Varios grupos del Congreso de Perú han presentado este martes una moción de censura contra los ministros de Educación, Morgan Quero, y de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, Angela Hernández, por presunta discriminación contra menores de las comunidades indígenas awajún y wampis, que denunciaron abuso sexual por parte de sus profesores.
El documento presentado por bancadas de izquierda y derecha en el Parlamento peruano señala que Quero y Hernández tampoco se han presentado a las comisiones del Legislativo, que los citaron para explicar las acciones que han tomado frente a las denuncias, «pese a la gravedad de los hechos».
Los legisladores mencionaron que el Congreso hace efectiva la responsabilidad política de un ministro mediante el voto de censura, lo que significa su salida del Ejecutivo, en el caso de que la votación mayoritaria sea aprobatoria.
El pasado día 7, el ministro de Educación informó que con el fin de erradicar los casos de violencia sexual contra los estudiantes, han separado a 207 docentes de Lima Metropolitana y 121 docentes de la provincia de Condorcanqui, en Amazonas, donde hace semanas se revelaron cientos de casos de abusos por parte de profesores.
«Hemos bloqueado a todos los docentes que tienen algún tipo de denuncia en la región Amazonas para que no puedan contratarse en otras Unidad de Gestión Educativa Local (UGEL). Garantizo que no habrá ningún docente que tenga una denuncia por hostigamiento o violencia sexual que trabaje en Condorcanqui», afirmó Quero en la emisora RPP.
El año pasado hubo cientos de denuncias de discriminación, acoso y abuso hacia estudiantes de primaria
En junio pasado, el diario La República informó sobre cientos de denuncias de acoso y abuso sexual de docentes a estudiantes de primaria y secundaria entre 2010 y 2024, en Condorcanqui, y detalló que, incluso, había contagios de VIH de los agresores a los menores, de la etnia awajún.
Este suceso se hizo muy conocido, porque cuando medios de comunicación preguntaron al ministro sobre el caso, este afirmó que trabajarán «algún tipo de solución para zanjar la situación», incluso, «si es una práctica cultural».
Aquella expresión fue respaldada por la ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, Ángela Hernández, y que generó críticas de diversas organizaciones de derechos humanos.
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