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Caracas.- El gobierno de Nicolás Maduro, a través de la Sundde (Superintendencia para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos), fijó este 23 de abril el precio de la carne y los productos cárnicos en dólares, estableciendo el máximo costo por kilo hasta en un máximo de 3,85 dólares.
El acta establece que los cortes más baratos, como la costilla y el lagarto, tienen un precio mínimo de 2,4 dólares por kilo. La carne de segunda, entre la cual se ubican cortes como solomo abierto, pecho, paleta y lagarto la reina, por ejemplo, costaría 3,55 dólares. La carne de primera (pulpa negra, ganzo, muchacho cuadrado, pollo de res…) quedó fijada en la citada tarifa de 3,85 dólares. La lista de la Sundde abarca un total de 15 rubros cárnicos.
La difusión de la lista en las redes sociales, principalmente por twitter, provocó reacciones entre los usuarios, quienes no tardaron en hacer las conversiones de las tablas salariales en divisas para determinar que el salario promedio de los venezolanos equivale entre 1,2 y 1,5 dólares al mes, es decir, mucho menos de lo que costaría un kilo de carne, según lo decidido por el Ejecutivo nacional.
Las críticas al respecto corrieron como pólvora en el internet, con expresiones que se podían generalizar en una sola idea: el venezolano no tiene derecho a un kilo de carne.
Fedenaga se deslinda
Según el acta difundida por el organismo, en la toma de decisiones para fijar los costos, tomaron parte doce asociaciones, entre las cuales se encontraban Fedenaga, Convecar, Confagan y Asofrigo, entre otras.
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No obstante, este sábado la Federación Nacional de Ganaderos de Venezuela (Fedenaga), emitió un comunicado en el cual dejó claro que si bien participó en la reunión con Sundde, no avala la imposición de costos planteada por el organismo.
En la misiva difundida por el ente representante del sector ganadero se explica que la persona enviada en nombre de Fedenaga asistió «en calidad de observador y oyente. Nunca con carácter decisorio, y mucho menos, con autorización de fijar postura, firmar ni endosar ninguna especie ni espécimen».
En este sentido, aseguró que lejos de apoyar una imposición de precios, «nunca firmará acuerdos y menos de este tipo, que comprometan el patrimonio que pertenece a cada productor, a cada uno de Uds. Máxime en medio de una vorágine y agujero negro económico que estamos viviendo producto de una economía crónicamente enferma, agonizante y distorsionada a consecuencia de políticas erradas».
Finalmente, Fedenaga asegura creer y defender las libertades económicas, pero que en este caso debía sentarse «con quien maneja el país para poner en claro nuestra posición».
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