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Ciudad Guayana.- Ciudadanos que antes de la cuarentena tenían sueldos fijos y beneficios socioeconómicos en empresas privadas, se quedaron sin ingresos y ahora están tratando de sobrevivir el confinamiento con poca comida y sin dinero. El Pitazo habló este jueves, 7 de abril, con tres empleados cuyos jefes les dijeron que no podían seguir pagándoles el salario en medio del aislamiento.
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Alberto Rodríguez, un arquitecto de 33 años, quien es empleado en un taller mecánico en la zona de Castiilito, en Puerto Ordaz, dijo que solo percibió su salario hasta el 15 de abril. «Después de eso ya no me pagaron más; evidentemente, no estamos trabajando. Gracias a Dios antes de la cuarentena logré hacer un trabajo relacionado con mi profesión, arquitectura, y con ese pago en dólares pude comprar comida para estos días", señaló.
Rodríguez vive con otros parientes y entre todos se ayudan con los gastos, pero reconoció que durante la cuarentena han tenido que racionar porciones y cambiar hábitos alimenticios. “Por ejemplo, compramos muchos granos, y si antes hacíamos dos porciones de carne, ahora hacemos solo una y la rendimos con vegetales", aseguró. Comentó que invirtió, junto con una prima, en un negocio de comida a domicilio, pero no están obteniendo muchos ingresos porque las ventas no van como ellos esperaban.
La mayoría de las empresas en Ciudad Guayana, la zona más poblada del sureño estado Bolívar, están cerradas y sin generar ingresos. Comerciantes y gremios han advertido en reiteradas oportunidades que la situación está ahogando al reducido sector productivo que aún se mantiene en pie y amenaza la estabilidad de muchos trabajadores. Por eso han pedido varias veces un reinicio progresivo de las actividades y abastecimiento de gasolina, para que así se pueda garantizar la operatividad de los negocios.
Elena Rojas, de 28 años, trabajaba hasta antes de la cuarentena en una tienda de ropa, un establecimiento calificado como no esencial por el Gobierno. “Cuando decretaron la cuarentena, el dueño de la tienda nos dijo que solo nos iban a reducir el horario y un poco el sueldo. Entonces vinimos al día siguiente, pero ya al otro día no pudo abrir y básicamente me quedé sin trabajo. Me pagaron nada más hasta el 30 de marzo", sostuvo.
Agregó que ahora ella y su hijo dependen del sueldo de su esposo, quien es trabajador de Sidor, pero el ingreso es insuficiente. “Nos ha tocado duro. Hace una semana compré azúcar y café, lo distribuí en varias bolsitas y salí al mercado a venderlos. Yo sé que hay mucha gente en el mercado y está eso del coronavirus, pero cómo hago", añadió.
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Maestra con sueldo insuficiente
El caso de María Torrealba, una maestra de 46 años, es particular. Ella no se quedó sin su sueldo de docente, que es su ingreso fijo, pero ahora, en medio del confinamiento, se está enfrentando a un obstáculo para trabajar de taxista por la tarde: la escasez de gasolina. “En la mañana iba a la escuela y en la tardecita hacía taxi. No logré conseguir salvoconducto para echar gasolina y estoy prácticamente sin ingresos porque el salario de maestra es miserable, da pena", indicó.
Mientras tanto, el alcalde del municipio Caroní, Tito Oviedo, ha pospuesto al menos dos veces las reuniones con los comerciantes para tratar los temas de abastecimiento de gasolina y reinicio progresivo de las actividades comerciales en Ciudad Guayana.
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