecciones. El gobierno le tiene miedo a la elección. Ante el riesgo de quedar mal ante la comunidad internacional o perder el poder qué se pone en la balanza”, dijo Celina Cárquez, periodista de política y de la fuente electoral, a Luz Mely Reyes, directora de Efecto Cocuyo, y a Xabier Coscojuela, miembro del comité directivo del diario Tal Cual, durante el programa de Cocuyo Claro y Raspao de esta semana. 

Para Cárquez, no es sorprendente que se haya revocado la invitación —aunque el Acuerdo de Barbados deja por sentado que se debía invitar al bloque a las elecciones presidenciales— porque, en su opinión, el gobierno de Nicolás Maduro tiene meses tildando de insolentes las declaraciones de la UE y lanzando pullas. 

“Ellos (el chavismo) estaban locos por deshacerse de la Unión Europea y echar para atrás esa invitación. El argumento que se esgrime es que le levantaron las sanciones sólo a los rectores y no a los sancionados del gobierno de Maduro. No hay interés de que la UE despliegue su misión, porque son misiones electorales íntegras con estándares técnicos internacionales muy altos”, enfatizó la comunicadora. 

Las elecciones sin la veeduría de la Unión Europea

“La decisión afecta la transparencia porque las misiones de la UE son muy completas, son técnicos con años de capacitación en distintas áreas. Al no tener el panorama completo, aunque venga el Centro Carter y un panel de la ONU, no se cubrirán algunos aspectos. Si el CNE quiere guardar una información no hay manera de que nadie la tenga”, complementa. 

Cárquez enfatizó que sigue en pie la posibilidad de que el Centro Carter y una misión de Naciones Unidas puedan venir a observar las elecciones.

“El Centro Carter podría mandar un panel super calificado porque además conoce todo el entramado legal, que en esta elección es muy importante, y se enviará a un panel técnico para que revisen las nuevas máquinas electorales”, añadió. 

La comunicadora sostuvo que las garantías que brindan las misiones de observación electoral están más enfocadas en velar por la integridad del proceso que de ofrecer garantías técnicas. 

“El acuerdo con el Centro Carter se mantiene y está en pie, mientras que el panel de Naciones Unidas —tanto la PUD como el CNE— le está pidiendo que venga. La oposición ha pedido que no solicite tantas cosas técnicas pero que su presencia es necesaria”, comentó. 

Cárquez destacó la necesidad de que se defina la observación nacional “que es muy importante” y subrayó la importancia de formar a los miembros de mesa que participarán en las elecciones “para que no los engañen durante el proceso electoral”. 

La formación de testigos

La especialista culminó destacando la necesidad de que los partidos de oposición inicien la formación de sus testigos que estarán en los centros de votación y mesas electorales el 28 de julio para cuidar el voto. 

La periodista especializada en política adelantó que las elecciones serán salvajes. Estimó que el proceso será de mucho desgaste. 

“La candidatura de Edmundo ya no es posible torpedearla legalmente. La tarjeta de la MUD sí es una cartica que se puede tener guardadita el gobierno y que la pueden usar. Se supone que no puede tener doble militancia (…) Aunque se anule la tarjeta de la unidad las otras tarjetas que apoyaron a Edmundo. Esta será una elección física, de desgaste. Será un combate cuerpo a cuerpo. Los partidos tienen que prepararse y formar a sus testigos”, finalizó. 

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