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Guayana.- Sin compras nerviosas, pero con pequeñas filas de personas se encuentran algunos supermercados y abastos en los estados Bolívar y Amazonas, correspondientes a la región Guayana de Venezuela, reportaron este lunes, 27 de abril, residentes de esas dos entidades a El Pitazo, quienes dijeron tener expectativas no tan positivas ante el nuevo mecanismo de control.
Para Luisa Méndez, una habitante de Puerto Ordaz, el confinamiento se convirtió en un muro de contención para que los ciudadanos no se agolpen en los supermercados tras la medida. Ella teme una escasez parecida a la registrada en años anteriores, donde lo común era ver extensas colas en mercados custodiados por militares y gente comprando uno o dos productos, porque no se les permitía más.
“Es como si hubiéramos retrocedido hasta el 2016 o 2017, yo vivo cerca de un supermercado y siempre hay harina Pan, pero ahora después de esto ya no sé si la voy a conseguir. No he ido a comprar desde el viernes", apuntó Méndez, quien se refiere a la harina de maíz precocida que produce Empresas Polar, la más grande compañía de alimentos en Venezuela.
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El gobierno de Nicolás Maduro anunció que controlará los precios de al menos 27 rubros de la canasta básica. Tareck El Aissami, vicepresidente del área económica de Maduro, dijo que se trata de un “plan nacional de fiscalización para contener la especulación criminal", según una reseña de la agencia EFE publicada por El Pitazo. La nueva regulación ocurre en momentos en los que muchos venezolanos aseguran tener su despensa vacía para resistir la cuarentena decretada por la pandemia del COVID-19.
El sábado, 25 de abril, un día después del anuncio, se registraron pequeñas colas en supermercados y abastos de Puerto Ordaz y San Félix. Los bodegones y mercados populares, reportaron poca afluencia de personas. “Aquí en este local no hay cola porque casi nadie puede comprar un pollo entero en un millón de bolívares", dijo Manuel Muñoz, un trabajador de Sidor que estaba comprando un pollo en un abasto de Villa Colombia, Puerto Ordaz.
El domingo, al menos en Bolívar, fue un día de parada comercial. Los establecimientos comerciales permanecieron cerrados. La medida también aplicó para los mercados populares. Según Tito Oviedo, alcalde del municipio Caroní, el cierre de locales, incluyendo supermercados, se cumplió en un 98% en Ciudad Guayana.
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Incertidumbre en la frontera
Desde que inició la cuarentena, el paso formal por la frontera con Brasil fue cerrado. Los comerciantes de Santa Elena de Uairén han aumentado los precios de su mercancía de forma semanal, según dijeron vecinos a El Pitazo. Vale resaltar que en esta localidad solo aceptan reales brasileños, por lo que el bolívar quedó fuera del mercado.
Los altos costos de productos del vecino país le han dado cabida en los comercios locales a alimentos fabricados por Empresas Polar, que hasta la semana pasada habían ingresado con normalidad a la Gran Sabana. Los comerciantes aseguraron que adquirieron productos de esta marca para las próximas dos semanas, pero ahora, ante la nueva regulación anunciada por Maduro, están en total incertidumbre.
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Preocupación en Amazonas
Los productos de la empresa Polar siguen en exhibición en los negocios de Puerto Ayacucho, capital de Amazonas. No hay reportes de compras nerviosas por parte de los consumidores. La preocupación que tienen los habitantes de esa zona de Venezuela es el alza de los precios.
Ingrid Estrada, quien se encontraba en el mercado “60 Aniversario", declaró a El Pitazo este lunes, 27 de abril, que compró una harina Pan en 180.000 bolívares. Estrada aseguró que los rubros de la cesta básica son exhibidos en los anaqueles y vitrinas a precios que consideró exorbitantes. A su juicio, el gobernador de Amazonas, Miguel Rodríguez, y el alcalde de Puerto Ayacucho, José Zamora, deben tomar cartas en el asunto.
«Es increíble que una harina Pan cueste 180.000 bolívares y cada día aumente más. En los negocios este y demás productos se muestran a costos exagerados y las autoridades no se preocupan por atender las necesidades del pueblo. El sueldo no alcanza y esto lo que llevará es a un estallido social porque no aguantamos más. El gobernador y el alcalde deben solucionar este problema», comentó Estrada.
Reportes de Carlos Suniaga, Mickey Véliz y Glorimar Fernández
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