El metro no es percibido como zona segura / EFE

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La relativa sensación de seguridad que se sentía en Caracas el año pasado ha ido desapareciendo. Según el Observatorio Venezolano de Violencia, en la capital venezolana se registraron más de 155 delitos y un total de 412 víctimas en los primeros seis meses de 2023.

El mismo estudio de la ONG destaca que los crímenes predominantes son los homicidios, con 41 %, y los robos con 24 %.

En las últimas tres semanas se han reportado dos ataques a módulos de policía, asaltos en el transporte público y más reciente el asesinato de dos funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) y una mujer en el distribuidor de La California.

En un recorrido hecho por Efecto Cocuyo para hablar con la población caraqueña sobre el tema, los residentes consultados dijeron que entre julio y comienzos de agosto han sentido que hay un aumento de inseguridad. 

Los caraqueños opinan

Los ciudadanos entrevistados por Efecto Cocuyo coinciden en que Caracas se vuelve más peligrosa de noche y que a menudo debe tomarse como medida de seguridad no estar en la calle tan tarde.

Jesús Peraza, habitante de la parroquia Candelaria, afirmó que no se siente seguro en Caracas y evita salir de noche a la calle.

“Ya no es como antes en Caracas, que tú podías llegar a un restaurante y quedarte hasta las 9 de la noche; ahora no. Tú tienes que estar a las 6 o las 7 de la noche en tu casa, porque el hampa se alborota en la noche”, contó Peraza.

Beatriz Mercado, también vecina de la Candelaria, recomienda regresar temprano a la casa. “Si vas a salir tienes que tratar de llegar a tu casa temprano, más si estás con los niños. Hay que llegar antes de que caiga la noche”, opinó.

Lesby Romero trabaja en el bulevar de Sabana Grande y pasa gran parte del día en la calle. Ella entiende que hay un aumento de robos y al ser preguntada si se siente segura la respuesta fue: “No todo el tiempo”.

“En estos días, junto a una amiga, vi cómo robaban en una camioneta que estaba parada y desde entonces estoy muy pendiente de todo lo que me rodea”, dijo Romero.

Nada más en febrero, el Cicpc reportó más de 160 robos en el transporte público de Caracas. Estos datos incluyen el Metro, Metrobús y servicios como Transmiranda o Bus Caracas.

Josefina Orellano es una usuaria habitual de la línea de camionetas de Los Dos Caminos hasta Guarenas. Le contó a Efecto Cocuyo que se siente más segura en estas unidades que las que se mueven por las demás zonas de la ciudad.

“Ya me han robado dos veces en los autobuses; fíjate que en estos sí hay seguridad. Y eso es porque la gente que se monta ya se conoce casi toda y se cuida. De todas maneras, cuando uno ve algo extraño se tiene que tomar previsiones”, afirmó.

Usuarios del transporte ya han comenzado a tomar algunas medidas para evitar robos. Por ejemplo, Jesús Peralta, vecino de Altamira, intenta siempre tener el celular en los bolsillos de adelante y siempre estar atento de quién se sienta a su lado.

Sin embargo, para Yougluedis García subirse a una camioneta o el Metro es un juego de azar. “Cuando te montas en un autobús o en el Metro no depende de ti. Si alguien se sube y roba a todos, ya es algo que se sale de nuestras manos”, dijo.

Asesinatos y ataques a módulos de policía

Este lunes 7 de agosto, Enrique López y Kleyber Vera, funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalística (Cicpc),  y Jennifer Medina fueron asesinados en el distribuidor de La California, municipio Sucre, Caracas.

Además, el 25 de julio dos módulos policiales fueron atacados con granadas. Uno fue contra el de Polisucre, ubicado debajo del elevado de Palo Verde, en Petare. En horas de la noche, en la parroquia de San Agustín, en el centro de la ciudad, atacaron una sede de la Policía Nacional Bolivariana y dejó tres oficiales lesionados. 

Ese mismo martes 25 hubo un motín en el centro de reclusión de la zona 7, en Boleíta, de donde, según versiones, se fugaron siete reclusos peligrosos.