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miércoles, 9 octubre, 2024

Hermano de periodista detenida Ana Guaita: el delito es ser hija de dos dirigentes opuestos al Gobierno 

Carlos Rafael Guaita durante una entrevista con El Pitazo contó que su hermana, la periodista Ana Carolina, no tuvo acceso a defensa privada y que las pruebas en su contra carecen de sustento. Está detenida desde el 20 de agosto y es acusada por los delitos de terrorismo, actos violentos e incitación al odio. Sus padres están en la clandestinidad y sus dos hermanos en el exilio

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Caracas. “El único delito que se puede creer que mi hermana cometió es ser hija de dos personas que están opuestas al Gobierno y que trabajan incansablemente por la reconstrucción de la democracia en Venezuela", dijo Carlos Rafael Guaita, hermano de la periodista Ana Carolina Guaita, quien cumple más de 40 días detenida, sin tener claras las razones ni pruebas de los delitos que se le imputan.

En una entrevista con el director de El Pitazo, César Batiz, el hermano de Ana Guaita, la reportera del portal de noticias La Patilla detenida el 20 de agosto en Vargas por presuntos funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), reiteró que la joven es la única integrante de su familia que no es dirigente política, que el asedio contra los Guaita Barreto no es nuevo y que han sido víctimas de persecución en los últimos años. 

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Ana Guaita es hija de los dirigentes Xiomara Barreto y Carlos Guaita, quienes se encuentran en la clandestinidad desde el 26 de julio, amenazados por su participación en el Comando Con Venezuela, en Vargas.  

Carlos Rafael Guaita contó que está en el exilio, antes vivía en Ecuador y después migró a Estados Unidos, luego de cruzar por el Darién. Lo mismo que su hermano mayor, Carlos Eduardo Guaita, quien vive en Chile desde 2017 por el hostigamiento del gobierno de Maduro contra su familia. 

“Han sido muchos años de persecución política hacia mi padre y mis hermanos. Mi hermana es la única que no es activista", refiere. 

Sin pruebas 

Un video manipulado sería la «prueba» que se habría esgrimido en la audiencia telemática que se le realizó, el 24 de septiembre, a la comunicadora social egresada de la Universidad Católica Santa Rosa. No recibió asistencia jurídica privada, pese a que tenía abogados dispuestos a atender su caso. 

En la audiencia de presentación la acusaron de los delitos de terrorismo, actos violentos e incitación al odio. Se presentó un video que la muestra parada grabando su reporte y también se observa la quema de un módulo policial en la plaza Lourdes de Maiquetía, ubicada a cinco minutos caminando de su casa. 

El Ministerio Público asegura que ese grupo actuaba al mando de Ana Carolina, que estaba allí haciendo su trabajo reporteril, cubriendo una protesta. “Mi hermana se ve claramente cuando está llamando a la calma y tranquilidad, dice: ‘nosotros no somos eso’. Mi hermana no está incentivando el odio, sino llama a la paz", dice Carlos Rafael Guaita en la entrevista. 

Carlos Guaita dice que las acusaciones basadas en el video de la Gobernación de Vargas no tiene fundamento. “Ella es una joven periodista que pareciera que el único delito que comete es ser hija de dos dirigentes políticos, que son mis padres", contó a El Pitazo. 

De acuerdo con el testimonio de Carlos Rafael, en el caso de Ana Carolina no se ha seguido el debido proceso porque no se emitió orden de captura en su contra, sino que personas que no portaban identificación en carros sin placa la detuvieron a la fuerza y estuvo desaparecida durante cinco días. 

La periodista está detenida en el Centro de Atención de Seguridad Ciudadana de Vargas, en Caraballeda, donde se le permiten visitas tres días a la semana. “Todos los amigos, colegas y personas han prestado su disposición para la defensa, pero no se ha permitido acceso ni a su expediente. Todo es un hermetismo total y estamos en indefensión". 

Los padres de la periodista recibieron una llamada el 26 de julio que los llevó a la clandestinidad. Tras las amenazas de detenciones en su contra, su padre decidió no regresar a su casa. En la casa solo estaba Ana Carolina, una patrulla merodeaba en los alrededores, les cortaron el suministro de agua y el servicio de electricidad. Esto ocurrió días previos. 

“Ella sale a cubrir cuando derribaron la estatua de Hugo Chávez en medio de una protesta, en ese momento aumenta el asedio contra su mamá también", añade el joven. 

Es cuando deciden salir de Venezuela para garantizar su seguridad, pero su hermana decidió quedarse, ya que afirmaba que no estaba vinculada con la política y no había razones para estar en riesgo. 

En el marco de la desaparición forzada, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) emitió el 27 de agosto de 2024 la Resolución 58/2024, mediante la cual otorgó medidas cautelares a favor de Ana Carolina Guaita, al considerar «que se encuentra en una situación de gravedad y urgencia de riesgo, de daño irreparable a sus derechos en Venezuela».

Ficha de cambio: Guaita Barreto

El periodista Vladimir Villegas informó en su cuenta de X que Andrés Goncalvez, jefe de la Dirección de Seguridad de la Gobernación de La Guaira, habría ofrecido liberar a la periodista Ana Carolina Guaita Barreto a cambio de la entrega voluntaria de su madre.

Sobre esto, Carlos Rafael Guaita dijo en la entrevista con El Pitazo que no se tiene certeza que haya sido Goncalvez, sino que su madre recibió una llamada de un número privado y solo decían: “Entrégate tú y te suelto a la carajita". 

Xiomara Barreto, madre de Ana Carolina, pensó en entregarse a cambio de la libertad de su hija, pero su familia llegó a la conclusión de que no era una decisión acertada. 

“Nada garantiza que verdaderamente entregándote tú, mamá, te vayan a soltar a la nena. No hagamos esa locura. Por eso es que en un principio sospechamos que la captura de mi hermana era una ficha de canje para cambiarla por mi papá o por mi mamá", precisó Carlos Guaita. 

Incertidumbre familiar

Carlos Guaita dice que está preocupado y con incertidumbre por lo que pueda pasar con su hermana, ya que está seguro de la integridad de sus padres, quienes están a resguardo, al igual que él y su hermano mayor. 

“Aunque no solo estoy preocupado por mi hermana, sino por los más de 1.800 presos que hay en Venezuela. Hoy estoy alzando la voz por ella, pero también por los detenidos que están siendo acusados de barbaridades que no cometieron", añade. 

De su hermana, Ana Carolina, en su reclusión sabe que está físicamente bien porque no la agreden, vulneran o la maltratan psicológicamente, pero esto sí ha ocurrido con relatos de detenidos, entre ellos adolescentes. 

“A mí desde pequeño me enseñaron a esto, a luchar por lo que uno cree y que los cambios se luchan. A todos los familiares de los presos políticos que están igual que nosotros les diría que mantengan la fe y convicción de que Dios está con nosotros", dijo al cierre de la entrevista transmitida en YouTube el 7 de octubre. 

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