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Mérida.- A través de un comunicado firmado el lunes 15 de junio, la Sociedad de Médicos Internos, Residentes y Rurales del estado Mérida (Somirr-Mérida) denuncia una serie de deficiencias que perjudican el cumplimiento de su trabajo. Falta de gasolina, escasez de transporte público, déficit de equipos de bioseguridad y de pruebas para detectar COVID-19, así como la precariedad de sus salarios, fueron las principales denuncias contenidas en el referido comunicado.
«Ante la situación actual de pandemia causada por el COVID-19, el equipo de salud ha sido uno de los principales protagonistas en la batalla contra el mismo; sin embargo, se ve afectada su lucha en vista de las limitaciones en relación con el suministro de combustible de manera eficaz, oportuna y continua, que le impide su arribo a los diferentes centros de salud», indica el escrito, donde también se señalan hechos de trato irrespetuoso hacia los médicos por parte de autoridades que custodian gasolineras cuando estos van a surtirse haciendo uso de sus salvoconductos.
En cuanto a sus salarios, los galenos califican su pago mensual como un «sueldo pírrico» que no les alcanza para cubrir sus necesidades básicas. Un médico residente en Venezuela gana actualmente menos de 18 dólares mensuales.
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Deficiencias para enfrentar el COVID-19
Equipos de bioseguridad insuficientes, escasez de pruebas rápidas para detectar el nuevo coronavirus (SARS-CoV-2) y ausencia de suministros para realizar pruebas de Reacción en Cadena de la Polimerasa (PCR), en el laboratorio existente en Mérida que está en capacidad de realizar PCR, son las principales deficiencias que exponen los médicos como limitantes para enfrentar adecuadamente la pandemia por COVID-19.
Los galenos también señalaron su preocupación ante la flexibilización de la cuarentena social en estos momentos, cuando los casos de contagio por coronavirus siguen en ascenso. Exhortan a la ciudadanía a mantener las medidas de prevención necesarias.
Finalmente, los médicos pertenecientes a la Somiir-Mérida advierten que tomarán las medidas que sean necesarias para el bienestar del gremio si los organismos competentes no dan respuesta a sus denuncias.
El pasado viernes 12 de junio, jefes de servicios y médicos adjuntos del Instituto Autónomo Hospital Universitario de Los Andes (Iahula) también denunciaron deficiencias similares durante una protesta efectuada frente a este centro asistencial, principal hospital centinela de Mérida para atender casos de COVID-19.
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