Tumeremo.- Al menos 30 zonas de explotación aurífera en Tumeremo, municipio Sifontes de Bolívar, permanecen cerradas desde hace unos cinco meses, dijeron el martes 24 de septiembre mineros de esa zona en medio de una protesta que encabezaron en el casco histórico del poblado. La manifestación la ejecutaron para ejercer presión al Ejército venezolano y exigir que se reabran las zonas ricas en oro, porque es el único sustento de miles de mineros artesanales en el pueblo, signado por la matanza de trabajadores del oro y la presunta existencia de grupos irregulares.
Aseguraron que se registraron reuniones con el alcalde de la localidad, Vicente Rojas, pero el funcionario no ofreció respuestas a los manifestantes. “Aquí nos estamos muriendo de hambre y esto es un pueblo minero, aquí no hay petróleo ni gas, hay oro, ¿que más vamos a hacer para comer? Además, sabemos lo que pasa aquí en las minas, pero no podemos hablar de ningún grupo porque amedrentan a los mineros” señaló Maria Farías, una maestra del oriental estado Sucre que hace un año viajó al sur de Bolívar y se convirtió en minera por la crisis de Venezuela.
Farías pidió al gobierno de Nicolás Maduro enviar una comisión presidencial porque la situación podría ponerse peor si las minas siguen cerradas, “le vamos a cerrar la troncal, tienen que ayudarnos o aquí habrá un estallido social”, reclamó. La opción que están tomando algunas personas es ir a minas con menos posibilidades de conseguir oro como El Cacho, donde por día logran sacar solo uno o dos puntos del metal, es decir, unos 200 miligramos.
Los mineros dijeron saber en manos de quién está el oro de las zonas en las que hoy se les niega el acceso. Revelaron que el gobierno local argumentó que el perímetro donde están yacimientos como Corregente, Bochinche, El Candado, El Tigre y Cananga, corresponde a un espacio geográfico indígena, pero los manifestantes no creen en esa versión.
Un minero dijo “en esa zona el oro se lo están llevando los colombianos”. Al consultarle sobre si se refería a algún grupo irregular colombiano en específico, argumentó que no podía hablar más porque su vida corría peligro, “yo no me voy a poner a decir aquí delante de todo el mundo lo que pasa allá adentro, porque mi familia corre peligro. Me van a matar”.
En Tumeremo aseguran que quien tiene tomado estos yacimiento del metal precioso es un grupo irregular que se instaló con anuencia del gobierno y el Ejército, pero no se atreven a señalarlo ni a ponerle nombre, solo dicen que los han escuchado hablar y tienen acento distinto a los venezolanos. Varios coinciden en decir que tienen acento colombiano.
También piden la salida del Teniente Coronel Ernesto Solís, un militar que comanda el Fuerte Tarabay, el destacamento castrense ubicado en la zona. Al funcionario lo señalan de amedrentar a ciudadanos en la localidad. Gladys Pedroza, una minera cuyo hijo fue asesinado en mayo de 2019, aseguró que Solís es uno de los implicados en la muerte del joven de nombre Antonio Aguinagalde Pedroza, “no le tengo miedo, él sabe que torturó a mi hijo y lo ejecutó”, afirmó.
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Lo que ocurre en la zona situada en el Arco Minero del Orinoco, no es nuevo. En octubre de 2018 un choque entre mineros y presuntos irregulares colombianos dejó siete venezolanos muertos. El entonces Jefe de la Región Estratégica de Defensa Integral Guayana, Jesús Mantilla, habló con periodistas días después de la matanza. Sobre la presencia de grupos colombianos dijo que se trataba de jóvenes de la localidad que utilizan prendas alusivas a estas organizaciones, pero no son guerrilla.
Mineros amenazan con cerrar troncal 10
En ese contexto, la carretera internacional Troncal 10 podría ser escenario de protestas por la aguda situación que atraviesan mineros de Tumeremo. Es lo que advirtieron los pobladores, quienes señalaron que solo dan una semana de plazo al gobierno para que atienda el reclamo.
Iliana Hernández, otra minera artesanal dijo que desde que las minas están cerradas, dejó de tener ingresos económicos en su casa. Ya no tiene cómo darle de comer a su nieto, “y no podemos intentar acercarnos a la mina, porque capaz y no salimos vivos”, alertó.
Por su parte, el dirigente minero William Padilla instó al Ejecutivo a intervenir en Tumeremo porque asegura se siguen registrando matanzas de pobladores. “Además estas minas que nos cerraron, tienen ya más de 200 años explotándose, y tienen que abrirlas ya, antes de que esto se convierta en caos porque la gente está pasando hambre”, apuntó.
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