El París Saint Germain, liderado por un magnífico Kylian Mbappe, autor de los dos tantos del partido, no dejó lugar a las elucubraciones y dejó clara su candidatura al título de Liga de Campeones, después de no dar ni media opción a la Real Sociedad en su estadio.
El equipo vasco se topó con la cruda realidad de la superioridad del cuadro francés y sobre todo de Kylian Mbappe, protagonista imprescindible del choque que demostró una vez más su clase y sus cualidades para liquidar el sueño donostiarra.
El encuentro comenzó muy vibrante, con dos equipos decididos a tratar de meter el primer gol del partido, la Real con el sueño de remontar la eliminatoria tras el 2-0 encajado en el Parque de los Príncipes y el conjunto parisino con ganas de sentenciar cuanto antes la eliminatoria.
Así llegó la primera ocasión para el PSG, con una acción individual de Kylian Mbappé sobre Hamari Traoré en velocidad, que asistió a Bradley Barcola, cuyo disparo fue abortado por el meta de la Real, Álex Remiro.
Kylian Mbappe
Se quedó con ganas el capitán parisino. Pero ya no perdonó en la segunda que tuvo. Se hizo conun gran balón filtrado por Ousmane Dembélé que le permitió buscar el uno contra uno ante un Igor Zubeldia que poco pudo hacer para taponar un disparo medido a la esquina contraria de la portería del cuadro español.
Mbappé, uno de los mejores jugadores del mundo en la actualidad, saltó al césped decidido a intentar finiquitar la eliminatoria en los primeros 45 minutos, y es que de nuevo protagonizó otra llegada con peligro del PSG. Se presentó desde la derecha con un pase atrás de Barcola para que fusilase el líder del conjunto de Luis Enrique, pero salvó de manera casi milagrosa de nuevo Álex Remiro.
La primera y única llegada de la Real en toda la primera parte llegó con una gran conducción de Takefusa Kubo, quien no se lo pensó dos veces y lanzó desde la frontal del área un disparo que se fue cerca de la escuadra de Gianluigi Donnarumma.
Con el pitido final de Michael Oliver, ambos equipos embocaron el túnel de vestuarios con la clara sensación de que la eliminatoria estba vista para sentencia.
Al regreso de los vestuarios, el PSG siguió a la suyo, con una superioridad ante una Real que estuvo impotente durante gran parte del encuentro. Algo que aprovechó un Mbappé que, de nuevo, volvió a demostrar por qué es deseado por media Europa. Un contraataque magnífico ante el que nada pudo hacer Remiro sentenció del todo la eliminatoria a favor del club parisino.
El PSG liderado por Kylian Mbappe
Intentó reaccionar y acabar de manera digna el conjunto txuri urdin. Marcó, pero el gol de Ander Barrenetxea de cabeza a pase filtrado de Beñat Turrientes fue anulado por fuera de juego.
Le puso algo de picante al encuentro la entrada de Barrenetxea, quien propició mejores llegadas del conjunto txuri urdin a área rival, aunque un PSG en ‘modo descanso’ solventó sin mayores preocupaciones las ocasiones realistas.
La más clara para los de Imanol Alguacil llegó en el 79 de partido, de nuevo a través de las botas de Barrenetxea que, tras regatear, asistió a un Turrientes al que le detuvo el lanzamiento un gran Donnarumma.
Con esa inercia consiguió maquillar el resultado al Real, a base de empuje para darle al menos una pequeña alegría a su afición. Mikel Merino, que lucía el brazalete de capitán tras la salida de Mikel Oyarzabal, salvó el honor donostiarra.
La Real se despide de una Liga de Campeones en la que fue claramente de más a menos, mientras que el camino del PSG es todo lo contrario y ya espera rival en cuartos de final. Continúa así la maldición del conjunto txuri urdin en Europa, donde no supera una eliminatoria desde agosto del 2014 ante el Aberdeen.
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